La moda sostenible ha dejado de ser una moda para ser una necesidad para el planeta por los problemas de toxicidad y salubridad a los que condenaba a muchas zonas de la Tierra. Eso marcó mucho a Carmen Hijosa (69 años) cuando, en 1993, fue a Filipinas para estudiar para el Banco Mundial cómo se estaba trabajando el sector del cuero en ese país.

"Iba para hacer un cuero de mejor calidad y cuando empecé el estudio, vi que en el país había materias primas muy buenas, fibras naturales, y una industria y habilidades para producir algo con esto. También que el cuero es una industria que tiene un impacto negativo en el medioambiente y en la salud de la gente. Fue un impacto físico, moral, emocional y anímico".

Esta asturiana, que se marchó a Irlanda a montar una empresa con sólo 19 años, tuvo claro en ese momento que había que buscar una alternativa para que ponerse una chupa de cuero no tuviera el coste medioambiental y social tan alto como el que se está pagando hasta ahora e hipotecó hasta su casa para investigar y crear una tela similar pero hecha con piñas.

Carmen Hijosa.

"Las hojas de piña son muy fuertes, finas y flexibles; tradicionalmente han sido utilizadas en las Filipinas durante 300 años para confeccionar tejidos hechos a mano. Entonces, empecé a pensar: ¿Qué pasa si hago una malla con estas fibras de hojas de piña? ¿Será esta malla de fibras muy diferente al cuero?".

Durante esos años, completó su doctorado en textiles en el Royal College of Art de Londres, desarrollando el prototipo que dio origen, en el año 2013, a la start up Ananas Anam, que comercializa esta competencia 'verde' del cuero que ya han aplicado marcas como H&M, Hugo Boss o Paul Smith.

"Lo que tenía claro es que nuestro planeta necesitaba una alternativa para el cuero. Era una responsabilidad personal y con el planeta y con mi gente porque era un cambio muy poderoso para el medioambiente", aclara a MagasIN Carmen Hijosa desde Irlanda sobre piñatex, el invento que ha revolucionado el mundo de la moda. 

Residuos agrícolas

Hace ocho años, su lanzamiento fue casi pionero en la sostenibilidad que ahora se le exige cada vez más a cualquier prenda. "Ahora ha cambiado mucho el mundo de la moda, porque no podíamos seguir como estábamos. Empezamos vendiendo nuestro producto al sector vegano, que aún son muy buenos clientes, porque buscaban desesperadamente una alternativa al cuero que obviamente no querían ser el plástico que tampoco es bueno ni para el medioambiente ni para nuestra salud. Después llegaron los diseñadores independientes y las empresas más grandes y hoy la sostenibilidad es algo que se escucha todos los días".

La materia prima que conforma piñatex es un subproducto de la cosecha local de Filipinas. Esta fuente de residuos es significativa, ya que los diez principales países productores de piña del mundo crean suficientes hojas como para reemplazar potencialmente más del 50% de la producción mundial de cuero con el material de Hijosa.

Piñatex también requiere de mucha menos agua que otros tejidos, como por ejemplo el algodón, el cual consume más de 20.000 litros de agua por kilogramo. Además, se produce con menos productos químicos y emite menos CO2 en comparación con el cuero, lo que mejora aún más las credenciales de sostenibilidad.

Zapatos hechos con piñatex.

"Siempre habrá cuero porque es un producto derivado del mercado de la carne y hay que usarlo mientras tengamos ese masivo consumo de carne, que es demasiado si se piensa en la ganadería industrial que está dañando sitios como el Amazonas... Pero el uso del cuero va a bajar porque la gente tiene otra forma de pensar".

Entonces, ¿cuál será la tela del futuro? "No será sólo piñatex, que fue pionera, sino las fabricadas con materiales que vienen de residuos agrícolas, deshechos de frutas, en los mares del quelpo o de algas marinas... materiales que tengan menos impacto o incluso un impacto positivo".

España

Nuestro país está entre los cinco del mundo donde más tela de piñas vende Hijosa. Además, Ananas Anam tiene una sede en Barcelona donde se ha generado todo un ecosistema en pro de este tejido sostenible. "Tenemos colaboradores, empresas químicas con las que desarrollamos bioresinas, universidades con las que trabajamos... porque exportamos desde ahí".

El piñatex es un tejido muy versátil, bastante similar al cuero en apariencia, respirable y más ligero, lo que da potencial a sectores que no quieren tener productos pesados como en los vehículos. "Técnicamente funciona muy bien y trabajamos con empresas grandes como Hugo Boss que necesitan saber que podemos hacer un zapato con sus estándares de calidad, muy altos", aclara Hijosa.

Además de la industria de la moda, que es su principal cliente, también se han interesado por piñatex otros sectores como el interiorismo y el automóvil que han visto claros sus beneficios. "Este tejido está formado por recursos renovables en un 95% de la materia y estamos trabajando para que sea el 100%. Usa restos de la agricultura porque lo que no necesita casi agua, ni pesticidas ni tierra. No hay ningún producto químico negativo para el medioambiente y tiene un impacto positivo muy fuerte", aclara.

European Inventor Award

Este proyecto ha sido uno de los pocos elegidos por la Oficina Europea de Patentes (EPO) como nominado al prestigioso premio European Inventor Award 2021, en la categoría de pymes, uno de los más importantes en innovación donde no suelen aparecer muchas mujeres. 

"Estamos nominadas tres mujeres de 22 finalistas. No es un porcentaje muy alto y lo que significa es que hay que seguir luchando y dando ejemplo. Nuestra obligación como mujeres es inspirar a las generaciones que vienen diciéndoles que todo es posible y que aquí estamos para ayudar".

Carmen Hijosa advierte de que después de la pandemia, su empresa ha crecido y mucho porque la gente busca cuidar más el medioambiente y productos alternativos. Así que si se le pregunta por el futuro asegura que, además de querer ganar el premio que se anunciará en junio, tiene un plan de expansión muy ambicioso.

"Estamos abriendo la producción de fibra en otros países, ampliando nuestro equipo y desarrollando mejores máquinas que ayuden a los agricultores. La investigación no para y tenemos colaboraciones con grandes empresas. Es un futuro con gran potencial porque nuestro planeta lo necesita".

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