Qué es la ley del hielo: así es el fenómeno tóxico que es tendencia y afecta a muchas parejas en España
Consiste en una forma de manipulación y control que sucede en muchas relaciones pero que, por lo general, no somos conscientes.
28 marzo, 2024 08:20El enfado es un sentimiento natural de las personas. No importa lo pacíficos que seamos, siempre hay momentos que nos hacen sacar partes de nosotros mismos que no reconocemos. Sobre todo, cuando estamos en pareja. Las diferencias existen y por mucho que queramos tener un vínculo de cuento de hadas, hay días, instantes o circunstancias en los que nos decimos a nosotros mismos que estaríamos mejor solos.
Lo bonito de las relaciones es saber salir de todos esos momentos. Hablar mutuamente, poner las cosas sobre la mesa y, sobre todo, aprender a controlar todas esas emociones que en otro momento de nuestra vida hubiesen salido sin pensar. Hay personas que evolucionan mucho; sin embargo, hay otras que llevan toda su vida cosechando una personalidad que tiene mucho que aprender.
La toxicidad en las parejas es más común de lo que nos gustaría imaginar y la violencia hace ya varios años que hemos entendido que va más allá de los golpes o gritos. Con el paso del tiempo, hemos comprendido que cuando una persona no nos escucha, nos humilla delante de sus amigos, monopoliza la toma de decisiones o nos deja de hablar, puede terminar siendo igual de dañino.
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Por lo general, una de las maneras de violencia psicológica que más experimentan las parejas es la manipulación, que puede ser expuesta de diferentes maneras. En ocasiones, se muestra de forma tan sutil que no nos damos cuenta. Y una de estas sutilezas, que realmente no tienen nada de lo que su nombre indica, es la ley del hielo.
Todos alguna vez en nuestra vida hemos dejado de hablar a alguien. De hecho, para muchas personas es la única manera que tienen de no decir todo lo que les pasa por la cabeza. Sin embargo, es muy fácil diferenciar cuando alguien lo hace por este motivo, que cuando lo hace con el fin de manipularnos, conseguir lo que quiere o hacernos sentir mal. Es una conducta tan perjudicial que, tal y como pasa con otros comportamientos tóxicos, si la hacen contra nosotros, podemos llegar a imitarla sin darnos cuenta.
¿Qué es la ley del hielo?
La ley del hielo es la conducta que siguen algunas personas de optar por el silencio tras una discusión. Es una acción premeditada, es decir, son perfectamente conscientes de lo que están haciendo y no paran hasta conseguir lo que ellos tienen en mente, que puede ser hacernos sentir culpables u obligarnos a pedir perdón con el fin de que la situación acabe.
Pasar por la ley del hielo es un desafío para cualquiera, pero es especialmente difícil para quienes tienen baja autoestima, así como para las personas que tienen apego ansioso, que pueden llegar a obsesionarse en pensar qué deben hacer para poner fin al silencio. Al final, es un recurso que genera mucho sufrimiento a la parte perjudicada del conflicto, mientras que quien lo ha iniciado sabe perfectamente cuál es la jugada.
Aunque parezca algo mínimo y bastante común en las relaciones, lo cierto es que forma parte de uno de los escalones de la violencia psicológica. Esta conducta se convierte en un abuso cuando se utiliza para controlar, castigar o manipular a alguien y es muy fácil de identificar si se realiza habitualmente. Por mucho que la otra persona tienda a perdonarlo, nunca es una señal positiva para el éxito de una relación.
A pesar de que sea muy habitual, la ley del hielo pocas veces termina bien. Entre todos los sentimientos de culpa y tristeza que invaden a la persona que está sufriendo el silencio, también se puede desarrollar ira, enfado y furia. Estas emociones pueden hacer que endurezcan a quien está aplicando la ley del hielo, y que se vuelva más rígido aún, por lo que se convierte en un círculo vicioso.
Al final, la persona perjudicada termina viviendo una relación completamente condicionada a lo que pueda decir o hacer por miedo a que se repita la conducta. De hecho, puede llegar a perjudicar a la relación, ya que esa parte de transparencia y confianza se pierde por el miedo a expresar lo que verdaderamente siente.
¿Cómo puedo combatir la ley del hielo?
Tal y como pasa con todos los comportamientos tóxicos, lo primero que debemos de hacer es hablar con nuestra pareja. Al final, la comunicación es la base de todo y es la que puede determinar si es una situación que va a ser repetitiva o ha sido un simple acto inconsciente. Si simplemente queremos cerciorarnos de lo que sucede, estas son las maneras para combatirla.
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Aceptación con indagación. Si la circunstancia se da hace poco, y realmente piensas que no hay maldad detrás de sus actos, podemos simplemente enfatizar nuestro interés por escuchar cómo se siente, para que ceda en cuanto al comportamiento y después, podamos hablar con tranquilidad. Incluso, puedes optar por preguntar, “sé que estás molesto, me gustaría saber qué ha sido lo que te ha molestado”
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Evita culparte. En este punto, sabes que esa reacción habla más de tu pareja que de ti, por lo que evita culparte a ti mismo, responder con ira o suplicar.
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Determina si se trata de un patrón. Si se trata de un patrón que ocurre muy a menudo, simplemente podemos ignorarlo; sin embargo, resulta crucial conocer si se realiza a menudo y con qué intención se realiza. Si quiere controlarte, debes comportarte de manera que refleje tu autonomía en lugar de responder con exceso de atención a su reacción.
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"Diagnostica" las formas. En el caso de que la ley del hielo vaya acompañada de otras formas de abuso, como gritos, amenazas, acusaciones o culpas, es posible que debas preguntarte si quieres continuar con esa relación.
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Evita quedar aislado. Bajo ningún concepto dejes de relacionarte con familiares y amigos, de hecho, ellos van a ser quienes te ayuden. Contempla la situación con ojos críticos y no pienses que “lo hace porque se siente así”. Esfuérzate por permanecer conectado con tus valores fundamentales y los que has aprendido a lo largo de los años.
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Busca servicios profesionales. La mejor opción, no importa cuándo o cómo se dé la ley del hielo. Los profesionales son quienes mejor saben controlar la situación y quienes mejores consejos te darán.