De trabajar como artista a participar en un proyecto que utiliza la la inteligencia artificial contra el Covid-19. Rocío decidió dar el paso y unirse por primera vez a un trabajo alejado del arte para ayudar en la carrera contra una enfermedad que ya ha dejado más de 28.000 fallecidos en España y 400.000 en todo el mundo.
Rocío Silleras Aguilar es doctora en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, especializada en arte sonoro, y ahora es una de las investigadoras del proyecto de la Universidad Complutense X-COV, que trata de desarrollar herramientas para analizar radiografías con la inteligencia artificial que detecten enfermedades como el Covid-19.
¿Cómo una artista ha llegado a un proyecto de esta categoría? Consciente de que para muchos de nosotros la conexión entre el arte y la ciencia es inexistente, Rocío explica con humor lo tecnológico que puede ser su trabajo. "En realidad el arte sonoro tiene mucha relación con la tecnología. De hecho, durante la tesis estuve más en la facultad de Teleco que en Bellas Artes", cuenta en conversación con MagasIN. "Sé que la gente lo ve muy raro pero en realidad tiene muchísima relación".
Con el objetivo de ampliar su investigación doctoral, Rocío se apuntó a las becas Samsung DesArrolladoras, un programa de esta compañía que busca "luchar contra la brecha de género en las profesiones STEM (tecnológicas)". Además de ser aceptada en el programa, fue una de las 40 alumnas con mejor calificación en las primeras fases de la formación (de entre 1.200 participantes), por lo que logró asistir al curso de especialización en inteligencia artificial.
Más tarde, gracias a la base conseguida, su experiencia previa con tecnología aplicada al arte y las ganas de contribuir a la lucha contra el coronavirus, entró a formar parte del proyecto X-COV.
X-COV: "Quería ayudar como fuera"
Estando en el último tramo de la formación de Samsung DesArrolladoras, Rocío comenzó a buscar proyectos científicos interesantes, y entonces encontró el X-COV, que entre otros premios, ganó el Hackathon CodeTheCurve de la UNESCO, un concurso en el que participaron más de 200 equipos de todo el planeta.
"Lo conocí en el Hackathon. Quería ayudar en lo que fuera, me quedé en Madrid por responsabilidad. En Valencia conozco a muchos grupos de investigación y gente que se había puesto a hacer cosas y yo desde aquí no podía hacer nada útil. No lo llevaba muy bien. Me animé a entrar al Hackathon de Madrid y allí lo encontré. Fue el proyecto que me pareció más interesante y sobre todo necesario con la que estaba cayendo".
Rocío cuenta que contactó con el director del proyecto Joaquín López Herráiz, profesor en la Complutense, simplemente "para decirle que me parecía súper interesante". "Le mandé cosas que había encontrado de otras redes neuronales, proyectos similares… y al final mira, me aceptó. Todos los miembros son radiólogos y físicos menos yo, soy la única que he llegado ahí de extranjis", bromea.
El objetivo del X-COV es desarrollar una herramienta que analice de forma rápida las radiografías para ver el estado presente así como la posible evolución de una enfermedad. En el caso del Covid-19, por ejemplo, "te ayuda a analizar las partes que puedan tener mal los pulmones, si es un tipo de neumonía u otra, y la evolución. Al final es dar información extra y objetiva a los médicos. Intentas optimizar su trabajo, que lo tengan un poco más fácil".
Desde un inicio ha sido pensado para usarlo contra el Covid-19, pero Rocío explica que se podrá aplicar a otro tipo de dolencias. También esperan que el acceso sea completamente gratuito para los hospitales. "Estamos buscando financiación para que para ellos sea gratis. No sé si al final se conseguirá porque ya sabes que las cosas de dinero…".
Incluso aunque no logren este objetivo, trabajan en dos líneas de investigación: "La idea es hacer una web 'open' que esté abierta a todo el mundo y luego la herramienta clínica conseguir que sea lo más asequible posible y si se puede hacer gratis pues perfecto". Ya hay varios hospitales interesados y colaboran con ellos con cuatro madrileños: el Clínico San Carlos, Hospital 12 de Octubre, el Universitario de Fuenlabrada y el Ruber Juan Bravo.
Tecnología en el arte sonoro
Rocío destaca que éste no es su primer proyecto tecnológico, aunque sí el primero alejado el arte. En 2018 ya realizó trabajos relacionados con las radiografías y la telemedicina, aunque de forma diferente. "Re(((son)))ance -un proyecto sonoro arte-terapéutico- lo hice en una beca de excelencia que me dio el Gobierno de México. Hice 3 piezas sonoromusicales basadas en grabaciones de resonancias magnéticas. Eso lo puedes transformar y editando sonidos, modelándolo… puedes acabar haciendo música. Aunque igual te parece un poco marciano".
El arte sonoro maneja "todo lo que tenga que ver con el sonido, que es la mayor parte de tecnología", desde instrumentos electrónicos a software. Por esa razón el trabajar en la investigación X-COV se le ha hecho "sencillo". "No sé si también el estar en esta situación te anima a ayudar. Pero es que la tecnología también es muy creativa. Parece que, no pero tiene una parte muy humana. A todo el mundo le parece que he pegado una voltereta y en realidad tiene mucha relación con cosas que he estado haciendo durante años".
Rocío considera importante ir renovándose y aprendiendo de una tecnología, la inteligencia artificial (IA), "que se va a meter en todas las áreas". "Todos los filtros de Tik Tok -una red social que en menos de cuatro años ha llegado a más de mil millones de usuarios de todo el mundo-, por ejemplo, tienen elementos de IA y mira, se pueden hacer cosas divertidísimas. En realidad está metida en el día a día pero la mayoría no se para a pensar ¿qué tecnología es la que hay detrás? Te diviertes y ya está".
Brecha de género en el arte
El programa DesArrolladoras de Samsung impulsa la formación de mujeres porque según los datos de la Comisión Europea, de media sólo el 40% trabaja en profesiones del sector STEM y quieren potenciar los perfiles tecnológicos. Muchas veces se argumenta que no es una cuestión de machismo, sino que es por el menor porcentaje de mujeres que estudian carreras relacionadas con la ciencia.
Sin embargo, en 2018 más del 60% del alumnado de Bellas Artes era mujer. Ese mismo año, en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) sólo el 25,3% de las artistas representadas era mujer. De ellas, sólo el 6,3% era española frente al casi 20% que representaban los artistas masculinos españoles.
A este respecto, Rocío opina que "sí que se nota esa diferencia". "No debería ser así porque en teoría somos los más progres y los más concienciados con estas cosas, pero luego se nota tanto en arte como en investigación, tristemente. Yo creo que son cosas culturales que están tan metidas a fuego que no se puede evitar".
No obstante, considera que "también se ha avanzado mucho". "Hace tiempo era todavía peor, por lo menos ahora sí que ves mucha más conciencia y más interés. Luego ya que se traduzca a la realidad es más complicado pero bueno". Por ejemplo ella destaca que en el proyecto X-COV los integrantes son casi mitad-mitad entre hombres y mujeres, algo que agradece a Joaquín, el director, "que tiene en cuenta ese tipo de cosas".
Actualmente más que la discriminación en su sector lo que más le preocupa es la falta de financiación. "Ciertos tipos de arte contemporáneo -entre los que está el arte sonoro- es complicado que reciban ayudas. El problema en arte viene más por ahí y porque es muy desconocido en España. En otras partes del mundo sí que está subiendo muchísimo y en parte creo que es por esa relación con la tecnología. También hemos pasado una crisis muy gorda y en tiempos de crisis ya sabes que el arte es lo primero que sufre", critica.