“Hay que exagerar un poco para conseguir que las cosas cambien y ARCO tiene la posibilidad de esa plataforma”, proclama su directora, Maribel López. ARCO, la feria de arte contemporáneo más importante de España y una de las principales de ámbito internacional, ha abierto sus puertas este miércoles, 7 de julio, hasta el día 11, en los pabellones 7 y 9 de IFEMA.
Una edición que debía celebrar los 40 años de historia de la feria, pero que tendrá que aplazar su aniversario debido a la pandemia hasta el próximo año, en el que, si las condiciones lo permiten, se volvería a celebrar en sus fechas normales, el mes de febrero, y lleno de actividades especiales.
Pero cada año ARCO es mirado con lupa porque la participación de las mujeres artistas sigue siendo muy baja. En 2020 la presencia de las mujeres fue de un 32 por ciento; en 2019 fue de un 25,5 %, y en esta edición, aunque más pequeña por las consecuencias de la pandemia, parece que su directora, Maribel López quiere seguir impulsado la cifra hacia una mayor igualdad.
25 proyectos de mujeres
La organización ha decidido, por fin, impulsar una mayor presencia de las mujeres artistas, y esta edición y la próxima contarán con la sección “Proyectos de Artistas”, unos espacios diferenciados que muestran obras en solitario realizados por creadoras.
En total serán 25 proyectos de autoras, como Fernanda Fragateiro, Isabel Villar, Mari Chordá, Dominique González-Foster o Almudena Lobera, entre otras. El objetivo es que la iniciativa sea una palanca para que las artistas sigan creciendo y se aumente el exiguo porcentaje de participación.
“Mi primera respuesta, cuando me preguntaron hace un año por esto, era pensar: cómo voy a imponer a las galerías lo que deben hacer. Esa es una responsabilidad privada. Y en estos meses he pensado que no se trata de imponer, se trata de proponer proyectos de artista. Se ha recibido muy bien por parte de las galerías", explica a Efeminista, Maribel López.
Mirando al futuro
“Hay que exagerar un poco para conseguir que las cosas cambien y Arco tiene la posibilidad de esa plataforma. Y sí, creo en que este gesto, que es un poco simbólico, que son 25 proyectos este año, una cuarta parte de las galerías, funcione”.
López precisa que se trata de una propuesta para dos años, el 21 y 22. “Suelen ser proyectos algo más complejos, pero con más visibilidad. Se va ir incrementando y este empujón ha servido más de lo que yo pensaba. El porcentaje tiene que seguir creciendo”, ha subrayado la directora de ARCO.
Cambio de rumbo
De evitar firmar con nombre propio a vender su obra a precios más bajos, la figura de la mujer artista, históricamente relegada a un segundo plano, pisa con fuerza este año en ARCO 2021. “Cuando acabé la carrera de Bellas Artes decidí comenzar a pintar lo que me diera la gana, que se notara que lo había hecho una mujer. En aquel entonces muchas no firmábamos con nuestro nombre”, cuenta a Efe la artista Isabel Villar.
La obra de la veterana creadora se encuentra expuesta dentro de la sección “Proyectos de Artistas”. Desde que Isabel Villar llegara ARCO por primera vez han pasado 40 años, los mismos que cumple la feria. “A mi primer ARCO fui con el escultor Berrocal, y nuestras obras fueron las dos seleccionadas por la galería a la que íbamos. Ahora el lugar es aún más especial y me parece estupendo”, señala sobre esta iniciativa.
La obra de la salmantina de 87 años, protagonizada por la figura femenina en entornos de naturaleza, la lleva la galería Fernández-Braso, que también apuesta en la sección general por el trabajo de Carmen Calvo, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2013 y de Rosa Brun. “No valoramos la obra de forma diferente por ser mujeres o no, sino por su significación en la historia del arte”, explica Manuel Fernandez-Braso, uno de los directores de la galería.
A pesar de esto, aclara que sigue “existiendo un escalón con diferencias entre el lugar que ocupan el hombre y la mujer en el arte contemporáneo”, un aspecto que afecta a la cotización. Matiza que existen “horquillas muy amplias de precio”, que pueden llegar desde los 2.000 a 400.000 euros, en el caso de la obra de Calvo, dependiendo “del tipo de obra y sobretodo del currículum del artista”.
Dar voz
“Más del 70% de los artistas que representamos son mujeres y siempre ha sido así. Es bastante excepcional, pero partimos del planteamiento de dar valor a las obras que encajen en nuestra línea de proyectos, y en nuestro caso corresponde así”, explica Juan Curto, director de la galería Cámara Oscura, que acoge el trabajo de la finlandesa Elina Brotherus, y el de la holandesa Ellen Kooi.
Ambas artistas trabajan la fotografía, y sus obras se sitúan en una horquilla de 15.000 euros en el caso de Brotherus y 1.700 en el caso de Kooi. “La idea de que el precio del trabajo de las mujeres es inferior suele ser real, se corresponde a un factor histórico más que algo intencionado”, desgrana el director tras catorce años al frente de la galería.