Durante esta estación del año, alimentarse puede ser difícil por los numerosos manjares asociados a las fiestas navideñas. Pero este no debe ser un motivo para olvidarse de seguir una dieta sana y adaptada a tu rutina deportiva.
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Los expertos en Nutrición de Club Metropolitan nos explican cómo integrar los alimentos de temporada en la dieta es una de las mejores formas de mejorar la alimentación con múltiples beneficios nutricionales y medioambientales.
Para sacar el máximo partido a tus entrenamientos, es importante buscar comida adecuada que aporta los nutrientes necesarios a tu organismo. Cada temporada tiene sus productos, fruta, verdura y otros alimentos de los que puedes sacar propiedades que se adaptan a tus necesidades como las vitaminas, los minerales y los antioxidantes, entre otros.
En verano, las frutas de verano como la sandía posee una mayor cantidad de agua y nos permiten hidratarnos mejor ya que es la época más habitual para la pérdida de líquidos por el calor. En invierno, al contrario, algunos tubérculos que se cosechan en otoño nos proporcionan calorías muy valiosas además de sabores sabrosos y reconfortantes.
Hablando de estos alimentos de temporada, ¿cuáles son?
La calabaza
Este producto básico de otoño que decora tan bien los hogares, es también clave para el organismo. Es una fuente principal de vitaminas, minerales y antioxidantes. Es una verdura apropiada para el entrenamiento porque restablece las sales minerales que se pierden durante la sudoración.
Las setas
Gracias a su alto contenido en proteínas vegetales, son una alternativa muy adecuada para conseguir este nutriente fundamental. Las setas contienen un elevado porcentaje de agua (hasta el 90%) por lo que también son ideales para la restitución de líquidos y la hidratación.
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Las zanahorias
Son un elemento que no debe fallar en la dieta de cualquier deportista por sus propiedades antioxidantes y por sus beneficios sobre el sistema inmunológico. Por otro lado, aportan vitamina A y potasio, que resultan ser fundamentales para la recuperación tras el ejercicio.
Las acelgas
Además de ser fuente de vitamina A y E, contienen un porcentaje importante de minerales como hierro, calcio, manganeso y potasio, contribuyendo a mantener el buen estado de nuestros huesos. Las acelgas reducen el riesgo de sufrir calambres durante la práctica deportiva por lo que cualquier deportista los tiene que añadir a su lista de compra.
Las castañas
Este producto tan habitual en los paisajes urbanos durante el otoño nos proporciona hidratos de carbonos y ayuda nuestro cuerpo a reponer las reservas energéticas, lo que resulta de gran ayuda para prácticas deportivas de resistencia. Ofrecen también una gran cantidad de vitaminas y minerales.
Además de ser beneficiosos para la salud, comprar alimentos de temporada ayuda a preservar la sostenibilidad, la economía local y mercado de proximidad. En efecto, reduce el gasto en transporte y la huella de carbono que uno tiene al comprar productos que no corresponden a la estación.