Qué es el síndrome del espejo retrovisor: así es el fenómeno que es tendencia y que cada vez afecta a más españoles
A través del retrovisor del coche, revivimos y recreamos continuamente todo lo que no hemos hecho o pensamos en todas las personas que ya no están en nuestra vida.
23 marzo, 2024 13:05El coche es uno de los lugares que separa a la población en dos grupos, aquellos que se marean, sienten miedo o prefieren evitarlo lo máximo posible y otros muchos que encuentran su momento de relajación y reflexión entre las cuatro cristaleras y el horizonte al frente. Por mucho que los primeros sean firmes ante su decisión y nadie vaya a sacarles de ahí, es cierto que una vez entras en el segundo no hay manera de salir.
La música y el paisaje nos obligan a desconectar de todo. A pensar en todo lo que hemos hecho, pero sobre todo en todo lo que no. Lo que no hemos dicho, lo que no hemos sentido, momentos en los que no nos hemos atrevido, hemos dudado, hemos dicho que no. Por lo general, nos arrepentimos más de las cosas que no hacemos, que de las que realizamos sin pensar.
Esta reflexión es tan habitual, que los expertos en bienestar han desarrollado un síndrome que lo explica a la perfección. Y es que el espejo retrovisor es fundamental a la hora de conducir, ayuda a prevenir accidentes, lo mantiene consciente de lo que sucede a su alrededor y le permite conducir de manera más segura; sin embargo, cuando nos focalizamos demasiado en él, de forma literaria, podría decir más de nosotros mismos de lo que podemos imaginar.
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Las reflexiones son obligatorias. Todos reflexionamos a lo largo del día, pero hay quienes se estancan en ellas y no pueden continuar. Las investigaciones muestran que en un día cualquiera, la persona promedio tiene entre 50.000 y 60.000 pensamientos. El problema es que el 95 por ciento de todos ellos son los mismos que pensamos el día anterior y el anterior, y lo mismo ocurre con los días anteriores.
Es posible que en este punto existan centenares de diagnósticos que definan situaciones parecidas, en las que nos aferramos al pasado y no vemos con claridad el futuro; sin embargo, el síndrome del espejo retrovisor combina todas estas reflexiones, con uno de los lugares donde más ocurren.
Qué es el síndrome del espejo retrovisor
El síndrome del espejo retrovisor (RMS) se refiere a un fenómeno subconsciente en el que constantemente revivimos y recreamos nuestro pasado. Creemos erróneamente que quienes éramos es quienes somos, limitando así nuestro verdadero potencial en el presente y frenándonos a nosotros mismos a pasar página.
A través del retrovisor del coche, revivimos y recreamos continuamente todo lo que no hemos hecho o pensamos en todas las personas que ya no están en nuestra vida. Como equipaje viejo y gastado, llevamos el estrés, el miedo y la preocupación del ayer con nosotros al hoy. Por lo que, cuando se nos presentan oportunidades nuevas, rápidamente nos aferramos a nuestro espejo retrovisor para evaluar nuestras capacidades pasadas.
No podemos conocer a alguien nuevo, porque seguimos pensando en la última persona que pasó por nuestra vida. No podemos coger esa oportunidad, porque la última vez no la aprovechamos. Tampoco podemos hacer amigos, porque no somos buenos relacionándonos con la gente. Y así, todo el trayecto. O toda nuestra vida.
Cuando estamos estancados en nuestros pensamientos pasados, en lugar de crear un nuevo futuro, tropezamos por las mismas piedras una y otra vez, por lo que nunca dejamos de pensar en lo mismo. Y el problema con eso es que estamos limitándonos y condenándonos a una vida concreta sin siquiera darnos cuenta.
El síndrome del espejo retrovisor no es un diagnóstico médico real, sino que se trata de un término utilizado por los expertos para saber cuándo una persona está estancada en un momento, persona o sentimiento. Lo cierto es que resulta inevitable pensar en el pasado, sobre todo porque hay circunstancias que nos obligan a hacerlo; sin embargo, no podemos vivir aferrados a él.
Por lo general, terminamos rechazando oportunidades increíbles debido a esta ansiedad y nos apegamos a nuestra zona de confort. Pensando que no sería para tanto o que ya vendrá otra parecida, pero si seguimos de la misma manera, repetiremos el mismo patrón y nunca nos daremos la oportunidad de avanzar.
¿Cómo podemos empezar a superar el síndrome del espejo retrovisor?
Cuando estamos en este punto, creemos que es muy difícil superarlo y que siempre tendremos pensamientos intrusivos hacia el pasado. Lo cierto es que el primer paso para superarlo es acudir a los especialistas, que serán quienes sepan diagnosticar la situación y darnos una respuesta definitiva. Sin embargo, si simplemente queremos probar a recuperar el control de nuestras vidas por nuestra cuenta, estas son algunas de las recomendaciones.
Si queremos ir más allá de nuestro pasado y eliminar nuestras limitaciones, debemos empezar a imaginar una vida de posibilidades ilimitadas. Debemos empezar a aceptar que nuestro pasado no es nuestro futuro y que no estamos condicionados por él.
Debemos reforzar nuestra autoestima, hablarnos a nosotros mismos de manera que nos inspiremos confianza y hacernos creer que somos capaces y estamos comprometidos. Los primeros días es difícil de creer, pero con el paso del tiempo nuestro subconsciente comenzará a absorber las autoafirmaciones positivas.
Saber que nuestro cuerpo simplemente está diseñado para protegernos, incluso cuando sintamos que realmente nos está causando muchos problemas, en realidad nos ayuda a ser más compasivos con nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias frustrantes que estamos experimentando.