Ramona Gorraiz y Ainara Chocarro.

Ramona Gorraiz y Ainara Chocarro.

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Ramona, la 'yaya' de TikTok de 83 años que comparte sus rutinas de ejercicio: "Estoy cuatro horas en el gimnasio"

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Se define como "coqueta y presumida" pero, sobre todo, como una persona "muy activa, saludable y empoderada". Se trata de Ramona Gorraiz, una mujer andorrana de 83 años, aunque cualquiera lo diría. Su "cuerpazo" imponente es el resultado de las "más de cuatro horas" que se pasa todos los días en el gimnasio. En sus entrenamientos hace "de todo", y así lo hace saber a través de Instagram y TikTok. 

Cuenta casi con 50.000 seguidores, y sus vídeos de rutinas de ejercicio alcanzan el millón y medio de reproducciones. Pero no lo ha conseguido sola. Para ello ha contado con la ayuda de la entrenadora y creadora de contenido Ainara Chocarro -'Ainafit' en redes-. Sus caminos se encontraron en un gimnasio de Andorra y, desde entonces, la dupla se ha vuelto inseparable. 

Ahora juntas, con 23 y 83 años, están decididas a romper las normas del fitness. Bajo su proyecto 'Fit y Empoderadas' han creado una comunidad de mujeres con el objetivo de "inspirarlas, ofrecerles herramientas para que se cuiden así mismas y recordarles que todo el mundo puede tener un ritmo de vida saludable, sea cual sea su edad".

Empezó por una enfermedad

Ramona asegura que siempre ha sido una mujer muy activa, a la que siempre le ha gustado hacer ejercicio. Llevaba un estilo de vida muy saludable, comía bien y equilibrado, se ejercitaba... pero tuvo que endurecer más sus rutinas cuando su marido enfermó.

"Mi marido ingresó por un infarto cerebral y, cuando estás en un hospital, te sientes fuerte porque tienes a personal que te ayuda, pero en casa estás tú sola... y no es tan fácil. Él era una persona de 88 kilos y yo pesaba 53, era impensable el que yo pudiera levantarle. Fue entonces cuando me di cuenta de que para cuidarle a él tenía que cuidarme aún más a mí", explica Ramona a Magas.

Ramona y Ainara en el gimnasio.

Ramona y Ainara en el gimnasio. Cedida

No sabía muy bien por dónde empezar, pero no tardó en "empezar a trabajar". Se cogió sus mejores estilismos deportivos y se presentó en un gimnasio de Andorra, en el que pidió ayuda para enfrentarse a su nueva situación. "Me dijeron que tenía que coger fuerza, ganar músculo, y es lo que hice. Empecé a entrenar y gracias a eso estuve 12 años cuidando a mi marido". 

Ahora hace ya 19 años que su marido falleció, pero Ramona no ha dejado de entrenar "ni un sólo día". Aunque ahora, sus objetivos son distintos. "Desde entonces, voy al gimnasio a diario. Me tiro allí más de cuatro horas, pero ahora lo hago de otra manera. Ahora mi principal objetivo es pasarlo bien y divertirme. Antes a lo mejor si me obligaba a seguir mi rutina a rajatabla, pero ahora hago lo que me apetece. Un día brazo, otro día pierna, pilates, yoga... hago de todo. Pero porque yo me lo paso pipa entrenando", aclara con rotundidad. 

Una trasformación de mujeres

Se llevan 60 años justos, pero Ramona y Ainara han formado una dupla galáctica, a pesar de que hace tan sólo unos meses eran dos desconocidas. Sus caminos se cruzaron en un gimnasio de Andorra, un día que Ramona entrenaba como de costumbre. 

Casualmente allí se encontraba Ainara junto a su pareja. Ambos se dedican al mundo del fitness y, para ellos, el ejercicio es su modo de vida. Cuando vieron a Ramona, se quedaron fascinados. Nunca la habían visto por el gym, así que no dudaron en acercarse a hablar con ella. 

"Yo me dedico al entrenamiento personal, y para mí fue muy impactante ver a alguien de su edad entrenando así. La mayoría de la gente mayor no entrena fuerza, y mucho menos sola. Tampoco van al gimnasio con esa energía y con esa autoestima que ella trasmitía", cuenta Ainara. 

Como además de entrenadora es también creadora de contenido, Ainara animó a Ramona a grabar un vídeo para su cuenta de Instagram, 'Ainafit', y el resultado sobrepasó por mucho el esperado. "Yo quería animar a la gente a que siguiera el ejemplo de Ramona. Creía que podía inspirar a muchas mujeres, pero no me imaginaba que se harían tan viral", confiesa. 

Ese vídeo alcanza ya un millón y medio de reproducciones y, en vista del éxito causado, no dudaron en seguir haciendo vídeos juntas. "Al principio era por entretenimiento. Fue al mes aproximadamente cuando nació 'Fit y Empoderadas'", cuenta Ainara. 

Hacen rutinas de ejercicios específicas, planes de alimentación, contenido motivacional para revitalizar mente y cuerpo... y cuentan ya hasta con lista de espera para apuntarse a su 'club' de mujeres "empoderadas". Ni Ramona ni Ainara ven el final de todo esto. Para ellas, esto es sólo el principio, y creen que el éxito se debe a que ellas no trasforman cuerpos, sino personas. "Yo siempre lo digo. Yo no cambio físicos. Yo trasformo mujeres", sentencia Ainara. 

"Ni mis nietos me siguen el ritmo"

Ahora ya se considera "famosa de verdad", aunque asegura que siempre ha llamado la atención. En Andorra la miraban con incredulidad por la calle, porque Ramona siempre ha sido el centro de atención. "A mí siempre me ha gustado vestirme bien, elegante, y ver a una señora con este estilo por las calles de Andorra... no es lo normal. Algunos se giraban a mirarme con cara de '¿quién será?'".

Ahora ese éxito se ha consagrado gracias a las redes sociales, y Ramona cuenta que está "encantada". "Siempre me ha gustado ir mona a todos lados, y ahora también al gimnasio. Gracias a las redes ahora he conseguido llegar a más gente, pero yo ya me consideraba famosa antes", expresa entre risas. 

Para ella esto no es del todo nuevo, y es que de muy joven ya tuvo sus 'pinitos' como modelo, aunque nunca se dedicó formalmente a ello. "Yo de profesión era empresaria, pero siempre me ha interesado el mundo de la moda", confiesa. Ahora ya es todo un icono, tanto de la moda como del fitness

Luce su cuerpazo allá donde puede y, en ocasiones, le gusta retar a los demás. "Muchas veces mis nietos y mis hijos me intentan seguir el ritmo, pero no pueden", asegura. Afirma que a ellos "les hace mucha gracia" que su abuela sea tan conocida y que, incluso, "la gente se sorprende de que su abuela sea yo". 

Ahora, junto con Ainara, los números suben como la espuma y, desde luego, se les augura un futuro muy prometedor. Se siente la complicidad que tienen entre ellas "porque las dos somos del mismo signo del zodiaco".

Deshaciéndose en halagos entre ellas se despiden, dispuestas a seguir trasformando mujeres. Pero antes, no se olvidan de dar un consejo: "Hay que cuidar el cuerpo, pero también la cabeza. El ejercicio y la vida saludable son decisivos, pero, al final, esto también es mental. Mujeres, hay que aceptarse cada una como es, no lo olvidéis nunca".