Llamativa noticia. Los españoles, a la hora de comprar un coche nuevo, no dan tanta importancia como pensamos a los elementos de seguridad o incluso a la reducción de emisiones mediante la electrificación.

De hecho, a la hora de elegir un coche nuevo, realmente lo que los usuarios buscan es la fiabilidad de la marca, el consumo de combustible o el equipamiento multimedia, antes que cualquier otro argumento de compra.

Al menos esto es lo que señala un estudio realizado por Bosch y Fesvial, en el que se trata de analizar la importancia de los sistemas de ayuda a la conducción en la venta de los vehículos y para el que se ha realizado una encuesta telefónica a cerca de 150 concesionarios de las cinco ciudades españolas y se ha sumado también la fórmula de simular ser un cliente oculto.

Entrega de las llaves de un coche en un concesionario.

En concreto, este trabajo de campo realizado a los vendedores de coches ha permitido conocer que la primera razón de compra a la hora de optar por un vehículo nuevo es la fiabilidad de la marca.

El segundo criterio en este sentido es la fiabilidad de la marca en la que el usuario está interesado.

Las ayudas a la conducción son obligatorias.

Y como tercer criterio de compra está el equipamiento multimedia e internet, seguido -en cuarta posición- de la potencia y las prestaciones.

Por tanto, hay que desplazarse hasta la quinta posición para conocer la importancia que tienen los sistemas de seguridad como las Ayudas a la Conducción (ADAS) para adquirir un nuevo vehículo.

Recordamos en este sentido que estos ADAS son los sistemas avanzados de asistencia al conductor, como el control de crucero adaptativo, la alerta de cambio de carril, la advertencia de colisión lateral o la detección del punto ciego, que facilitan la conducción y están diseñados para evitar colisiones con otros vehículos.

Además, en sexta posición también están las emisiones contaminantes, lo que significa, por tanto, que los compradores dan más importancia a otras cuestiones ante posibles criterios de compra como las mencionadas ayudas de seguridad o la electrificación. Asimismo, un tercio de los vendedores consultados señalan que los clientes no valoran suficientemente los sistemas de ayudas a la conducción.

El estudio se enmarca en el nuevo contexto normativo de la Comisión Europea, por el que a partir de julio de 2024, varios sistemas van a ser obligatorios en todos los vehículos de nueva matriculación, tal y como se recoge en el Reglamento General de Seguridad 2019/2144 de la Unión Europea, que incluye los nuevos requisitos de seguridad en los vehículos, de la protección de sus ocupantes y de los usuarios vulnerables de la vía pública.

"El estudio tiene la finalidad de poner de manifiesto el rol de las ayudas a la conducción en el proceso de comercialización de los automóviles desde un enfoque centrado en las ventas de los concesionarios, los conocimientos y creencias de los vendedores y las demandas e intereses que tienen los clientes a la hora de adquirir un nuevo vehículo", ha señalado Lorenzo Jiménez, responsable de prensa de Bosch.

De hecho, dos de cada tres comerciales afirman utilizar estos sistemas en su proceso de venta, incluso en aquellas ocasiones en las que el cliente no muestra interés por ellos, aunque el 72% de los vendedores consideran que los clientes están dispuestos a pagar un coste adicional por un mayor nivel de seguridad en su vehículo, que podría situarse entre los 500 y los 1.000 euros.

Sin embargo, cuatro de cada diez comerciales indican que no han recibido "formación específica" sobre ADAS, y solo el 41,3% sabe indicar el funcionamiento correcto del control de crucero adaptativo y, respecto a la frenada automática de emergencia ante peatones y ciclistas, las respuestas correctas alcanzan tan solo el 56%.

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