Si nuestro coche se ve implicado en una catástrofe natural como una DANA declarándose siniestro total… ¿Qué indemnización podemos recibir? Hay que tener en cuenta que, en este caso, hablamos de "daños extraordinarios", es decir, fenómenos como inundaciones, tormentas o terremotos.

Así que no, ningún seguro privado cubre esos daños ni aunque sea a todo riesgo. El único encargado que puede actuar ante este tipo de escenarios es el Consorcio de Compensación de Seguros, siempre y cuando la persona o el bien afectado estén asegurados y tengan su seguro en vigor en el momento en que se produjo la inundación extraordinaria.

Por su parte, las solicitudes de compensación pueden presentarse directamente por el propio asegurado afectado o, en su representación, por su aseguradora o por su mediador de seguros. Una vez tenemos esto claro, entra en juego el concepto del valor venal del coche, un término que aparece a la hora de contratar un seguro y que dictamina cuánto dinero nos pueden dar por el vehículo perjudicado.

Cabe mencionar que la gota fría de Valencia ha causado daños a más de 100.000 coches, lo que se traduce en el 5% del parque móvil de la provincia valenciana, cifrada en 1,8 millones, según los datos proporcionados de 2023 por la Dirección General de Tráfico (DGT).

En línea con esto, fuentes del Ministerio de Economía señalan que el Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido 46.000 solicitudes de indemnización, de las cuales la mitad corresponden a daños en vehículos. En consecuencia, se han habilitado 69 puntos (entre desguaces y campas) para que sean los peritos de las aseguradoras los que los identifiquen.

Qué es el valor venal

Según señala el RACE (Real Automóvil Club de España), el valor venal de un coche es el precio que tiene el vehículo en el momento anterior a producirse un siniestro (siempre que no sea total) o en el instante de querer venderlo en el mercado de segunda mano.

A la hora de comprar un automóvil, este tiene un valor venal específico que va depreciándose según pasan los años, aunque hay ciertas excepciones. Dicha cuantía depende de la marca, el modelo, las características propias del vehículo y su antigüedad, pero no se tiene en cuenta el kilometraje o el mantenimiento, salvo que se trate del valor de mercado en el que también se contemplan elementos extras o de tuning.

Cómo se calcula

Para calcular el valor venal, las empresas aseguradoras parten del precio oficial del coche, una cifra que estipula el Gobierno y que publica periódicamente en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en una tabla de valoración ordenada por marcas y modelos.

Este precio se basa en las características de cada vehículo y es el que se tiene que utilizar de referencia para tasaciones, indemnizaciones, y/o peritajes, según indica el RACE.

Por ende, las aseguradoras toman como base ese valor oficial y le aplican un determinado porcentaje para calcular la depreciación, que varía en función de los años de antigüedad, tal y como se muestra a continuación:

Como se puede apreciar, cuántos más años tiene el vehículo, menor es el porcentaje venal. Por esta razón, a veces las compañías aseguradoras declaran como siniestro total un coche aunque pueda seguir circulando. El motivo es que el coste de la reparación supera el del valor venal.

Si tomamos como ejemplo un Dacia Sandero, un Seat León y un Volkswagen Passat, con distintos años de antigüedad y determinados sistemas de propulsión, podemos apreciar que las indemnizaciones serían las siguientes (calculadas mediante una regla de tres):

La tabla muestra que, con edades de entre cuatro y quince años, las compensaciones oscilan, por lo general, entre 2.000 y casi 4.000 euros. En cuanto a los plazos de actuación del Consorcio, la entidad debe efectuar el pago de la indemnización en un plazo de hasta tres meses tras la fecha de reclamación.