Desde tiempos inmemoriales, los perfumes son sinónimo de lujo y fascinación. Hoy, las ediciones especiales de fragancias míticas se han convertido en regalos perfectos para épocas señaladas, como la Navidad. Nada mejor que un frasco que, además de contener un delicioso aroma, luzca como una auténtica joya por sí mismo. Entre los amantes de la perfumería fascinan esos botes tan bellos que no pasan desapercibidos en una estantería.
[La guía para ser una entendida en perfumes y conocer los secretos de las fragancias de éxito]
El olfato es, de todos nuestros sentidos, el que más recuerdos despierta, ya que se convierte en una especie de superautopista neurológica que transporta nuestros recuerdos desde la nariz hasta el hipocampo a toda velocidad. Por eso, nada como los perfumes para llevarte a la infancia o recordar a alguna persona querida.
Cuando yo era niña, en su neceser de piel beige, mi madre tenía una botella de perfume que me seducía. Se llamaba Mitsouko, de Guerlain. En su tocador, solía haber otro frasco de la misma fragancia, de un mayor tamaño. La singularidad de ambos era su tapón, de cristal, ancho y pesado como en las antiguas botellas de licor, que se sacaba para aplicar aquel perfume que suponía una auténtica oda a la sensualidad…
Aunque, para mí, sobretodo, olía a mi mamá. Hoy sé que aquel frasco que tanto me gustaba era una pequeña obra de arte diseñada por Raymond Guerlain a comienzos del siglo XX.
Perfumes icónicos
En 1912, Raymond Guerlain creó, en cristal de Baccarat, el icónico frasco de ‘corazón invertido’, una proeza técnica para la época, realizada con volutas inspiradas en el art nouveau y un modernísimo tapón, como un corazón ahuecado, ese mismo que llevaba el frasco de Mitsouko. Mucho arte para algo que, a todas luces, no era una simple botella de perfume, sino una auténtica joya.
Más tarde, en 1925, Raymond Guerlain ganó el primer premio en la Exposición de Artes Decorativas de París con el frasco de Shalimar que también diseñó.
110 años después, además de poseer la exquisita colección Les Légendaires, que homenajea homenaje a las creaciones de cinco generaciones de perfumistas de la maison desde 1828, Guerlain ha lanzado L'Heure Bleue Yves Klein Edition, una de aquellas míticas fragancias, ahora en una edición muy limitada a sólo 30 frascos de un litro y medio. Cada una de las botellas está en pintada en el icónico azul añil que patentó el artista Yves Klein. Y cada una de ellas cuesta la friolera de 15.000 euros.
La historia de Guerlain, desde sus inicios hasta hoy, muestra a la perfección la fascinación por los perfumes que van más allá, hasta lograr convertirse en verdaderos y codiciados tesoros. Piezas de arte que se podrían lucir con orgullo en cualquier salón y que, de hecho, se muestran en muchos dormitorios o baños como un detalle más de belleza.
Aromas de lujo al alza
Si bien los perfumes son una tentación en todo el mundo, y los considerados como joyas, aún más, lo cierto es que en España el sector tiene un poderío increíble. Las fragancias españolas están en el segundo puesto del top internacional, con exportaciones que superan a sectores tan fuertes como el calzado, el vino e incluso el aceite de oliva. Para hacernos una idea, la industria española de fragancias supone más de 40.000 puestos de trabajo de forma directa y más de 250.000 de manera indirecta.
Pero, además, nos encanta oler bien. Según datos de Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, en 2021 se vendieron en España nada menos que 79 millones de perfumes, 51 de ellos, femeninos. Y los favoritos en el número uno de ventas son los de lujo, más de un 72% del total. Nos gusta sentir ese punto de opulencia efímera.
Como apunta el estudio El perfume y su vínculo con la persona, realizado por Kantar para Stanpa, vestirnos con unas gotas de perfume, nos hace sentir seguros de nosotros mismos y más poderosos. No extraña, por tanto, que según ese informe, para el 94,6% de los españoles el perfume es un complemento esencial que usan con bastante frecuencia y hasta imprescindible, ya que un 54,7% lo usa a diario.
Por eso, un perfume joya se convierte en el regalo perfecto para esa persona especial en tu vida. Mucho más si es amante de las fragancias, algo, al parecer, muy habitual en nuestro país.
Las firmas de belleza son conscientes de ello y lanzan en estas fechas ediciones especiales, muchas de ellas efímeras, que servirán como maravilloso recordatorio cada vez que se aspire el aroma elegido.
Good Girl Gold Fantasy, de Carolina Herrera (129 €). Ya lanzaron un frasco de coleccionista, combinando el dorado con el stiletto en negro, pero este año, la firma apuesta todo al oro con una creación que eleva la tentación hasta el infinito y más allá. Firma la fragancia la gran Louise Turner, que combina almendra, jazmín, narco y haba tonka entre sus notas. Su alta fijación hará que aguante toda la fiesta, hasta ver amanecer. Si te gusta el café –tiene un sutil y atractivo toque– y la sofisticación, es tu aroma.
J’adore, de Dior (desde 76 €). En cristal blanco con collar de oro, la nueva versión de J’adore, además de ser irresistible como nueva adquisición para tu colección de fragancias, es una obra de ingeniería aromática única. Creada sin alcohol, dura, sin embargo, como una eau de parfum. Su combinación de frescas notas florales es un verdadero homenaje a las flores blancas –no hay puntada sin hilo en la Maison–: neroli, jazmín sambac y magnolia de China. Sentirás como se funde en tu piel durante todo el día.
Nina Xmas Collector, de Nina Ricci (94,50 €). También en blanco como un manto de nieve se reinventa en Navidad una edición limitada de la icónica fragancia de Nina Ricci, de la que cuelga una estrella dorada. Una mezcla única de limón, gardenia, manzana y almizcle blanco ideada por el maestro perfumista Olivier Cresp.
En ella, sensualidad e inocencia se dan la mano. La aromática manzana con la que soñaría cualquier princesa ecologista: con un 90% de ingredientes naturales, el limón italiano que contiene procede de los frutos desechados en la industria por ser demasiado ‘feos’ –y usan hasta la cáscara, para no desperdiciar nada–. Una iniciativa preciosa y con ánimo de futuro. Sobre la piel, un aroma a bosque encantado.
Fame, de Paco Rabanne (128 €). La opción más retro y al mismo tiempo, la más moderna. Al jugar con su mítico vestido de cota de malla en versión 2.0, podrías imaginar a una Jane Fonda muy Barbarella perfumándose con este frasco robótico y lujoso, pero es la joven actriz Elle Fanning su embajadora en plan superstar ¡fotos, no!
Detrás de la creación de este precioso frasco creado en metal, hay nada menos que cuatro artistas de las fragancias: Dora Baghriche, Marie Salamagne, Alberto Morillas y Fabrice Pellegrin. Mango, bergamota, incienso, vainilla y sándalo para un aroma poliédrico, difícil de definir y perfecto para espíritus libres a quienes gustan sorprender.
Vinegia, de The Merchant of Venice (250 €). Los expertos en fragancias saben que cualquiera de las de The Merchant of Venice son auténticas joyas olfativas. En este caso, Vinegia es una explosión de sueños que nos llevan a Oriente y a recorrer los canales de Venecia.
Un frasco de cristal de Murano en dorados y azules, se abre para dejar paso al oud como el más poderoso elemento de una fragancia que se esconde entre máscaras aromáticas, como emulando el misterio del carnaval, en un juego de toques de cedro, rosa, pachulí y manzano. Dulces aromas de maderas exóticas sobre la piel. Muy indicado para personalidades fuertes y algo atrevidas.
LoveMe The Silver Parfum, de TOUS (115 €). Nuestro osito favorito se viste de plata para brillar esta Navidad. El frasco emula a uno de los icónicos colgantes y dentro guarda otro tesoro, una mezcla de mandarina y melocotón, jazmín y rosa y almizcle y sándalo.
Una fragancia deliciosa que transmite tanta alegría que te hará alzar la copa y celebrar estas fiestas. Ojo, sus notas afrutadas equilibradas con las florales tienen un punto adictivo. Ideal para personas disfrutonas que saben hacer especial cada momento.
Lavallière de Les Vestiare des Parfums de YSL (160 €). Una joya de aires arquitectónicos y minimalistas, tanto en la forma, con sus líneas puras, como en el contenido.
Además de homenajear la elegancia emblemática de las creaciones de Monsieur Saint Laurent, esta fragancia de género fluido la podrás compartir con tu pareja, es una explosión controlada y equilibrada de aromas envolventes: higo, grosella negra, florales verdes. El ying y el yang, lo masculino y lo femenino se funden en ella. Perfecta para personalidades enigmáticas.
Folie d´un Soir de Goutal Paris (155 €). En los años 70, el fotógrafo David Bailey descubrió a Annick Goutal, una mujer con una fuerte personalidad que se convirtió en modelo y mucho más.
Amaderada y especiada, esta fragancia es un homenaje a aquellos primeros años de la fundadora de Goutal Paris, que se convirtió en una célebre empresaria y una talentosa perfumista. Tan aguerrida como lo fue ella misma, su mezcla de mirra, incienso y cacao, con la rosa como su personal sello, no deja indiferente a nadie. Muy indicada para espíritus rebeldes que deciden su propio destino.
Mitsouko, de Guerlain (112 €). Quizá sea el chipre más famoso del mundo, desde luego es el más genial y, en su momento, cuando lo creó Jacques Guerlain en 2019, se colocó a la vanguardia en el mundo de los perfumes. Aroma oriental, misterioso y refinado, que combina el melocotón especiado con el pachulí, en un dúo sorprendente que hechiza. Perfecto para personas que dejan huella.