Ando aún esta semana por Vietnam. El sábado pude pasear antes de volver a Málaga y el tráfico del puerto me parecía mucho mayor que el que recordaba de antes de la pandemia. Aquí, en Da Nang, la actividad no para de crecer, así que quise mirar los datos.
La renta per cápita en paridad de compra aún está lejos de China, que en 2000 eran casi iguales. China aceleró por 6 hasta los 19.300 dólares en 2020 frente a los 11.600 de Vietnam que “sólo” multiplicó por 5. En el mismo periodo, 20 años, España multiplicó por dos hasta los 40.700 dólares en paridad de compra.
El sudeste asiático está que arde en comercio. Aquí se concentra más población que en Europa, pero con una rabiosa juventud, la edad media debe ser de treinta y pocos, las economías crecen bien (por encima del 6-7%) con Vietnam, e Indonesia a la cabeza, pero Tailandia , Filipinas, Malasia y su escisión china, la isla de Singapur, le siguen de cerca.
La inversión extranjera directa es la mayor del mundo, aprovechando la ola de reubicación de actividades industriales fuera de China. Durante unos años Corea del Sur ha sido el primer inversor y Samsung cuenta con una planta de primer nivel de fabricación de teléfonos móviles.
Recientemente han sido las empresas niponas las que están liderando la inversión directa en el país de El Amante (1984) y de El Americano Impasible (1955). Me hubiera encantado ver aquella Indochina con los ojos de Marguerite Duras o Graham Green, pero al menos tenemos la visión que nos dejaron sus novelas, ambas llevadas al celuloide. Aún se me ponen los vellos de punta cuando recuerdo que Duras contó que muchos años después, cuando ella ya era un personaje muy conocido, Lee Von Kim la llamó para decirle que aún la amaba.
Derrotaron estrepitosamente a los franceses, luego a los americanos, les ganaron dos veces a los chinos y derrocaron a los jemeres rojos de Camboya, apoyados por China.
Si en 2016 se transportaban en el mundo unos 600 millones equivalentes de contenedores de 20 pies –TEU’s en la jerga del comercio-, Asia representaba algo menos de 400, pero en el 2021 la cifra alcanza, a nivel mundial, casi 900 millones de TEU’s y Asia supera los 500.
A pesar del COVID, esta región creció a un ritmo vertiginoso. El estrecho de Malaca, ese punto caliente y estratégico del comercio mundial, tiene en Singapur uno de los grandes mega puertos. Cuando su ampliación esté acabada en 2040 será el mayor del mundo.
Singapur, con un poco más de 700 kilómetros cuadrados, apenas la décima parte de la provincia de Málaga, invertirá en total 15.000 millones de dólares en este proyecto dotado de grúas autónomas (sin conductor), drones, apilados automáticos de hasta 11 alturas de contenedores. Una enorme concentración de tecnología. Conviene recordar que en esta pequeña isla la renta per cápita en paridad de compra era de 116.486 dólares, casi el triple que en España.
Nuestra segunda planta en Vietnam, inaugurada hace unos meses, está ya casi llena, y ya estamos apalabrando la parcela de al lado.
Cuando en 2015 fuimos a ver al agregado comercial en la embajada española de Ho Chi Minh City, el antiguo Saigón, para decirle que queríamos invertir aquí y que solicitábamos su apoyo, aquel almeriense reflexivo se sorprendió. José Antonio Bretones nos preguntó si estábamos seguros. No había ninguna empresa española con planta industrial productiva propia en Vietnam.
A la inauguración de la primera planta en 2016, le invitamos y por supuesto al embajador, y a Pere Relats, que inmediatamente vio las bondades. En poco tiempo se instaló en una planta muy cerca de la nuestra. Mi pronóstico, entonces, era que pronto seríamos más empresas españolas en Vietnam. Me parecía evidente, pero, seis años después, sigo viendo poquísima presencia de la actividad comercial española en esta región que es, sin duda, la más dinámica del mundo.
La hostelería se ha movido y tenemos algunos hoteles, con dos impresionantes Meliá, un resort en la costa hacia Hoi-Ann y otro en la ciudad, y en todo el país ya deben tener una docena, pero no parece que vayamos a capturar mucho más valor de esta pujante y abierta zona del mundo en la que el Fondo Monetario internacional predice que será la líder del crecimiento económico mundial entre 2022 y 2027. Me equivoqué, una vez más. ¡Vaya lumbrera!
Pisé por primera vez el país en mi luna de miel en 2009 y me maravilló. La gento no sólo es alegre, también lo está. Miran al futuro con brillo en los ojos, con ilusión.
En el norte de Vietnam, YCH Group, operador de Singapur y T&T Group, una constructora local, están acabando una terminal de contenedores en Vinh Puc con una inversión de 300 millones de dólares. Le llaman el SuperPort y estará funcionando el año próximo.
El centro de gravedad del comercio mundial se mueve hacia el Este y, si un día el comercio era fundamentalmente de sólo ida, cada vez más lo es de ida y vuelta y esto ha producido también una explosión de puertos secos que conectan la costa con el interior. Ahora, el 60% de las exportaciones de estos países ya no son a EEUU y Europa, sino que se hacen dentro de la región. Cada vez necesitan menos a occidente. Sus capacidades y su comercio les impulsa y dinamiza.
Mi amigo Manolo Fernández de La Carolina en Jaén tuvo el mandato como Asia Manager de buscar una localización nueva para una planta. Cuando me propuso Da Nang, no lo dudamos. Manuel fue nuestro Hernán Cortés y nuestro Fray Bartolomé de las Casas allí. Se jubiló y vive en Hanoi. Un jiennense universal en Hanoi. Ya ven.
Hemos creado un pequeño equipo de desarrollo de negocio sólo para esta región que ayer estaba muy contento de traer su primer pedido. Aún así en 2022 vendimos casi 7 millones de euros en Vietnam. Estoy seguro de que este equipo nos dará grandes alegrías encontrando nuevos clientes y oportunidades en estos países, que son mucho más abiertos al comercio exterior que Japón y China, los clásicos de la región, cuyas economías tienen importantes desafíos de descenso demográfico y están mucho más preparados para exportar que para importar productos de alto valor añadido.
Por ejemplo, Asia supondrá el 90% del crecimiento del comercio online entre 2021 y 2026. Es por esto por lo que los chicos de Singapur, que son muy listos, están capturando gran parte no sólo del comercio y la logística sino de la I+D, las finanzas y la inversión de la zona.
GLP, una gestora financiera de la isla, ha levantado dos fondos, uno de 1.100 millones para Vietnam y otro de 3.700 para Japón, además de los que ha levantado e invertido en China. El sexto de ellos es de 1000 millones de dólares y todos se destinan a inversión inmobiliaria para logística, naves, fundamentalmente.
Nosotros solemos ver en nuestros puertos contenedores de MSC (Mediterranean Shipping Company), una naviera italiana que ahora tiene la sede en Suiza y la creó un señor muy listo, Gianluigi Aponte, en los 70. Pues MSC es, si no la mayor, una de las mayores navieras del mundo por capacidad, y anunció hace poco, no uno sino cinco nuevos servicios en el sudeste asiático incluyendo 6.000 millones para un puerto en Ho Chi Minh city para 2027, que será el más grande de este país, que es capaz de hacer más proyectos público-privados siendo comunista que muchos de nuestras ensimismadas democracias europeas.
La competencia no es tonta y Maersk, que debe ser la segunda del mundo en estos momentos, compitiendo con MSC, compró, en agosto, LF Logistics, una de las mayores de Hong Kong, especializada en el comercio intra asiático, por 3.600 millones de dólares, con 223 almacenes y 10.000 empleados.
Para colmo la comida es deliciosa y el coste de la vida razonable con una inflación controlada. Me corté el pelo por dos “eurillos” en una “pelu” de un chico muy simpático con el pelo tintado de blanco y tatuajes de inspiración manga antes de sentarme en hotel a escribir estas líneas.
Sólo Vietnam ha multiplicado sus exportaciones de electrónica por 20 desde 2010 alcanzando los 140 billones en 2020. Las tensiones EEUU – China le han ayudado y de los 31 billones que los americanos han dejado de comprar a China para hacerlo a otros países de Asia, la mitad ha ido a Vietnam. Aquí están Foxconn y Pegatron, los fabricantes de los iPhone de Apple, Dell, HP, Google Phones, y la producción de Xbox de Microsoft, aunque Samsung, que ha anunciado un centro de investigación en Hanoi en 2023, es sin duda la mayor.
Cuando veo nuestra pequeñeces, nuestras miserias de comercio, nuestro inexistente corredor mediterráneo, nuestro eterno proyecto de puerto seco y la falta de audacia inversora, desde la planta 17 del hotel, por el que se ve el río que desemboca en la bahía de Da Nang y el tráfico de barcos que no para, las obras que avanzan a 4 turnos, el dinamismo de la ciudad, que empieza a llenarse de turistas surcoreanos, algunos australianos, y muchos de todo Vietnam para celebrar las vacaciones del Tet, el año nuevo lunar, este año será el del gato, pienso que estamos en el lugar más extremo del mundo, el más lejano de dónde suceden las cosas, el Sur de la vieja y ensimismada Europa. Esta gente tiene el Pacífico en el centro del mapamundi con Asia a un lado y América al otro. Nosotros somos casi las antípodas.
El jueves en Bangkok se inauguró la nueva estación Bang Sue con 24 andenes, capacidad para 600.000 pasajeros al día (la mayor de Europa, la Haupbahnoff de Múnich cuenta con 32 andenes para 450.000 pasajeros), que conectará con tres aeropuertos, y en el futuro con Kunmimg en el sur de China y Singapur. Una inversión de 1.000 millones de dólares que conectará por ferrocarril varias de las zonas más pujantes del mundo.
Tailandia ha pasado de casi 967.000 millones (967 billion) de dólares de PIB en paridad de compra en 2010 a 1.220.000 millones (1,22 Trillion americanos) en 2021 un crecimiento del 21%. Para que puedan comparar, en España en 2010 hicimos 1,74 trillones americanos de dólares en paridad de compra y, en 2021, 1,8 Trillones, un pírrico 4% en el mismo periodo según el Banco Mundial. Y Tailandia no es la que más crece, Vietnam, ha pasado de 553 Billion a 1,04 Trillion. Ha duplicado el tamaño de su economía en una década. Indonesia de 2 trillion a 3,25 y suma y sigue. La economía crece donde crece la masa de gente joven. Es evidente.
El entusiasmo y el ambiente se nota y en la educación también. En Vietnam, 1,3 millones de alumnos de menos de 15 años van al cole, fundamentalmente público, reportan un nivel de satisfacción por encima de la OCDE y España, 7.47 sobre 10, y algo muy importante, el 94,3% nunca faltó al cole, en nuestra piel de toro “sólo” un 70,4% no faltó.
Sus indicadores PISA son excelentes excepto en el conocimiento de una tercera lengua, que sólo lo tiene el 34%, pero sólo el 1% no estudia una lengua extranjera frente al 11,7% de la OCDE. No tenemos datos PISA del rendimiento de los alumnos en Matemáticas en Vietnam, pero en Singapur los alumnos puntúan 589, de los más altos del mundo, Malasia 440, Tailandia 419, frente 481 en España o 489 de la media de la OCDE.
Me gustaría pensar que nuestras autoridades no sólo son conscientes, sino que están trabajando en que en España y en Europa capturemos parte de ese valor, que haya sedes del Instituto Cervantes en las principales capitales, que haya acuerdos de doble imposición y tributación con las principales economías, que haya escuelas de vietnamita, o tailandés o malayo, que haya programas de intercambio de investigadores, profesores y alumnos universitarios con las principales universidades de este espacio económico puntero. Que un día haya conexiones aéreas.
¿Por qué no hay vuelos directos de nuestros aeropuertos a Singapur, o Hanoi o Bangkok como hay desde varias capitales europeas como París, Londres, Frankfurt, Múnich o Zúrich? ¿Por qué no usamos más y mejor los puentes culturales que personas como Alfonso Vegara de Fundación Metrópoli nos ofrece?
Hay tanto por hacer, desde extender los programas Eureka a planes específicos de Cofides, o del ICEX, desde aplicar reciprocidad en las visas hasta impulsar un mayor conocimiento mutuo en instrumentos como Casa Asia y el Instituto Cervantes. ¿Se imaginan ustedes un Barça-Madrid en alguna de esas grandes ciudades? ¿Para cuándo atraer a sus clases medias a visitarnos, a sus empresas a invertir en la que puede ser su entrada en Europa?
Hay tanto que aprender. Nuestras universidades bullendo de talento del sudeste asiático serían una siembra de futuro enorme. En las de California pululan indios, coreanos, taiwaneses, chinos, vietnamitas, singapurenses, vietnamitas…. Recuerden que el fundador taiwanés de la mayor empresa de semiconductores del mundo, TSMC, estuvo en California formándose y trabajando.
Sólo hacen falta 1.500 euros, 20 horas de avión y la Samsonite para plantarse aquí a vender de todo, desde vinos y aceite de oliva, a software, desde cosméticos a esencias, desde inteligencia artificial a robots, desde arte a música y cine o moda, desde hoteles a arquitectura y planeamiento urbanístico o videojuegos y camisetas hápticas del Polo, o libros de Luz Gavás y Manuel Vilas, incluido turismo de calidad, para la gran cantidad clases altas y muy altas que se están generando aquí. Pensemos.