Vistas de Málaga desde la cruz del Monte de San Antón.

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¿Cómo se llamaba antes Málaga? Este es el nombre del que pocos andaluces son conocedores

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Málaga, ciudad milenaria situada en la costa sur de España, ha sido testigo de un legado histórico que se refleja en la evolución de su nombre. Sus raíces etimológicas y culturales abarcan más de 3.000 años, moldeadas por las civilizaciones que la habitaron.

Su primer nombre fue Malaka, nombre que pudo tener su origen en la palabra Malac (Noctiluca), nombre dado por los fenicios a una de sus diosas. Así, este fue variando poco a poco, con el paso de los siglos. De los inicios fenicios, a la era romana, que cambió la 'k' por una 'c', a la llegada de los musulmanes, que metieron una 'q' y finalmente los cristianos, hasta llegar al nombre actual, con tilde y 'g'.

Sin embargo, muchos no saben que el significado etimológico de Málaga es algo así cmo lugar "en el que se trabaja el metal". La plataforma de idiomas online, Preply, realizaba este año estudio etimológico de los nombres de todas las Comunidades Autónomas de España, así como de sus provincias. El objetivo de este estudio era el de "descifrar el significado e historia de la geografía" del país. 

Siempre se había relacionado su etimología con un homenaje a la sal, al ser una zona costera, pero en este estudio dan a entender que su significado es el del lugar en el que se trabaja el metal. En concreto, de actividades metalúrgicas, aludiendo a su proximidad a yacimientos de cobre y plata.

Los inicios fenicios: Malaka

Fundada en el siglo VIII a.C. por los fenicios provenientes de Tiro, la ciudad fue bautizada como Malaka. Siempre se había dicho que este nombre reflejaba la importancia económica del puerto y la industria pesquera de la época. Los fenicios utilizaban sal para conservar pescado, lo que convirtió a Malaka en un centro comercial clave en el Mediterráneo.

Se conservan restos arqueológicos de la muralla fenicia de Málaga en el Palacio de Buenavista -Museo Picasso Málaga-, el eje entre las calles Císter y San Agustín y el Rectorado de la Universidad de Málaga; así como un tramo de la "muralla fenicia del puerto" de Malaka, aparecido durante las obras de rehabilitación del Palacio de la Aduana.

La era romana: Malaca

Con la conquista romana tras las Guerras Púnicas en el siglo III a.C., el nombre evolucionó a Malaca. Bajo el dominio romano, la ciudad se integró en Hispania y mantuvo su relevancia comercial, desarrollando además una rica actividad cultural y arquitectónica. Entre los vestigios de esta época destaca el Teatro Romano, construido en el siglo I d.C.

La influencia musulmana: Mālaqah

En el siglo VIII, Málaga pasó a formar parte de Al-Ándalus bajo el nombre de Mālaqa. Los musulmanes fortificaron la ciudad con la construcción de la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, consolidándola como un puerto estratégico del Califato de Córdoba. Este período dejó una huella profunda en el trazado urbano y la cultura local, elementos que aún son visibles en el centro histórico de la ciudad.

El nombre actual

Tras la Reconquista cristiana en 1487, la ciudad adoptó su forma actual, Málaga. Aunque el nombre conserva vestigios de sus etapas previas, representa el crisol de culturas que la han formado. Hoy, Málaga es conocida no solo por su historia, sino también por su vibrante vida cultural, destacando como cuna de figuras como Pablo Picasso.