La semana pasada se aprobó en el Congreso de los Diputados el proyecto de ley de cambio climático y transición energética. Se trata de un paso más para reducir al máximo la contaminación de las ciudades. Una normativa que supondrá una transformación total de la venta de coches nuevos y de la circulación de los 24 millones de turismos que hay actualmente en las carreteras de España.
Un texto que, si bien ahora se ha remitido al Senado para continuar su tramitación y, por lo tanto, todavía no ha sido refrendado; sí es un buen termómetro para anticipar lo que está por venir.
Una futura norma, por tanto, que se puede interpretar como un calendario de obligatorio cumplimiento para todos aquellos que necesitan comprarse un coche en los próximos años.
Además, se trata de una situación clave para la industria del automóvil, puesto que supondrá el viraje definitivo hacia el coche eléctrico, tal y como analizaremos a continuación.
Y decimos que es el final del coche de combustión (los tradicionales motores de gasolina y diésel) porque, tal y como recoge esta ley, desde el año 2040 (es decir en menos de 20 años) solo habrá en los concesionarios vehículos de cero emisiones; lo que se traduce en coches eléctricos puros o de hidrógeno, dejando de lado la tradicional tecnología de combustión (incluso los híbridos y enchufables estarán prohibidos).
A ello se sumará que en 2050 no podrán circular los coches de combustión y que, desde bastante antes, en 2023, las ciudades grandes contarán con zonas de áreas restringidas. Analizamos a continuación cada uno de los aspectos de la ley.
Año 2023: Zonas restringidas al tráfico en las ciudades
Es la medida más cercana en el tiempo, puesto que apenas queda un año y medio para implementarla. En este sentido, el texto señala que "los municipios de más de 50.000 habitantes (…) introducirán medidas (…) que permiten reducir las emisiones incluyendo, al menos, el establecimiento de zonas de bajas emisiones".
Esto, en definitiva, lo que significa es que el ejemplo de Madrid Central o de la Zona de Bajas emisiones de Barcelona, se repetirá en prácticamente todas las capitales de provincia y en un gran número de ciudades de España. Lo que falta por saber en este sentido es la extensión que tendrá esta zona de bajas emisiones, si bien lo más razonable es que se produzca en los centros históricos de las mismas.
En este sentido, además, ciudades como Madrid o Barcelona ya están endureciendo las medidas para luchar contra los malos humos. Por ejemplo, Madrid podría crear una segunda zona de bajas emisiones que se sumaría a la del centro de la ciudad y, además, recientemente aprobó una nueva ordenanza de calidad del aire que, entre otras acciones, recoge "la obligatoriedad de que determinados vehículos realicen una revisión puntual en las ITV cuando los agentes de la autoridad detecten elevadas emisiones de humos mientras circulan por la ciudad.
Y Barcelona, también, hace unos días recordó en este sentido que ya no hay moratoria para los comerciales ligeros que no tienen etiqueta de la DGT y que ya no pueden circular por la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad condal.
Año 2040: solo se venderán coches eléctricos
Tal y como recoge el proyecto de Ley del Cambio Climático desde el año 2040 aprobado en el Congreso esta semana solo se venderán coches eléctricos. Así lo determina el texto que señala "los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0 gramos de CO2/km".
Por lo tanto, queda claro que la ley afirma que desde 2040 todos los turismos (y comerciales ligeros) nuevos deberán ser vehículos de cero emisiones de CO2. Si bien, es cierto que el texto no habla del concepto de prohibición de forma literal, en realidad sí deja entrever que no hay alternativa para los coches tradicionales de gasolina y diésel.
Entre otras razones porque un vehículo de cero emisiones solo puede ser, tal y como hemos señalado anteriormente, un vehículo eléctrico puro (con un motor eléctrico y una batería que lo alimenta) o bien un vehículo de pila de combustible o de hidrógeno (un motor eléctrico, una pequeña batería y un tanque de hidrógeno que alimenta la pila de combustible y que solo expulsa vapor de agua).
En este sentido, la ley también señala que "a tal efecto, previa consulta con el sector, se pondrán en marcha medidas que faciliten la penetración de estos vehículos, que incluirán medidas de apoyo a la I+D+i". Y también deja la puerta abierta a no eliminar del parque los vehículos calificados como coches históricos (aquellos antiguos que tienen una matriculación específica y un kilometraje limitado).
Año 2050: no podrán circular los coches de combustión
Por último, esta es otra de las restricciones claves en la nueva ley. Según dice el texto, "la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, en el marco de sus respectivas competencias, adoptarán medidas para alcanzar en el año 2050 un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2".
En este sentido, comentar, que si bien es cierto que no indica una prohibición, el texto refleja que los diferentes organismos públicos deberán "adoptar medidas" para alcanzar "en 2050 un parque… sin emisiones".
Una afirmación que implica que más allá de 2050 no podrá circular en España ningún vehículo que expulse CO2 por el tubo de escape. De ahí que, para entonces, solo podremos conducir y circular con coches eléctricos (y motos) o vehículos propulsados por hidrógeno. Por lo tanto, no hay más alternativa.
Asimismo y para conseguir este objetivo el articulado de la ley señala que "el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establecerá para el año 2030 objetivos de penetración de vehículos con nulas o bajas emisiones directas de CO2 en el parque nacional de vehículos según sus diferentes categorías".
Conclusión
Muchos dirán que de aquí a 2040 o 2050 queda todavía mucho. Y es cierto.
Sin embargo, en apenas dos años (en 2023) sí llegarán muchas restricciones a las ciudades que impedirán el paso a los vehículos más contaminantes. Y a este escenario se suman las normativas de las emisiones, que son cada vez más estrictas.
Por tanto, llegará un día -y no falta mucho (en torno a 2025)- que cuando busquemos coche en un concesionario, directamente no encontremos ya un vehículo de combustión.
Para entonces, es más que probable que solo existan vehículos electrificados (híbridos, enchufables y eléctricos). Y más todavía con la reciente aprobación del Plan Moves 3, que ofrece descuentos de hasta 7.000 euros.
Por lo tanto, esta transformación, en realidad, está a la vuelta de la esquina.