El parador desde el que disfrutar de las mejores vistas de Málaga: se levanta junto a la antigua fortaleza árabe
El hotel tiene capacidad para 38 habitaciones y se encuentra situado cerca de La Alcazaba y del Castillo de Gibralfaro.
19 abril, 2024 06:00Noticias relacionadas
Si hay un lugar desde el que contemplar la verdadera dimensión de Málaga, su luz y su extraordinario encuentro con el mar, ese es el monte Gibralfaro. Seña de identidad del paisaje de la capital de la Costa del Sol, que mira de frente al Mediterráneo y al puerto de la ciudad, este monumento natural ha sido asentamiento de diferentes civilizaciones, con especial protagonismo para la musulmana, que levantó la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro.
Edificaciones del siglo XI y XIV que comparten escenario geográfico con uno de los grandes hoteles de la ciudad, el Parador de Gibralfaro. Su posición privilegiada lo convierte en mirador único, hasta el punto de que, como presume el propio establecimiento, permite "las mejores vistas de la ciudad".
El aspecto del edificio es otra seña de identidad. Lejos de los diseños vanguardistas y modernos que caracterizan muchos de los alojamientos actuales, este hotel está marcado por la piedra como base. "Es el lugar ideal para descubrir la ciudad y disfrutar de las actividades que ofrece, tanto de ocio como deportivas y culturales que rivalizan con el mar y la gastronomía", presume el Parador de Gibralfaro en su página web.
El origen de este parador hay que encontrarlo en el año 1940, cuando el Consejo de Ministros aprobó la programación de nuevos alojamientos, uno de ellos en Málaga. Pese a este paso adelante, su construcción no fue inmediata. La elección del emplazamiento fue singular: junto a fortificación constituida por la Alcazaba y el Castillo del Monte Gibralfaro.
El Castillo de Gibralfaro había pertenecido al Estado a través del ramo de Guerra, aunque éste había cedido su uso al Ayuntamiento el 5 de noviembre de 1925. Los terrenos para la construcción de la nueva hostería eran los correspondientes a una franja de terreno de ancho variable en todo el perímetro de la fortaleza, denominada "zona de polémica", que había sido obtenida por el Ayuntamiento mediante expropiación a la condesa viuda de Pries.
El acuerdo de la cesión de una parcela de 7.900 metros cuadrados de terreno se efectuó por el Ayuntamiento el 9 de marzo de 1945 a la Dirección General de Turismo con destino a la construcción de una hostería de turismo. Tanto el proyecto como la dirección de obra, según se recoge en el Archivo Histórico Provincial de Málaga, fueron encargados al arquitecto José Joaquín González Edo.
El edificio, situado extramuros del castillo, constaba de dos plantas, y en su aspecto exterior resultaba "rotundo", debido a su fábrica de mampostería rugosa, que emulaba la construcción castrense.
La hostería se inauguró el 12 de diciembre de 1948. Sin embargo, los malos resultados económicos que presentaba hicieron que se iniciase el proceso de transformación en parador. Fue ampliado y reformado en 1993-1994. Actualmente, tiene 38 habitaciones.