¿Tener suerte es siempre una cuestión de actitud? ¿Qué hay de cierto en que todos somos capaces de atraer el éxito? Sus respuestas podrían encontrarse en el llamado "síndrome de la chica con suerte" que se ha popularizado en los últimos meses.
[¿Qué es el síndrome de María Antonieta?]
El equipo de la plataforma de psicología y psicoterapia 100% online Buencoco nos da algunas claves para entenderlo mejor.
¿Qué es el "síndrome de la chica con suerte”?
Partimos de la base que el "síndrome de la chica con suerte" no es un síndrome reconocido en psicología. En los últimos tiempos, se ha vuelto popular la creencia basada en los pensamientos positivos como forma de atraer lo que deseamos. ¿Cómo funciona esta idea? Se trata de tener confianza en que las cosas van a salir bien y de que todo lo que sucede actúa a tu favor.
"El síndrome de la chica con suerte" se pone en práctica visualizando que eres una persona afortunada y exitosa en la vida. Estas teorías sostienen que cuando te convences de que mereces cosas positivas, estas eventualmente llegarán a ti, ya que simplemente al creerlo estás abriendo la puerta para que sucedan.
¿Qué ventajas tiene? ¿Qué riesgos conlleva?
Como ventajas podríamos destacar que puede llegar a servir a algunas personas como la forma de concentrarse en aspectos positivos y en las oportunidades que se le presentan en la vida. Al final, tus pensamientos y la forma en que te hablas a ti misma tiene un impacto significativo en tus emociones, y, por lo tanto, en tu comportamiento. Las afirmaciones positivas pueden ser útiles siempre y cuando seas auténtico/a con tus emociones y permitas sentirte mal cuando sea necesario.
Obligarnos a ser felices tiene sus riesgos: cuando nos enfocamos en un objetivo específico relacionado con la felicidad, tendemos a experimentar otras emociones como la frustración y la decepción. Cada contratiempo y preocupación puede ser interpretada como pruebas de fracaso en ese alcance de la felicidad y esta visión no es una forma realista como forma de vida.
Toda esta perspectiva puede englobarse en lo que se llama "positividad tóxica", que cuestiona la tendencia a enfatizar el pensamiento positivo y resalta las posibles consecuencias negativas de esta corriente, como la negación del malestar y de aquellas emociones que solemos calificar como “negativas” y que en realidad son una parte sustancial de la vida. Creer que podemos cambiar las circunstancias, manipular los resultados o transformarnos como personas únicamente mediante el uso de pensamientos y actitudes positivas, aunque puede resultar tentador, no solo es engañoso, sino que puede conllevar diversas consecuencias, incluida la generación de sentimientos de culpabilidad.
Cuando las cosas no salen como las habíamos imaginado, tendemos a atribuirnos la responsabilidad de que el resultado no haya sido como deseábamos o esperábamos. En aquellas personas que además ya se sentían vulnerables, la decepción porque pongan en práctica estas teorías y luego no surtan efecto, puede ser todavía mayor.
¿Afecta a un perfil de personas muy concreto?
No creo que se trate de un perfil muy concreto de personas, sino más bien de personas expuestas sobre todo a redes sociales y, en este momento, en concreto a TikTok donde, sobre todo en las últimas semanas, se ha hecho popular a través de varias influencers nacionales e internacionales. Antes fue el That Girl que mostraba vidas perfectas y ahora surge este otro "fenómeno".
¿Funciona aplicárselo?
Como comentábamos antes, adoptar una mentalidad optimista y enfocarse en lo positivo puede enfocarnos más en las cosas y hace más probable que veamos las oportunidades y tengamos una actitud productiva para alcanzar metas. Puede ayudar a mantener una actitud positiva frente a los desafíos y a perseverar en la búsqueda de tus metas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que simplemente creer y visualizar cosas buenas no garantiza resultados. Una creencia en sí misma no puede cambiar circunstancias externas o controlar todos los aspectos de la vida. A menudo, hay muchos factores fuera de nuestro control que influyen en los resultados.
Por lo tanto, mantener una actitud positiva es correcto, pero hay que establecer metas realistas, desarrollar habilidades relevantes y tomar medidas prácticas para alcanzar los objetivos. Es la combinación de una mentalidad positiva y acciones adecuadas, lo que puede generar resultados positivos en tu vida.