Hacer un buen espeto no es cosa menor (o, como dirían algunos, es cosa mayor). Es considerado, de hecho, un arte en sí mismo: el de espetar o ensartar las sardinas con el suficiente tacto y rapidez en las finas y largas cañas para brasearlas. Alfonso Marín Muñoz sabe mucho de ello; tanto como para haber sido elegido como el mejor espetero de la Costa del Sol.
La IX edición del Concurso de Espetos de la Costa del Sol reunió este pasado sábado a 20 profesionales para elegir al mejor espetando y promover así la tradición de ensartar con caña de cañaveral.
Marín Muñoz se alzó con el primer premio. Este profesional se encagar de esta labor en el chiringuito Los Leones, ubicado en La Carihuela (Torremolinos). Este restaurante se ha mantenido en pie desde 1962 gracias a cuatro generaciones que han querido conservar la mejor tradición con un toque moderno.
El profesional Miguel Ángel Díez de los Ríos, del chiringuito Marina Playa, ubicado en Rincón de la Victoria, se alzó con el segundo puesto y Nicolás Joaquín Gavín, del chiringuito Trocadero, ubicado en la capital, con el tercero.
Para conseguir la distinción, estos espeteros tuvieron que pasar la prueba de preparar en directo el tradicional espeto de sardinas en caña de cañaveral, así como una pieza de pescado grande escogida por cada uno para exponerlos ante un jurado que valoró cuestiones como el tiempo de cocción, el sabor, la textura o la presentación.
Ese jurado estuvo compuesto por los chefs con Estrella Michelin Fernando Villasclaras y Diego Gallegos; el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga, Javier Frutos; el académico Manuel Duarte; el gestor de grandes cuentas de Barbadillo, Miguel Avisbal; la periodista del diario ABC, María Sánchez; y la miembro de la junta directiva de la Carta Malacitana, María José Ruiz.
Los ganadores obtuvieron un trofeo conmemorativo, así como un premio de 1.000 euros para el primer puesto, de 500 euros para el segundo y de 300 euros para el tercero.