La cosmética japonesa se ha convertido en una institución en el mundo de la belleza. Algunos ingredientes, como el agua de arroz, se usan desde hace más de mil años, y siguen formando parte de las fórmulas más deseadas por los beauty addicts. Asimismo, productos como el Cure Natural Aqua Gel, premiado varias veces como producto del año y vendido cada pocos segundos en Japón, se han impuesto como productos básicos.
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No es por lo tanto de sorprender que la estética nipona haya inspirado una nueva tendencia de belleza, que ya cuenta con miles de adeptas: el white blush. Su objetivo es claro: "iluminar y dar brillo a los pómulos porque los hará parecer más grandes, que no más rellenos" explica Sephora.
¿Cómo conseguirlo?
Tal y como nos recuerda la marca, la preparación es clave. Antes de probar con esta técnica de luces y sombras, recuerda exfoliar (este paso no debe realizarse más de dos veces a la semana), limpiar y finalmente hidratar tu piel, según su tipo. Contrariamente a lo que se suele pensar, la grasa también la necesita. La clave está en apostar por fórmulas sin aceite.
Seguidamente, corresponde aplicar la sombra de ojos blanca en el lugar correcto. Solo falta difuminar unos polvos o un pigmento de base blanca sobra la parte alta de los pómulos y, justo encima, trabajar una sombra de ojos blanca, extendiendo el difuminado hacia las sienes. Recuerda difuminar bien, porque el resultado debe ser angelcore, o lo que es lo mismo, delicado y angelical.
Sephora recomienda sus polvos matificantes fijadores, con textura ultrafina, suave y sedosa, que alisan la textura de la piel y reducen la apariencia de los poros (15,99 €).
La influencer Megha Singh, quien cuenta con casi 200 mil seguidores en Tik Tok, nos explica en imágenes el paso a paso.
¿La heredera del blush draping?
Potenciar la zona de los pómulos es una técnica recurrente de maquillaje. Otra de las más famosas es la del blush draping que "consiste en marcar los ángulos faciales de nuestro rostro con color. Esta reinvención del colorete ha aparecido con el fin de resaltar las facciones más llamativas de nuestro rostro, consiguiendo una mayor dimensión en las partes aplicadas, al mismo tiempo que una cara fresca y juvenil" según comentan los expertos de Inhouse.
¿Cómo conseguirlo? "Mezcla los dos tonos y aplica justo debajo de los pómulos para contornear y definir los pómulos. Cubre la parte superior de los pómulos para graduar el color. Envuelve desde el ojo hasta la sien en forma de para mayor dramatismo. Cubra la punta de la barbilla y barra a lo largo del centro del cuello y el escote para asegurar el equilibrio general" según explicaron los expertos de Marc Jacobs en Instagram.
Una referencia para lograr este efecto luminoso es Cheek Pop Pearl de Clinique, "un colorete con iluminador para un acabado radiante. Este dúo colorete-iluminador aporta un toque de color y luminosidad muy natural. Los pigmentos nacarados aportan luz con un color graduable".
El secreto de esta técnica radicar en aportar toques de color difuminados y conseguir el equilibrio de volumen entre pómulos, mejillas y nariz.