La ruta de senderismo elegida por los viajeros como la más bonita del otoño: es Patrimonio de la Humanidad
- La espectacularidad del paisaje se intensifica con los colores típicos del otoño, haciendo de este lugar uno de los más aclamados del país.
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El otoño es una de las estaciones preferidas por muchos. No es de extrañar, la caída de la hoja y los colores dorados, rojizos y ocres con el que los paisajes se adornan, hace que cualquier lugar se convierta en mágico.
En España, uno de los destinos más impresionantes para esta temporada se encuentra en la provincia de Guadalajara: el Hayedo de Tejera Negra, un rincón único que invita a los amantes del senderismo y la naturaleza a perderse entre árboles milenarios y rutas que parecen sacadas de un cuento de hadas.
Ubicado en el municipio de Cantalojas, dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, este bosque no es solo uno de los hayedos más bellos de España, sino también el más meridional de Europa.
Este hecho le confiere un valor ecológico y paisajístico extraordinario. No es casualidad que haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2017, reconociendo su singularidad y la necesidad de preservarlo.
El Hayedo de Tejera Negra se encuentra en el corazón de la sierra de Ayllón, en el extremo oriental del sistema Central. Un destino ideal, especialmente entre los meses de octubre y noviembre, las hayas lucen en su máximo esplendor, pintando el paisaje con unos increíbles colores tan propios de esta época del año.
El microclima que lo preserva
Lo que hace tan especial al Hayedo de Tejera Negra es su peculiar microclima, que ha permitido la conservación de esta joya natural a lo largo de los siglos. Aunque está en una región donde predominan los climas mediterráneos, el hayedo tiene condiciones más propias de climas atlánticos centroeuropeos.
Esto es principalmente lo que ha favorecido su preservación. Además, el relativo aislamiento de la zona ha protegido este espacio de la intervención humana, conservándolo en un estado casi puro.
En este rincón, a poco más de una hora de Madrid, no solo encontrarás hayas majestuosas, sino también una rica diversidad de fauna. Zorros, corzos, jabalíes y tejones son algunos de los mamíferos que habitan el área, mientras que aves rapaces como el águila real se pueden avistar en los cielos.
Un pueblo con encanto
El punto de partida para visitar el Hayedo de Tejera Negra es el encantador pueblo de Cantalojas, que se encuentra a unos pocos kilómetros del bosque. Este pequeño pueblo de Guadalajara, de calles empedradas y casas de piedra, es un ejemplo perfecto de la arquitectura tradicional castellana.
La iglesia de San Pedro, con su historia que data de siglos atrás, es una parada obligada para quienes buscan entender más sobre la cultura y el pasado de esta región.
Además, Cantalojas celebra uno de los eventos más importantes de la comarca: la Feria de Ganado, que tiene lugar cada 12 de octubre, uno de los más antiguos de Castilla-La Mancha, es un testimonio vivo de las tradiciones y el folklore que aún perviven en la región.
Rutas de senderismo
Si te gusta caminar, el Hayedo de Tejera Negra te ofrece diversas rutas de senderismo, ideales para disfrutar del aire fresco y sumergirte en la belleza del paisaje otoñal.
Entre las más recomendadas está la senda de Las Carretas, un recorrido circular de seis kilómetros que atraviesa el bosque junto al río Lillas. Es una ruta accesible para la mayoría de los visitantes, con una duración de entre dos y tres horas, dependiendo del ritmo que lleves.
El punto de partida y finalización es el aparcamiento del parque, lo que facilita el acceso a esta maravilla natural.
Otra ruta muy popular es la senda del Robledal, que te permitirá explorar áreas menos transitadas del parque, con robles y pinos que se mezclan con las hayas, creando un entorno espectacular para caminar y fotografiar.
Deleite gastronómico
Ninguna visita a Cantalojas estaría completa sin probar la gastronomía tradicional de la región, que se vuelve especialmente deliciosa en los meses de otoño. Los restaurantes locales ofrecen platos contundentes como el cabrito asado de Jadraque, cocido a la perfección en hornos de leña, o la famosa caldereta de cordero.
Si eres amante de los sabores más auténticos, no puedes irte sin probar los hartatunos, un plato típico a base de patatas fritas en manteca, perfecto para recargar energías después de una jornada de senderismo por el bosque.
Para disfrutar al máximo del Hayedo de Tejera Negra, es recomendable reservar tu visita con antelación, especialmente en los meses de otoño, cuando el parque recibe un mayor número de visitantes.
El Centro de Interpretación del Hayedo, ubicado en la entrada del parque, es el lugar perfecto para aprender más sobre la biodiversidad del área y recibir consejos útiles para tu recorrido.