Llegan los días de Navidad y abandonamos la rutina de ejercicios o le dedicamos menos tiempo a estar en forma física. Ni siquiera salimos a caminar.
Para ponérnoslo más fácil, los expertos en fitness nos aconsejan hacer por lo menos un ejercicio, eso sí muy completo.
Las sentadillas pop, también denominadas pop squats es una variación de las clásicas sentadillas en las que se introduce el salto para un mayor trabajo y como consecuencia, se tonifican al mismo tiempo core, piernas y glúteos, además de procurar otros beneficios.
Al tratarse de un ejercicio un poco más explosivo, incluso puedes incorporarlo en tu rutina HiiT (ejercicios de alta intensidad), se realiza un trabajo cardiovascular, que de otra forma no se realizaría, y también se activa la parte interna y externa de los muslos.
Beneficios de las sentadillas pop
Los músculos que se movilizan con este ejercicio son los cuádriceps, los glúteos y las pantorrillas. También los isquiotibiliales, el core, y los abductores de las piernas (cara interna y externa de los muslos).
Al realizar este ejercicio, se aumentan rápidamente las pulsaciones, por lo que es una buena dinámica cardio, de mayor intensidad que las sentadillas normales, con el que se trabaja la coordinación y el equilibrio, y con el que también se mejora el estado de ánimo y la capacidad para dormir mejor. Por otro lado, se queman más calorías que haciendo ejercicios aislados.
Cómo hacer bien una pop squat
Partimos de la posición vertical con las piernas abiertas en posición sumo, es decir, con los pies hacia afuera y la distancia entre ellos un poquito mayor que el ancho de las caderas.
Con las manos apoyadas en la cadera, es importante mantener la espalda en línea recta durante todo el movimiento. Para ello, es probable que tengas inclinarte hacia adelante para mantener el equilibrio y sacar un poco el trasero hacia afuera.
Desciende y cuando estés abajo, sube con un impulso, un pequeño salto y aterriza con los pies juntos. Después, da otro pequeño salto y aterriza con los pies en la posición inicial.
Qué errores se deben evitar
Además de lo que hemos comentado en líneas anteriores, es decir, mantener el tronco lo más erguido posible, es vital que las rodillas no se hundan hacia el interior.
Con este ejercicio, se activan simultáneamente muchos grupos musculares, lo que ayuda a prevenir lesiones.
Realiza todas las que puedas durante unos minutos. Puedes comenzar por probar durante 5 minutos e ir aumentando.