La oferta gastronómica de Málaga da un salto de calidad con la llegada de Tragatá, la obra más "informal y desenfadada" del dos estrellas Michelin Benito Gómez. Y esto es hablar de palabras mayores. A diferencia de su galardonado Bardal, templo culinario para los más selectos, Tragatá es un modelo ajustado a un público más amplio, que va a tener la oportunidad de disfrutar de sus platos a golpe de tapa o de ración para compartir.
"Es un modelo en el que puedes repetir a diario", comentan fuentes conocedoras de la propuesta de Gómez. Y eso es justamente lo que se podrá encontrar en la capital de la Costa del Sol a principios de verano.
El nuevo establecimiento abrirá sus puertas en uno de los más icónicos edificios del Centro urbano, La Equitativa. La propuesta se asemeja a la ya disponible en la ciudad de acogida de Gómez, Ronda, y el espacio tendrá capacidad para unos 70 comensales.
Según las fuentes, la propuesta gastronómica será muy semejante a la ya existente en la Ciudad del Tajo. Y ello implica tener a mano una de las mejores ensaladillas rusas del mercado actual, o sus premiados callos, o su espectacular versión del bocadillo de calamares.
Más allá del favor de la crítica, que reconoce el valor de la oferta que Gómez hace en Tragatá, la clientela está igualmente convencida. En el portal Tripadvisor, los comensales le otorgan una nota media de 4,5 de un total de 5.
En su carta rondeña es posible encontrar bocados para abrir boca como el bollito de calamar con alioli y salsa brava por 2 euros; la bomba crujiente con salmorejo picante y ventresca en aceite (4 unidades) por 7,5 euros, o el mollete de Benaoján con panceta adobada, con, mayo chipotle y cilantro por 10 euros…
Para compartir, aparece su reconocida ensaladillas rusa, que en 2021 fue premiada como la mejor de España, por 12 euros; mismo precio el fijado para su tortilla de patatas jugosa con tartar de atún picante… Y así un largo etcétera de buenos platos.