A Alberto Díaz se le esfumó la timidez nada más subirse al escenario. El capitán del Unicaja ya había advertido que no es una persona de hablar en público, pero toda la timidez se esfumó nada más pronunciar la primera frase: "Como malagueño, no se le puede decir que no a uno de los amores de mi vida, mi ciudad, mi Málaga", afirmó el pregonero de la Feria de 2023 ante el público congregado en el Real.
Desde el inicio, Alberto reflejó el profundo cariño que siente por su ciudad natal, exclamando: "¡Málaga! ¡Mi Málaga! Qué orgullo y qué privilegio, no os imagináis… cuántas sensaciones y momentos me vienen a la mente." Las palabras del deportista se convirtieron en un recorrido por su historia, su infancia y su relación con una fiesta tan emblemática para la capital de la Costa del Sol.
En su agradecimiento inicial, el capitán del Unicaja tuvo presente al alcalde, Francisco de la Torre, por "esa llamada" con la que recibió la noticia de anunciar "nuestros días grandes": "(Esos en los que) gritamos a los cuatro vientos lo que somos y lo mucho que sentimos, los días de las calles del Centro y del Real", exclamó.
Si emotivas fueron las palabras dirigidas al regidor municipal, más especiales aún fueron las que dedicó al Unicaja, su club: "Me habéis formado como deportista, pero sobre todo como persona; y gracias a la Federación Española de Baloncesto, por cuidarme y por permitirme en todo momento compartir esta noche con mi gente y mi ciudad".
El mensaje, además de certero, contó con la precisión del momento, ya que pocas horas antes se había conocido la noticia de que Alberto Díaz era uno de los elegidos por Sergio Scariolo para formar parte de la selección española en el Mundial de Baloncesto. ¿Providencia? ¿Azar? Puede ser, pero la fórmula secreta reside en el esfuerzo y el trabajo del paisano.
Pero más allá de las alusiones deportivas, el pregonero se adentró en el mundo del recuerdo para caminar en la nostalgia de aquellas "primeras ferias" junto a su familia, rememorando momentos como "el olor a algodón de azúcar, las papas asadas, los puestos de comida o aquellos peluches que un niño desea tener en su habitación a toda costa". Las risas no faltaron cuando confesó con humor que, a pesar de ser pelirrojo, es malagueño y no escocés, como muchos piensan.
Reflexionó sobre la importancia de vivir el presente, del carácter abierto y acogedor que ha formado al malagueño y de la "mezcla de todas las culturas" como epicentro de una manera de ser "simpática y amable".
El deportista recordó momentos significativos de su carrera y cómo, incluso estando en campeonatos internacionales, la Feria de Málaga siempre estaba presente en su corazón. Comentó cómo en una ocasión, durante un campeonato en Lituania, buscó desesperadamente conexión WiFi solo para ver el pregón de Dani Rovira.
"Si Alberto no iba a la feria… la feria iba a Alberto. Ser malagueño se lleva dentro y se contagia, y la feria también. Allá donde estuviéramos, siempre estaban los amigos para llamarme o mandarme fotos de las anécdotas graciosas que pasaban cada día en la feria", añadió.
Incluso llegó a sacar su lado más reivindicativo cuando reflexionó sobre el modelo de socialidad, pidiendo dejar de lado las diferencias económicas, políticas, étnicas y raciales" y a centrarse en "tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen".
Todo ello sin olvidarse de la que hoy empieza: la Feria de Málaga. Con mayúsculas. Una semana en la que "tenemos una nuevas oportunidad" de crear recuerdos que "llevaremos con nosotros toda la vida": "Depende de nosotros dejar de mirar continuamente el móvil (un poquito no pasa nada) y mirar más los ojos de quien tenemos a nuestro lado, conocer gente que te aporte y te haga crecer (...). Es la Feria de Málaga, y esto es algo muy de verdad", enfatizó.
Destacó que Málaga es una ciudad abierta, moderna, emprendedora y llena de ganas de vivir. Haciendo énfasis en el presente y el futuro brillante de los ciudadanos, expresó: "El malagueño tiene un presente brillante, como he dicho, y esa es la mejor base para el futuro. Sabiendo de dónde venimos, y creyendo en lo que somos hoy, tenemos el mejor punto de partida para todo lo que está por venir."
Finalizó con un llamado a vivir intensamente, agradeciendo a todas las entidades y personas que hacen posible la celebración de la feria y concluyó con un resonante "¡Vivan los malagueños y malagueñas! ¡Viva Málaga! ¡Y viva la Feria!".
2023 será un año que pasará a la historia en la vida personal de Alberto Díaz. El mismo baloncestista reconoció que si alguien le hubiera avisado hace unos meses, habría pensado que le estaban gastando una broma. La victoria en la Copa del Rey, ser seleccionado para el Mundial... y piropear a la Málaga de sus amores como pregonero de la Feria. Casi na'.