¿Supondrá un freno al coche eléctrico la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca?
- La nueva legislatura conllevará importantes cambios en el sector respecto a las propuestas del anterior presidente, Joe Biden.
- Más información: Estados Unidos aprobará nuevos aranceles de hasta el 100% para los coches chinos
Donald Trump ha ganado el pasado martes las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un acontecimiento que tendrá claras consecuencias para el automóvil. Es sabido que el republicano no es muy partidario de los coches eléctricos, al contrario que el exmandatario Joe Biden. Por tanto, todo puede cambiar, y bastante, en estos próximos cuatro años.
Hace unos meses, durante la Convención Nacional Republicana celebrada en Wisconsin, Trump fue muy contundente con su postura y señaló que "pondré fin al mandato de vehículos eléctricos desde el primer día". De esta manera, "salvaré así a la industria del automóvil en Estados Unidos de la destrucción total, que es lo que está sucediendo ahora mismo".
El nuevo presidente también puso en valor la importancia de la producción local, ya que hizo hincapié en que "mientras hablamos, se están construyendo grandes fábricas al otro lado de la frontera, en México (…), y China las construye para fabricar automóviles y venderlos en nuestro país".
"Cada uno de los sindicatos de trabajadores del sector deberían votar por Donald Trump, porque vamos a recuperar la fabricación de automóviles (…). Estas plantas se construirán en Estados Unidos y, si no están de acuerdo con nosotros, aplicaremos un arancel de hasta el 200% a cada automóvil y no se podrán vender en Estados Unidos", añadió.
¿Amigo de Tesla?
Aunque Trump no es amigo de los eléctricos, parece que sí lo es del dueño de la red social X (antes Twitter) y consejero delegado de Tesla, Elon Musk. Según responsables de la compañía de inversión Granite Shares, que concentra sus acciones en el productor de coches, declaró que el apoyo de Musk hacia el nuevo presidente siempre ha estado respaldado por el beneficio hacia "él y sus compañías".
Además, este apoyo "mutuo" también está vinculado a la tecnología de la conducción autónoma, una esfera que interesa especialmente a Trump. Y aunque la presidencia del candidato republicano puede ser negativa en general para el sector de los vehículos cero emisiones, ya que es probable que se supriman las rebajas y los incentivos fiscales a estos, la firma de Musk saldría igualmente ganando, según prevén los analistas de Wedbush.
Estas suposiciones se basan en la enorme escala y alcance que tiene Tesla en el mercado, que, ligado a un entorno sin subvenciones para los coches eléctricos y unos aranceles chinos probablemente más elevados, llevarían al fabricante estadounidense a hacerse con las ventas del país. Por su parte, la entidad de Musk ya ha palpado los primeros sucesos positivos.
Las acciones de Tesla, que cotizan en la Bolsa de Valores de Fráncfort (Alemania), se dispararon ayer casi un 14% al inicio de la sesión bursátil, hasta superar los 261 euros por título, tras la victoria de Trump. Con los inversores a favor del nuevo mandatario, el mercado confía en la influencia que pueda ganar el fundador de la automovilística, ya que se vaticina su papel de peso en el nuevo gobierno.
Renegociar el T-MEC
Por su parte, otra competencia que querrá abordar Trump es el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá en 2026, "en particular los salarios de los trabajadores y las inversiones chinas en el sector mexicano, lo que anticipa un conflicto comercial entre los tres socios norteamericanos", según predice S&P Global.
El banco canadiense TD anticipó en otro informe publicado también a finales de octubre que la propuesta de Trump de incrementar todos los aranceles aduaneros un 10% y la anticipada reacción canadiense provocará una guerra comercial en la que "la economía canadiense será castigada con dureza", según adelantó Efe.
El papel de Alemania
Tras el triunfo de Donald Trump, la patronal alemana de los fabricantes de automóviles (VDA) ha pedido a la Unión Europea un mayor esfuerzo para "mantener y ampliar" la colaboración con Estados Unidos, ya que la relación entre ambos bloques es "importante" para el orden y la estabilidad mundial.
Cabe destacar que, a cierre del año pasado, la industria automovilística alemana empleaba a unas 138.000 personas en Estados Unidos, de las cuales 48.000 trabajan para los fabricantes y 90.000 para sus proveedores.
Además, en 2023 se exportaron alrededor de 400.000 automóviles de Alemania a Estados Unidos y en el primer semestre de 2024 Washington fue el principal comprador de las exportaciones de automóviles germanos. Para los proveedores, según la VDA, Estados Unidos es el segundo mercado receptor de las exportaciones después de China.
"Cualquier cambio en las condiciones marco puede afectar a la situación económica de la industria y, por lo tanto, también al empleo en Alemania, pero también en los Estados Unidos", ha avisado la patronal.
A juicio de la VDA, Estados Unidos cada vez se centra más en sus propios intereses, por lo que "es probable", advierten, que la tendencia siga aumentando. En consecuencia, Alemania y Europa, a su juicio, "deben asumir una mayor responsabilidad".