El sistema infalible para organizar tu cocina y mantener el orden para siempre (o casi)

Te has levantado con ganas de hacer una ensalada de pasta y no eres capaz de encontrar las pajaritas que compraste hace un par de semanas, o vas a ir de pícnic y no encuentras la tapa del tupper perfecto para llevar la tortilla de patatas que llevas toda la mañana preparando. Estas son situaciones que a todos nos puede pasar por no tener la cocina perfectamente organizada y no saber con certeza dónde está cada cosa. 

Pero esto tiene solución. No se trata de tener mucho espacio ni mucho tiempo, tampoco de ser extremadamente ordenado. La clave para mantener la cocina completamente organizada es colocar las cosas en un orden y espacio lógico, y volver a dejar cada cosa en su sitio tras utilizarlo. 

Así, con unos pocos pasos, podrás mantener ordenada tu cocina y cocinar tus platos favoritos dejará de ser un rompecabezas. Eso sí, necesitarás perder una mañana o tarde para poder organizar todo, pero el orden quedará para siempre (o casi). 

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1. ¡Todo fuera!

El primer paso de tu nueva vida en la cocina es sacar todo lo que tengas en los cajones y los armarios. Literalmente todo. Cuando tengas todo fuera, evalúa qué te puede servir y qué no: piensa si vas a volver a utilizarlo. Una forma muy útil es preguntarse cuánto tiempo llevas sin utilizarlo. 

También es importante evaluar los daños: si está roto, deséchalo. Acumular cosas en la cocina hace que la tarea de mantener organizado todo sea más difícil. Por ejemplo, los botes sin tapa o las tapas sin bote, que difícilmente volverás a usarlos. 

2. Clasifícalo por familias 

Habiendo hecho la selección, es hora de clasificar todo lo que has sacado. Una de las mejores formas es clasificarlo todo por familias. Por ejemplo, todas las especias juntas; todas las pastas y arroces en otro bloque; los tés y los cafés juntos, etc. De esta manera, será mucho más sencillo buscarlos en la cocina. 

Llegados a este punto, ya que nos hemos tomado la molestia de sacar todo, podemos aprovechar para hacer una limpieza profunda a los armarios y cajones que difícilmente haríamos si estuvieran todas las cosas dentro. 

3. Haz un croquis 

Antes de colocar todo en su sitio, es muy útil coger papel y un bolígrafo, y hacer un croquis de dónde podría ir cada bloque. Aquí es práctico pensar y relacionar con lógica cada bloque con su utilidad:

• Los vasos, platos, tazas, cubiertos y demás vajilla es preferible situarlo cerca del lavavajillas o, en su defecto, situarlo cerca del fregadero. Así, una vez lavados, será mucho más sencillo colocar las cosas en su sitio. Además, debe estar en una zona fácilmente accesible, pues serán las cosas que más utilicemos en nuestro día a día de la cocina. 

• Todos los utensilios para cocinar como las ollas, sartenes, tapas, medidores, coladores, etc., deben situarse preferiblemente cerca del fuego, vitrocerámica o placa de inducción. De esta forma, tendremos muy a mano todo lo que necesitamos para cocinar y no tendremos que volvernos locas para buscar por toda la cocina la tapa que nos falta. 

• Así como los utensilios, las especias, la sal, el aceite o el vinagre también deben situarse cerca del fuego, vitrocerámica o placa de inducción por la misma lógica. Por ejemplo, en el estante que está justo al lado de la zona de cocinar. 

• Los productos de limpieza o las bolsas de basura pueden ir debajo del fregadero. Así evitamos la contaminación de olores indeseados a los alimentos o a los utensilios. 

• Una idea adicional para determinar el lugar es situar todos los alimentos del desayuno o merienda en una misma balda o zona, ya que suelen tomarse a la vez. Así, el café, los tés, los cereales o las galletas pueden ir en el mismo sitio y evitamos abrir varios estantes a la vez para buscar el desayuno. 

• La harina, la pasta, el arroz, las legumbres o la maicena pueden ir juntas en una misma zona, ya que se tratan de alimentos que no se suelen estropear con facilidad y son fácilmente almacenables. 

• Otro truco que has de tener en cuenta al realizar el croquis es mantener todo aquello que más utilizas en las partes más accesibles. Por ejemplo, poner aquello que utilizas más en las partes de la estantería a la que llegas fácilmente con la mano. 

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4. Hora de colocarlo 

Ya sabemos dónde va a ir cada cosa, así que es el momento de colocarlo todo. Para optimizar el espacio del que disponemos, es muy útil utilizar cajas para almacenar las diferentes familias. En IKEA, por ejemplo, venden la caja Variera —disponen de varios tamaños—. En ellas, puedes meter todo el café y los tés, o todas las especias. 

La harina, pasta, arroz o legumbres se pueden meter en botes transparentes para tenerlos fácilmente identificados. Asimismo, puedes comprar unas pegatinas y tener todos los botes etiquetados. De esta forma, podrás ganar espacio en la cocina y tenerlo todo más ordenado. 

También existen diferentes opciones para aumentar el espacio de tu cocina como pequeños estantes, rieles, ganchos o colgadores que podrás incorporar a las paredes de tu cocina. 

Con estos pocos pasos, podrás tener la cocina muy ordenada y, al estar todo clasificado, será muy difícil perder el orden. Ten en cuenta que siempre tendrás que devolver cada cosa a su sitio y, así, tendrás la cocina organizada para siempre.