¿La belleza se está convirtiendo en una obsesión? Esto es lo que sucede en nuestro cerebro
Maïte Issa, coach de desarrollo personal, nos explica por qué tenemos distorsionada la idea de la belleza.
25 octubre, 2023 02:00La excesiva importancia pública sobre lo estético o los pretty privileges se han convertido en temas de actualidad. Se debate mucho sobre si las personas físicamente atractivas obtienen más oportunidades y más receptividad por parte de la sociedad.
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Maïte Issa, coach de desarrollo personal, explica que es lo que sucede en nuestro cerebro para seguir ese sesgo y por qué llegamos a obsesionarnos con la belleza. Explica que se mezclan dos circunstancias: “la primera es la distorsión de la noción de belleza, y la segunda es la tendencia histórica de nuestro cerebro a compararse por razones de supervivencia”.
La coach explica que esta mezcla se convierte en una obsesión por un ideal de belleza que no existe en la realidad. En la era de las redes sociales el filtro es el nuevo maquillaje y los cirujanos estéticos viven un boom en sus agendas de operaciones.
Uno de los focos de este fenómeno fue el 2020. A raíz del confinamiento, las personas nos comenzamos a ver mucho más en videollamadas. Nuestra forma de vernos era a través de pantallas, y comenzamos a percibirnos con luces que no nos gustaban, detallar pequeños defectos que se veían en aumento y a compararnos con los demás.
El auge por conseguir esa imagen perfeccionada hasta lo artificial, ha distorsionado nuestros estándares de belleza y ha aumentado nuestros complejos.
Debido a esta distorsión, en las consultas de cirujanos plásticos hay un crecimiento de adolescentes y jóvenes que piden que les practiquen una cirugía para parecerse a un determinado filtro.
¿Por qué perseguimos la belleza?
A nivel evolutivo tenemos una parte de nuestra psique, llamada ego, cuya función es juzgar y protegernos del peligro. El ego comprende que bonito significa aceptado y que feo significa rechazado por el grupo. Es sinónimo de supervivencia porque, en el pasado, si un humano no pertenecía a un grupo o clan, no recibía alimentos ni protección, y, por lo tanto, no podría sobrevivir.
Hoy en día la belleza se ha convertido en la moneda de aceptación, pero la competencia es más fuerte, por el efecto de las redes sociales. Es una belleza muy trabajada porque hay muchos filtros y mucha cultura de la apariencia. Las redes sociales fomentan una cultura narcisista: muy pocas personas van a enseñar cuando están sin maquillaje, cuando no se ven bien o cuando están llorando. Por lo tanto, aparece ese nuevo nivel de exigencia y comenzamos a pensar que esta es la realidad.
Este es el nuevo criterio al que sentimos que debemos parecernos físicamente para ser aceptados por el grupo o clan, según nuestra mente primitiva. “El cerebro no ha evolucionado tan rápido como la sociedad, el cerebro es el mismo que hace decenas de miles de años. Entonces, según nuestro cerebro primitivo, creemos de forma obsesiva que debemos alcanzar esta apariencia para merecer amor, atención y aceptación”, detalla Issa.
Otro aspecto del cerebro que juega en favor de esta obsesión por la belleza, es el hecho de que la mente subconsciente no diferencia entre lo que es verdad y lo que es falso. Por eso, cuando vemos una película, lloramos cuando muere el personaje principal, aunque sabemos que el actor no se ha muerto en realidad. Por mucho que repitas que sabes que no es verdad, para tu subconsciente es real cuando tú ves a la gente con sus filtros o solo en sus mejores días.
De acuerdo a esto, nuestro cerebro está hecho para comparar y esto no podemos cambiarlo, pero podemos cambiar el foco de qué es lo que comparamos. Para lograrlo, Maïté Issa enumera tres consejos clave.
1. Cuida los contenidos que consumes
Deja de seguir todas las cuentas en las que detectes que solo hay apariencias perfectas, porque en vez de inspirarte, te bloquea o te crea frustración. Por ejemplo, las cuentas de nutrición en las que publican fotos del antes y el después generan una idea en la que te tienes que reducir a una imagen para encajar. Además, no refleja la realidad, porque en dos semanas esa persona puede ser muy diferente, pero eso tu mente subconsciente no es capaz de procesarlo.
Mejor cambia esta comparación por inspiración, elige siempre cuentas que tomen la realidad como referencia para construir. Para seguir el ejemplo, pueden ser cuentas que hablan de una nutrición más enfocada en la salud, y sin mencionar un peso o medidas ideales porque no debe presionarte para encajar.
2. Observa las conversaciones
Es muy común felicitarnos entre amigos por haber adelgazado. También nota que cuando recibes un cumplido, muy a menudo lo rechazas y tratas de poner el foco en algún otro defecto físico. Esto es perpetuar nuestra obsesión por la belleza.
Procura dejar de hablar del físico. Para ser positivos no necesitamos hacer cumplidos acerca de la belleza. Quita el protagonismo a la belleza e integra otros tipos de cumplidos.
3. Compárate contigo misma
El cerebro necesita la comparación para tener un sentido del mundo, pero puedes controlar con qué te comparas y en ese caso la mejor opción es compararte contigo misma. Puedes sustituir el estándar de belleza por el de autocuidado, compara cómo te cuidabas antes y cómo lo haces ahora, porque el autocuidado cambia desde lo exterior al interior.
El autocuidado integra todas las sensaciones de un momento de amor contigo misma, que puede ser la hidratación de tu cara o una meditación. Se trata de tu camino de progreso y de verte desde una forma más integral que no se reduce a lo físico.