¿El jabón es el remedio real para una piel sin granos? Una experta nos lo aclara

El acné es un problema muy común, sobre todo durante el periodo de la adolescencia. Aunque se trata principalmente de una cuestión física, puede suponer consecuencias psicológicas para la persona que lo sufre al no sentirse cómodo con su aspecto.

[¿Cómo combatir el acné adulto?]

Hay numerosos tratamientos, desde las tradicionales skin routines, remedios caseros, o en los casos más graves, el uso de fármacos. Si tu elección es la primera, es muy importante conocer tu piel y saber qué cremas y jabones van a ser los idóneos y cada cuanto debes aplicártelos. Hablamos con un experto para nos resuelva todas las dudas.

Tal y como nos explica Estefanía Arredondo, directora médica de Olyan Farma, el acné es una patología en la que entran en juego varios factores: la inflamación, el crecimiento bacteriano y la producción excesiva de sebo. Para atender todos estos factores y resolver el problema en su totalidad es necesario seguir varias pautas y aplicar diversos productos.

Uno de los más importantes es el uso de un jabón específico para nuestra piel. El jabón sí es un remedio real contra el acné, pues elimina las bacterias que ocupan el poro y lo obstruyen, lo que desemboca en una lesión. A su vez, eliminan el exceso de sebo. 

¿Qué jabón utilizo?

En términos generales, la experta nos advierte que debemos evitar los surfactantes y lo ideal es utilizar productos específicos que actuarán de coadyuvantes. Además, actuarán a largo plazo favoreciendo su prevención y disminuirán la agresividad del brote.

Ahora bien, dependiendo del tipo de piel que tengas necesitarás un jabón u otro. Si tienes piel grasa, el formato gel será tu solución. Tienen una acción seborreguladora y moderarán el pH epitelial controlando la producción de grasa. Lo ideal es utilizarlo nada más despertarte y antes de acostarse.

La piel mixta tendrá unas condiciones diferentes. La especialista nos detalla que lo más importante es controlar la producción de sebo en la zona "T" y no perder la hidratación del resto de la cara. El jabón en gel o en espuma serán su mejor aliado.  

En pieles secas su clave es mantener la hidratación. Por ello, buscaremos un limpiador respetuoso para huir de la sensibilización de la piel. La leche limpiadora es el formato perfecto para el team piel seca.

Muy importante fijarnos en la composición de los limpiadores. Estefanía Arredondo destaca como indispensable la acción seborreguladora y antibacteriana, acompañada de un efecto antioxidante o antiinflamatorio que ayude a disminuir las lesiones producidas por el acné.

¿Es suficiente tratar la piel con jabón?

Rotundamente no. El jabón es el primer paso para preparar la piel para higienizar la zona a tratar a la vez que realiza una acción de apoyo al tratamiento principal. Este dependerá del tipo de acné y del grado de la infección cutánea. Como siempre, todo especialista recomienda acudir a un dermatólogo.

¿Cómo lo incluyo en mi rutina de belleza?

Tal y como aclara la directora médica, la limpieza se realiza 2 veces al día. Si sobrepasamos las 3 aplicaciones fomentaremos la irritación y deshidratación de la piel. Siempre hay que usarlo antes que cualquier otro producto para maximizar la penetración de los activos que apliquemos después: antienvejecimiento, antimanchas, antiacné... de esta forma, maximizaremos sus resultados. 

El súper importante la doble limpieza por la noche para eliminar del todo los productos de maquillaje que hayamos aplicado y el exceso de grasa, así como la polución que queda en la piel después de todo el día.