8 hábitos útiles para llegar a los 96 años: los trucos de 'tía Lilibeth'
De su preferencia por el uso del transporte público a los baños de agua fría… Estas son las ocho costumbres de la reina Isabel II de Inglaterra que deberías adoptar.
10 septiembre, 2022 11:33La reina Isabel II fallecía este 8 de septiembre a los 96 años de edad. Una de las monarcas más longevas y con más años de reinado en la historia del Reino Unido, que deja atrás un legado inigualable desde su subida al trono aquel 2 de junio de 1953. Pero más allá de ese aplomo y elegancia que todos conocíamos fuera de los muros de palacio, Isabel II también ha destacado por ser una reina fiel a sus curiosas manías y costumbres.
[Isabel II, una reina de costumbres]
Una reina que opinaba con sinceridad y franqueza sobre todo aquello que no le gustaba y todo lo que no podía soportar. Pero que también ha dejado claro siempre a su servicio todo aquello que no podía faltar en su día a día. Desde su amor por los perros a los que siempre ha concedido todos los caprichos, a su costumbre de ubicar siempre el escritorio en dirección al jardín o su afán por ayudar a los más desfavorecidos. Destacamos algunas de las costumbres y señas de identidad de la reina Isabell que quedarán para el recuerdo y que todos deberíamos adoptar.
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Preferencia por el transporte público
A pesar de que las fuertes medidas de seguridad y la expectación que siempre generaba su presencia en las calles la hayan llevado a moverse más veces de las que la reina hubiese querido en coches privados rodeados de seguridad, lo cierto es que Isabel II era una amante del transporte público. De hecho, la reina escogía este tipo de transporte para viajar hasta Sandringham al inicio de las vacaciones, pero eso sí, siempre rodeada de fuertes medidas de seguridad y en una estación mucho más despejada de lo habitual.
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Baños de agua a temperatura baja para activar la circulación
Tras los muros del palacio vivía una reina con muchas manías curiosas, pero también con algunas manías perfectas para integrar en el día a día. Otra de ellas es que la reina siempre optaba por darse dos baños diarios, uno por la mañana en el que la temperatura estaba ligeramente más baja y otro por la tarde con el agua caliente. En cuanto a la temperatura baja del agua por las mañanas, este era su mejor truco para empezar con energía a trabajar y activar la circulación. Todo ello para acabar el día relajándose con un baño de agua caliente perfecto para dejar a un lado el estrés del día.
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Escritorio y sitio de trabajo con vistas al jardín
Su lugar de trabajo en el palacio y más concretamente su escritorio da directamente al jardín y en él los artículos eran intocables. Nadie que no fuera ella tenía permitido tocar nada. Pero más allá de ese afán porque todo estuviese en su sitio, es importante destacar esas vistas a la naturaleza que la propia reina se encargaba de tener cada vez que tenía que enfocarse en su trabajo, algo ideal para incorporar a nuestro lugar de teletrabajo sobre todo porque está demostrado que ofrece trabajar en un ambiente más tranquilo, garantiza una mejor concentración y menor cansancio.
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Una sola y tajante expresión para enfadarse
Otra costumbre que siempre ha llamado la atención de la reina Isabel II es la manera tan única y tajante que tenía de expresar su desacuerdo o enfado con algo. Una palabra tan sencilla como: “Fascinante”.
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Afán por ayudar
Durante su reinado Isabel II fue directora de más de 600 organizaciones de caridad.
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Doble cumpleaños
La reina celebraba dos veces su cumpleaños. Una de ellas cada 21 de abril (día de su nacimiento) y otra el segundo sábado de junio, momento en el que se produce la celebración oficial marcada por el desfile militar Trooping The Colour.
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Adelantada a su tiempo y ayudando a la mujer a romper barreras
La subida al trono de Isabel II supuso la iniciación de muchos signos de avance en la época, pero también el empoderamiento de la mujer, que hasta entonces había estado relegada a la esfera privada del cuidado del hogar y los hijos, y que la reina consiguió llevar a la esfera pública, al ámbito político y cultural.
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Gran capacidad de adaptación
La magia y el verdadero prodigio y costumbre de Isabel II es que ha sabido adaptarse a los tiempos según iban cambiando y siempre sin perder el amor de los británicos. Y todo desde el mismo momento en el que empezó su reinado siendo solo una chiquilla.