Si hay algo que caracteriza a la marca nipona Mazda es su incansable búsqueda por mejorar la experiencia del conductor a bordo, un concepto denominado ‘Jinba Ittai’ que se centra en brindar al usuario todas las comodidades posibles para conseguir un momento único.
En el nuevo Mazda CX-60, el SUV de mayor tamaño de la gama, se plasma esta idea refinando la tecnología y la ergonomía del interior que se dirige hacia el conductor.
En este apartado nace el sistema de personalización del conductor de Mazda, el cual reconoce de manera exclusiva al usuario que se sienta al volante y ajusta automáticamente ciertos parámetros en función de sus necesidades personales.
En Mazda se dieron cuenta de que muchos conductores no adoptan la postura correcta dentro del vehículo. Y por ello decidieron proponer una solución.
En este sentido, lo que ha realizado Mazda es un desarrollo en el que un sistema es capaz de reconocer a cada conductor diferente que se siente en el vehículo.
Lo primero que tiene que hacer el conductor en este sentido es añadir su altura en el sistema Mazda Connect. A partir de ahí el vehículo utilizará una cámara para detectar la posición de los ojos y la forma física y el tamaño del conductor.
De esta manera ajustará de forma automática diferentes parámetros como la posición del asiento, el volante, los retrovisores, la pantalla Head Up Display e incluso la configuración del sistema de sonido y la climatización.
La principal funcionalidad de este sistema es ofrecer la mejor posición de conducción al usuario y que este disfrute plenamente de la conducción del vehículo y obtenga la máxima seguridad del vehículo.
En definitiva, que el coche se ajuste al conductor y no al revés. Para ello, el sistema de personalización del conductor de Mazda realizará tres funciones clave: guiado automático de la posición al volante, restablecimiento automático de los ajustes y asistencia para entrar y salir del vehículo.
En la primera función, el guiado automático de la posición al volante, se utiliza una cámara que determina la posición de los ojos del conductor y otros datos sobre su ergonomía para considerar qué es lo que más le conviene. A partir de eso, se ajusta automáticamente el asiento, el volante, la pantalla Head Up Display y los retrovisores exteriores, para adaptarlos a la posición de los ojos del conductor.
En la segunda función, el restablecimiento automático de los ajustes, se recuperan los ajustes individuales establecidos previamente por el conductor. Para ello se utiliza el reconocimiento facial y una base de datos que integra el propio coche con más de 250 variables y configuraciones posibles. El sistema puede guardar hasta seis perfiles diferentes e invitados. Un ejemplo de ello es la posición del volante o los ajustes de los sistemas de sonido y climatización.
Por último y no menos importante, la tercera función de asistencia para entrar y salir del vehículo permite desplazar y recolocar el volante y el asiento para facilitar el acceso.
Nuevos elementos tecnológicos
Con unas líneas limpias y puras, el interior del nuevo Mazda CX-60 cuenta con tres zonas de instrumentos principales: un cuadro de mandos digital de 12,3 pulgadas, un ‘head up display’ de gran tamaño y una pantalla multimedia central de 12,3 pulgadas, con toda la información y sin distracciones para el conductor.
El cuadro de mandos se emplaza como una gran pantalla de 12,3 pulgadas donde se muestran diferentes mensajes de interés para el conductor como los modos de asistencia a la conducción y datos sobre el entorno.
Asimismo, incorpora el Sistema de personalización del conductor que se encarga de optimizar el ajuste del asiento del usuario; y de manera adicional, los mensajes sobre la actividad del modo Mi-Drive y sobre el arranque dinámico aportan una visibilidad extra que mejora la seguridad.
La pantalla Head Up Display tiene un tamaño tres veces mayor que la del Mazda CX-30. La ubicación y dimensiones de esta hace reducir los movimientos del conductor para su visualización, proporcionando información de utilidad y fácil de interpretar. Gracias a este elemento se eleva la sensación de seguridad durante la conducción, ya que el conductor no sufre distracciones y no tiene que apartar la mirada de la carretera.
En este sentido, además, los mensajes de texto tienen ahora un tamaño de letra más grande, así como una imagen mayor del navegador con información más detallada sobre la ruta. Por último, también se presentan de forma óptima los ajustes de los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) y la información sobre el estado de funcionamiento, para que sea posible leerlos con rapidez y sin esfuerzo.
Y todo ello con funcionalidades mejoradas de Apple CarPlay y Android Auto y con la posibilidad de cargar teléfonos de forma inalámbrica, además de incorporar conectores USB de tipo C.
Interior atractivo, intuitivo y fácil de usar
Todos estos avances de Mazda, se desarrollan además con una misma filosofía. Y es que el interior de sus coches, como el CX-60, además de ofrecer un diseño atractivo, sean intuitivos y fáciles de usar.
Otro ejemplo de un gran avance es la aplicación MyMazda, una app para el teléfono, tanto para iOS como para Android, y que permite localizar el coche de forma remota. Además, se pueden conocer otras características como el estado del mantenimiento, el nivel de combustible o los informes de servicio.
Con MyMazda además es una forma de tener controlado el vehículo de forma remota y recibir ayuda o asesoramiento desde el concesionario. Asimismo, se pueden recibir alertas, desbloquear las puertas, indicaciones de ruta e incluso activar la climatización en la versión híbrida enchufable.
En resumen, podemos decir que el Mazda CX-60, que está disponible con versiones híbridas enchufables y un innovador diésel con diferentes niveles de potencia, incluye todo lo que se necesita para tener una conducción cómoda, relajada y segura.