La primera dama de Mónaco está de vuelta y este septiembre su presencia en los actos del Principado está siendo mucho más habitual. Recupera así su puesto de primera dama, después de un tiempo bastante ausente por motivos de salud, lo que ha disparado todas las alarmas sobre su situación personal y el estado de su matrimonio. La princesa Charlène daba estos días un esperado paso al frente para confirmar que todo en su vida progresa adecuadamente, un símil muy oportuno teniendo en cuenta que ha roto su silencio con motivo de la vuelta al cole de sus hijos.
El príncipe Alberto y su esposa acompañaron a Gabriella y Jacques, de ocho años, en su primer día de clase en el centro escolar François d'Asside-Nicolas Barré, ubicado muy cerca del palacio Grimaldi. Felices y emocionados, los pequeños, vestidos con polos rojos adornados con el preceptivo escudo, empiezan una nueva etapa de su formación en este colegio católico.
La educación es importante para la pareja real, como Charlène ha explicado en declaraciones a loa prensa. Desea que reciban una buena educación académica que ayude a incrementar su confianza en sí mismos y, sobre todo, "que tengan una infancia feliz". Es consciente de que, por su posición, están muy expuertos: "Son solo niños, pero sujetos al escrutinio público". Desde la Familia Real monegasca se les ayuda a que comprenda si papel y se adapten.
La exnadadora sudafricana también ha hecho referencia a su estado de salud. Tras la grave dolencia de oídos que sufrió el año pasado y que la mantuvo lejos del Principado muchos meses, tuvo que ingresar en una clínica en Suiza para cuidar su salud mental. Ahora, asegura que se siente "en muy buena forma, feliz y serena". Tanto que tiene planes a corto plazo. "Camino habitualmente, pero me gustaría volver a entrenar en natación, para recuperar un poco más de energía y sentirme más fuerte".
La exnadadora considera el ejercicio clave en la rutina de sus hijos: "Lo primero que nos pareció fundamental a mí y a mi marido fue enseñarles a nadar, y que no le tuvieran miedo al agua". En estas declaraciones, Charlène hacía referencia en varias ocasiones al príncipe Alberto, aunque no desmintió abiertamente los rumores sobre una posible separación que llevan circulando meses.
No hizo falta, el propio soberano ya lo había hecho unos días antes de forma tajante. En una entrevista con la publicación italiana Corriere Della Sera negó las últimas informaciones: "Charlène está siempre a mi lado (...) No entiendo todos estos rumores que me duelen sobre ella de que si vive en otro lugar, en Suiza, con citas previas para vernos. Falsedad". Y añadió: "Charlène tuvo algunas dificultades hace ya muchos meses, pero ahora, gracias a Dios, las ha superado y está siempre a mi lado. Me apoya en la dirección del Principado, pero no estamos juntos las 24 horas del día, somos una pareja trabajadora y el trabajo a veces solo nos permite vernos al final de un largo día lleno de compromisos".
Además de acompañar a los pequeños en su vuelta al cole, la princesa también estuvo con su marido en uno de los encuentros del Campeonato Mundial de Rugby celebrado en Marsella (Francia). Así pues, la exnadadora sudafricana está de vuelta y siempre haciendo gala de su estilo. En sus últimas apariciones públicas ha sorprendido recurriendo a prendas algo diferentes a las que suele usar. El pasado 16 de agosto, durante el tradicional picnic de Mónaco, lució una llamativa camisa oversize de Etro de estampado paisley y floral con unos pantalones palazzo. Posteriormente, estrenó unos pantalones también de la firma italiana con un estampado parecido, combinados con un jersey de pico negro.