Hubiera sido su gran puesta de largo, pero nuevamente los deseos de los seguidores de la realeza no podrán ver cumplido su anhelo. En poco de más de una semana, el palacio Christianborg abrirá sus puertas para la celebración del 18 cumpleaños del príncipe Christian de Dinamarca y por sus salones desfilarán algunas de las jóvenes princesas europeas, herederas al trono de sus respectivos países, en un cónclave monárquico muy esperado.
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Tal y como sucedió en el aniversario de Ingrid de Noruega, esta vez Leonor y Sofía tampoco se codearán con las royals de su generación, ni posarán con sus vestidos de gala y sus diademas. Ellas, hasta el momento, nunca han participado de estos eventos; los Reyes prefieren que sigan centradas en sus estudios y alejadas del foco salvo por sus deberes institucionales.
Así pues, el próximo 15 de octubre las protagonistas serán otras: por un lado la hija mayor de Haakon de Noruega y Mette-Marit y por otro la princesa Estelle, primogénita de Victoria de Suecia y Daniel Westling que ya han confirmado su presencia. A ellas podrían unirse otras representantes de las Casas Reales europeas como Elisabeth de Bélgica o Amalia de Holanda.
Las invitaciones se enviaron hace unos días desde Amalienborg. Las cartas fueron impresas y empaquetadas en la Secretaría del Mariscal de la Corte y luego selladas en la pequeña oficina de correos del Palacio Real, ubicada en el Palacio Amarillo. Tal y como explican en la web de los Glücksburg, el cumpleaños de Christian "se celebra con un cambio de guardia en Amalienborg, donde el Príncipe, junto con su familia y SM la Reina, aparecen en el balcón del Palacio de Federico VIII. Por la noche, la Reina ofrece una cena de gala en la que los invitados reflejan la propia generación del príncipe Christian".
No sólo habrá invitados reales, también han recibido su tarjeta representantes de una selección de organizaciones juveniles del país, así como jóvenes que se han distinguido en el mundo del deporte, el arte y la cultura. Además, hasta 200 jóvenes de la Commonwealth están invitados a participar en la celebración, ya que cada uno de los municipios de Dinamarca así como Groenlandia y las Islas Feroe han tenido la oportunidad de seleccionar a dos representantes de 18 años para participar en la gala.
Hay un código de etiqueta previsto para la gran cita y abre la posibilidad de ver a las princesas con sus joyas familiares sobre la cabeza. Las indicaciones que se dan para ellas es vestido de gala y se da la posibilidad de llevar tiara; ellos, con traje o uniforme adornado con sus condecoraciones. Así pues, Ingrid de Noruega podría volver a deslumbrar con su diadema al igual que la futura heredera de Noruega, que pese a su juventud, sólo tiene once años, ya despunta por su estilo. A estas dos princesas hay que sumarle también la presencia de Isabel, hermana pequeña de Christian, de 16 años, que podría también estrenar tiara la gran ocasión.
Un día antes de este baile de princesas, el primogénito de Federico y Mary de Dinamarca participará en una reunión del Consejo de Estado, donde hará una declaración solemne de que desea respetar la Constitución. Después de esto, podrá ser nombrado jefe de Estado, aunque no obtendrá un asiento en el Consejo de Estado hasta que se produzca un cambio de trono.