Hoy se ha aprobado en el Congreso de los Diputados la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España. Se trata de un texto clave para sectores como la industria del automóvil, puesto que supone dejar atrás el motor de combustión (con 135 años de historia) para apostar hacia una movilidad 100% eléctrica.
A la espera de su publicación en el BOE, el texto de la Ley del Cambio Climático señala que tanto los turismos (es decir los coches), como los vehículos comerciales ligeros (las furgonetas) que se vendan como nuevos "no más tarde de 2040" sean "vehículos con emisiones de cero gramos de CO2 por kilómetro".
Esto, en otras palabras, significa que en cuestión de menos de 20 años solo se venderán en España vehículos 100% eléctricos. De ahí que, para entonces, todos los coches (más furgonetas y motos) con motores de gasolina, diésel, microhíbridos, híbridos e híbridos enchufables habrán desaparecido de los concesionarios y no se podrán comprar como nuevos.
Quedan, por tanto, menos de dos décadas para decir de una manera definitiva adiós al motor de combustión en la automoción, un invento que habrá tenido una duración de algo más de 154 años (fue patentado en 1886).
Esta medida, además, también afecta a los híbridos y los enchufables, estos últimos están catalogados como vehículos de cero emisiones. La razón de esta desaparición de estos electrificados, aunque pueda 'sonar' raro, es porque tanto los híbridos como los enchufables cuentan con motores de combustión, que, de alguna manera u otra, expulsan emisiones.
Y, en este sentido, los legisladores han sido claros. Solo pueden ser vehículos "cero". Por lo tanto, no hay más alternativa que la de un vehículo 100% eléctrico, salvo que esté matriculado como "histórico" y no tenga un uso de fines comerciales.
En este sentido, la ley también señala que esta medida implicará "previa consulta con el sector, medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i".
Hasta cuándo podré comprar un diésel o gasolina
Es la pregunta del millón y que se hacen muchos usuarios. Y la respuesta no es fácil darla, puesto que no hay un calendario fijo. Si bien, sí podemos adelantar algunas cuestiones principales.
Por ejemplo, todo parece indicar que precisamente serán los diésel los que dejarán de venderse primero. Si bien los diésel emiten menos CO2 que los motores de gasolina de igual potencia, también hay que reconocer que los motores de gasóleo son más perjudiciales en cuanto a emisiones de NOx, que son las más dañinas en las ciudades por la contaminación.
En este sentido, algunas marcas ya han decidido dejar de ofrecer diésel en sus modelos pequeños. Por ejemplo, Seat con el Ibiza o Volkswagen con el Polo no venden motores de gasóleo. Y lo mismo ocurre con Renault con el Clio. Por el contrario, otras firmas como Peugeot, Citroën u Opel sí cuentan en su catálogo coches pequeños (208, C3 y Corsa) con motores diésel.
Esto quiere decir que los coches urbanos y pequeños son más que probable que de aquí a poco tiempo solo se comercialicen con gasolina, que no tiene una caducidad tan cercana.
En cuanto a los modelos más grandes, también hay marcas que ya han dejado de lado el diésel para apostar por los híbridos enchufables. Por ejemplo, DS, con el nuevo DS 9, ya no lo comercializa con motores de gasóleo, y sí lo hace con gasolina e híbrido enchufable, a pesar de tener un tamaño grande. En este sentido, DS ya ha señalado que solo venderá híbridos y enchufables en 2025. Y otra firma como MG ya solo vende coches enchufables y eléctricos, dejando atrás a los de combustión pura.
En relación con las firmas que ya han dicho que serán 100% eléctricas, además de Tesla –siempre ha sido eléctrica- y Smart –solo vende ya eléctricos-, tenemos a Jaguar (que lo hará en 2025), Mini (en 2030), Ford (en 2030) y Volvo (en 2030).
Hasta cuándo se podrá circular con un diésel o un gasolina
En cuanto a la circulación, la nueva ley del cambio climático señala que "se adoptarán medidas para alcanzar en 2050 un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2".
Por lo tanto, en 2040 solo se venderán vehículos eléctricos y, diez años más tarde, en 2050, todos los vehículos del parque de turismos (todos los coches, motos y furgonetas que se muevan en nuestro país y que hoy son cerca de 30 millones) será de cero emisiones. Esto significa que desde 2050 todos aquellos que nos desplacemos en un vehículo será 100% eléctrico o de lo contrario no podremos viajar en un vehículo de motor (eléctrico).
Puntos de recarga
Muchos dirán… ¿Y cómo nos moveremos en eléctrico si no hay puntos de recarga? Pues bien, en este sentido, la ley ya cuenta con algunas obligaciones. Como por ejemplo la de instalar infraestructuras de recarga eléctrica en las estaciones de servicio cuyas ventas anuales de gasolina y gasóleo superen los 5 millones de litros, alcanzado el 10% de la red.
Esta infraestructura de recarga deberá tener una potencia igual o superior a 150 kW o a 50 kW dependiendo del volumen de ventas.
Asimismo, el Gobierno pondrá a "disposición del público la información de los puntos de recarga eléctrica para vehículos de acceso público, dentro del año posterior a la entrada en vigor de esta ley, a través del Punto de Acceso Nacional de información de tráfico al instante gestionado por el organismo autónomo Jefatura Central de Tráfico".
"Para ello, con carácter previo, los prestadores del servicio de recarga eléctrica deberán remitir por medios electrónicos al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico información actualizada de la localización, características y disponibilidad de dichas instalaciones, así como del precio de venta al público de la electricidad o del servicio de recarga", señala la ley.
Zonas de Bajas emisiones en 2023
Asimismo, esta ley confirma que los municipios de más de 50.000 habitantes y los territorios insulares adoptarán antes de 2023 planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad incluyendo, entre otras, "el establecimiento de zonas de bajas emisiones antes de 2023".
Asimismo, la ley entiende "por zona de baja emisión el ámbito delimitado por una Administración pública, en ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente".
En definitiva, que todas las ciudades con más de 50.000 habitantes, que son muchas, tendrán que tener un Madrid Central (que ahora está en cuestión) o una Zona de Bajas Emisiones como la ZBE de Barcelona. En definitiva, toda una revolución para la industria del automóvil.