La llegada de la primavera supone un punto de inflexión para analizar qué cortes o colores se mantienen en primera línea y cuáles descartamos porque quizás no se adaptan a esta estación o porque su interés está en caída libre.

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No es el caso, por ejemplo, del corte bob que se mantiene como patrón de todas las tendencias y sin ningún guiño a una posible bajada de solicitudes en The Beauty Concept Hair.

Os adelanto algunas propuestas…

Llegan muy fuerte los castaños iluminados o flash lights que consisten en aportar tonos de luz a una base castaña, de forma híper natural, donde el mantenimiento se resume en conservar el cuidado y brillo del cabello porque el color, al ser tan sutil y estar totalmente integrado, no requiere gran mantenimiento.

Sobre todo, debemos aportar luz a las zonas más cercanas al rostro para destacar pómulos, ojos o, incluso, difuminar aquellos rasgos muy marcados.

Los rubios Glow se fortalecen porque, al igual que buscamos nuestra mejor versión de una piel luminosa y cuidada, con este tono queremos recrear este efecto en nuestro cabello”.

El rubio con matices dorados y nórdicos es otra opción muy fuerte que imita un degradado producido por el sol, pero con un aspecto pulido, brillante y natural. Lo conseguimos mezclando varias técnicas, donde jugamos a crear puntos de luz con el fin de armonizar nuestro rostro.

También crece la demanda de los rubios o castaños cálidos para amantes del cobrizo, pero manteniendo un punto de naturalidad con sutiles tonos cobrizos en busca de la máxima luminosidad al cabello.

El cabello monocolor, es decir de un único tono con matices cálidos es otra tendencia a destacar, imitando a un color natural reflejado por la cálida luz del sol. Con matices dorados y cobrizos, destacando su luz propia, donde la base es un único color, sobre todo en las castañas.

Lo que aprendemos del color y esta primavera es a llevar y trabajar una melena sana, cuidada e iluminada, resaltando su máxima naturalidad.

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Y todo color tiene que ir acompañado de un buen corte que lo haga resaltar en su máximo esplendor, y es aquí cuando nuestro querido y amado bob nunca deja de sorprendernos en todas sus versiones...

Creo que es el bob es el corte que más se mantiene a lo largo de todas las temporadas, por su gran versatilidad y la facilidad de sentar bien a todo tipo de rostros, gracias al ajuste de sus diferentes largos.

En sus diferentes versiones podemos destacar el choppy bob, a la altura de la barbilla y con capas largas en busca de soltura y movimiento, con el complemento perfecto de un desfilado o flequillo para armonizar facciones, además de aportar volumen y seguir en la búsqueda del movimiento.

No podemos olvidarnos de nuestra versión long bob para aquellas no tan atrevidas que quieren conservar más el efecto melena.

Donde haya un corte que incluya jugar con el flequillo, al estilo años 70, podemos decir que comienza a tomar protagonismo el corte butterfly, simulando el efecto mariposa con volumen y dirigido hacia atrás, dejando despejado nuestro rostro, a la vez que potencia nuestras facciones por sus diferentes capas desafiladas que las acentúan.

La melena XXL también se impone, como demostró Nicole Kidman en los pasados Oscar, y que puede ser la opción para quienes aún no se han atrevido al super cambio del bob, y que aporta volumen y densidad con técnicas de texturizados y cortes limpios para simular cantidad, limpiando aquellas puntas ya empobrecidas.

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El broche final llega con tres propuestas de peinados que serán un triunfo primaveral:

Todos estamos enloquecidos con las ondas fabulosas y perfectas de la serie Emily en París, unas ondas glam con raya en medio y todas trabajadas a la perfección y en la misma dirección, por lo que parece que encajan como un puzzle, logrando ese glamur tan característico.

El efecto wet o húmedo, en todas sus versiones, ya sean ondulados, peinado hacia atrás, con raya en medio y caída natural. Lo ratificó Eva Longoria en los pasados Oscar.

Los recogidos bajos y altamente pulidos donde toma protagonismo el clásico moño de bailarina o castaña: raya en medio o lateral muy pulido, simulando efecto lifting.

Coleta baja texturizada con ondas. En este caso, el volumen lo realizamos en la propia coleta mientras que la parte recogida irá altamente pulida incluso con efecto wet, regalando todo su protagonismo a la coleta muy texturizada, con volumen e, incluso, un aspecto desenfadado respecto a nuestra raíz tan perfectamente pulida.

Para aquellos cabellos curly que, en ocasiones, parecen olvidados, mi recomendación es potenciar vuestro propio rizo con un difusor hasta que el mismo encrespamiento tome protagonismo por su aspecto desenfadado.

Por último, una vez trabajada y texturizada vuestra onda, con ayuda de unas tenacillas o cono extremadamente fino, potenciamos alguna onda salteada para conseguir ese toque de perfección muy sutil, pero sin saturar. Recordemos que la naturalidad está de moda.