Marta Puig, más conocida como Lyona, es autora de 'Madr¿eh?'.

Marta Puig, más conocida como Lyona, es autora de 'Madr¿eh?'. Alex Faimali

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¿Madre a los 40? El cómic que cuenta el camino a la fertilidad: "No nos ponen fácil el tener hijos antes"

Marta Puig, más conocida como Lyona, presenta su nuevo libro 'Madr¿eh?' en el que muestra, con dosis de humor, su experiencia en la búsqueda de la maternidad más allá de los 40. 

29 octubre, 2021 01:23

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Marta Puig, más conocida por su nombre artístico, Lyona Ivanova, siempre quiso ser madre. Lo tenía claro desde que era joven, pero las circunstancias vitales no se lo permitieron hasta que tenía cerca de 40 años. La ambición profesional, la inestabilidad económica y distintas parejas que no buscaban lo mismo fueron retrasando que pudiese plantearse seriamente el ser madre. Sin darse cuenta tenía 36 años y estaba sin pareja. Estaba dispuesta a embarcarse sola en la maternidad cuando conoció a su actual pareja y, cuando ella tenía 39, se pusieron manos a la obra. 

Tras un año de intentos acudieron al médico y descubrió que tenía que recurrir a tratamientos de fertilidad. Incluso con eso, las posibilidades de tener un bebé con sus propios óvulos eran reducidas. No solo por su edad, también por la endometriosis que sufría y de la que no le habían advertido que podía afectar a la fertilidad. A partir de ahí empezó un largo, costoso y complicado camino para lograr el embarazo.

Todo acabó bien y Lyona ya es madre, pero en este tiempo descubrió la falta de información que todavía tenemos sobre nuestro propio ciclo menstrual y la fertilidad. Por eso ahora publica Madr¿eh? (Random Cómics), un cómic en el que cuenta su experiencia dotándola de dosis de humor, pero también de información rigurosa sobre la fertilidad. "Decidí escribirlo para canalizar de alguna manera todo lo que me estaba pasando porque cuando te metes en un proceso como este alucinas. Cargas con mucha frustración, muchos nervios, miedos... Necesitaba volcarlo en algún sitio y que quedase escrito", cuenta a MagasIN.

Marta Puig, más conocida como Lyona, posa con su libro 'Madr¿eh?'.

Marta Puig, más conocida como Lyona, posa con su libro 'Madr¿eh?'. Alex Faimali

De alguna forma, Marta también quiere ayudar a todas esas personas que tengan que recurrir a tratamientos de reproducción asistida y darles esperanzas. "De esto no habla nadie. Hay muchísima gente pasando lo mismo y es como que está todo escondido. Quería hacer un libro que pudiera acompañar a la personas que están viviendo este proceso, que se lo están planteando o incluso que aún no lo han hecho, para prevenirles. Decir: si quieres ser madre ten en cuenta que hay unos factores que afectan, y que puedan tenerlo un poco en cuenta". 

Y es que, aunque es de sobra conocido que cuanto más mayor sea una mujer, más difícil puede ser concebir, pero, como ella dice, "siempre tienes la sensación de que no te va a pasar a ti". "Pienso que si hemos llegado a este punto es porque no tenemos suficientes ayudas ni nos lo ponen fácil. Por ejemplo, vas a una entrevista de trabajo y lo primero que te dicen es si quieres ser madre. Ves que si te quedas embarazada te van a echar o no te van a coger por el simple hecho de ser mujer. Esto lo he vivido y me ha afectado mucho. Había momentos que decía: ostras, quiero ser madre, pero si lo hago ahora desapareceré del mapa".

Un tabú

También vemos cada vez a más mujeres siendo madres más allá de los 40, pero desconocemos la historia que han pasado para lograrlo. "Muchas no hablan, por ejemplo, de que han pasado por procesos de fertilidad. Es súper legítimo, pero creo que ayudaría mucho a que las demás no se frustrasen"

¿El problema? Ella lo tiene claro: la infertilidad sigue siendo un tabú en nuestra sociedad. "Se piensa que una mujer, si no es fértil, es como que no funciona, está rota, incompleta". Todo ello unido a un tabú aún mayor, cuando la infertilidad es del hombre, al que también se le inculca que su capacidad de procrear está relacionada con su virilidad. "Les cuesta mucho aceptarlo, hablarlo y decir que tienen ese problema".

"También se suma el hecho de que si lo cuentas y luego no va bien tienes que aceptar ese fracaso y ver cómo reaccionan los demás. Es duro, pero a la vez creo que es necesario porque es si no estás sola con ese dolor. A mí lo que más me ha ayudado es poder hablarlo y sentir que he tenido un grupo de amigas alrededor que me apoyaban".

La montaña rusa emocional

Páginas de 'Madr¿eh?'.

Páginas de 'Madr¿eh?'.

Para ella, ese apoyo de sus seres queridos fue clave a la hora de superar el duro proceso. Recurrió a la fecundación in vitro, lo que implicó varios ciclos de hormonas, análisis extracción de folículos... Pero la peor parte casi, más que el dolor y los constantes pinchazos, para los que tuvo que superar su pánico a las agujas, fue la montaña rusa emocional. "Al final el peso recae en ti, aunque el problema pueda ser del hombre. Casi todos los procesos los vives tú: la estimulación, las extracciones... Es algo que aunque tengas a alguien al lado, a tu familia, amigas que te intenten apoyar es muy difícil de explicar y que puedan comprender lo que estás viviendo".

Durante los momentos más duros del tratamiento y la incertidumbre de la pandemia, porque a ella le coincidió el confinamiento a punto de empezar, incluso se replanteó si de verdad quería ser madre. "Había momentos que me preguntaba si quería ser madre porque quería o porque si una mujer no es madre no es una mujer. Aunque no creo en eso, tienes ahí unas semillitas del heteropatriarcado que nos han hecho pensar que estamos aquí para procrear y ya está. Aunque luchemos contra ellas están ahí plantadas y nos hacen dudar".

La endometriosis

En su relato también da un toque de atención a muchos médicos que aún hoy no practican su profesión con perspectiva de género. Ya no era que ella no supiese que la endometriosis que le diagnosticaron unos años antes pudiese alterar la fertilidad, es que no le informaron, igual que a otras muchas mujeres. Aún hoy esta enfermedad, que afecta a una de cada diez mujeres en edad fértil, está infradiagnosticada y se toma a la ligera. 

"Hay un sesgo machista en todo lo que afecta a enfermedades que afectan a mujeres o a personas con el sistema reproductor femenino. En el caso de la endometriosis, es súper evidente. Ahora se empieza a investigar, a diagnosticar, pero claro, si no se habla, si no se tiene en cuenta, si se menosprecia... En este caso como está relacionado con el dolor de regla se te dice: nada, es que no aguantas el dolor, es que eres débil, este dolor es normal... Yo me desmayaba del dolor y tener un dolor que te incapacite no es normal".

Pese a todo, con su libro Marta también quiere dar un mensaje de optimismo a todas las que se enfrentan a problemas de infertilidad y, por último, "aunque es una responsabilidad porque cada caso es un mundo", da un consejo para sobrellevarlo: "A mí lo que me ayudó fue relativizar y decir: mira, si no puedo ser madre biológica sé que lo seré de algún modo porque quiero serlo. Por ejemplo, yo me planteaba mucho el acoger, que creo que es una opción súper interesante, muy generosa y que tampoco se visibiliza mucho. Esto me ayudó a no poner tanta presión encima de mí".