Mientras decenas de miles de personas salen de sus casas abarrotando las carreteras y los aeropuertos en la búsqueda de playas paradisíacas y ciudades monumentales, un grupo de arqueólogos cuentan los días para regresar al Cerro del Villar. El yacimiento, que algunos vienen a comparar con "la Atapuerca de la cultura fenicia", será por tercer año consecutivo epicentro de una ambiciosa campaña de excavación.
Así lo ha anunciado este jueves la Universidad de Málaga, que ha precisado que la expedición, que investiga este asentamiento del siglo VIII a. C., se llevará a cabo del 26 de agosto al 20 de septiembre.
Al frente de la misma, como en las ediciones anteriores, va a estar el profesor del Área de Prehistoria del Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA, José Suárez. Del equipo científico formarán parte varios investigadores de la institución malagueña, así como de universidades andaluzas e internacionales, caso de Chicago (EE. UU.) y Marburgo (Alemania), entre otras. También se contará con el apoyo de especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI).
Bajo el nombre, Cerro del Villar: naturaleza y temporalidad del proyecto territorial fenicio arcaico en la bahía de Málaga, esta nueva campaña se enmarca dentro del proyecto aprobado el 15 de febrero de 2022 por la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía y está gestionado por el Vicerrectorado de Investigación y Divulgación Científica de la Universidad de Málaga.
La investigación es financiada por la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, colaborando a su vez con otras instituciones locales, como el Área de Cultura, la Gerencia de Urbanismo y el Distrito de Churriana del Ayuntamiento de Málaga, así como la Fundación Málaga y la Diputación provincial.
Dar continuidad a los trabajos de 2023
La intervención dará continuidad a los trabajos realizados en 2023. Por un lado, se pretende seguir profundizando en el conocimiento del urbanismo fenicio del siglo VII a. C., del que ya se han identificado al menos dos fases constructivas, algunas con estructuras que destacan por su buen estado de conservación, que superan el metro de altura.
A ojos de José Suárez, esto evidencia que el Cerro del Villar puede considerarse "uno de los yacimientos mejor preservados del Mediterráneo occidental, así como el más importante de la bahía de Málaga en este momento, previo a los orígenes de la ciudad de Malaka, ubicada en la margen izquierda del Guadalmedina".
Por otro lado, se va a continuar investigando en un inmueble de grandes dimensiones, con más de 20 metros de longitud, fechado a su vez en el siglo VII a. C., "que podría ser de carácter público, quizás en relación con una posible zona de atraque o embarcadero". "En este inmueble se documentó un interesante ámbito posiblemente dedicado a actividades de culto, con un pavimento de conchas marinas y evidencias de posibles ofrendas en su entorno", añade.
Asimismo, los estudios desarrollados en este yacimiento malagueño (ubicado en el perímetro del Paraje Natural de la desembocadura del río Guadalhorce) ya han deparado interesantes novedades, como la localización de un posible depósito votivo con un ungüentario en un excepcional estado de conservación, fechable entre finales del siglo III-II a. C., que evidencia que el Cerro del Villar estuvo en uso en el periodo púnico tardío, dato desconocido hasta el presente.
En la campaña pasada se reconoció la existencia de un importante edificio de época romana, en uso en el siglo V d. C., que tampoco se había identificado hasta el momento en el asentamiento. "Se ha podido comprobar que se dedicó a la producción de salazones de pescado (producción de garum) y en la campaña actual se pretende conocer el momento de su construcción y cómo la implantación de este inmueble en la zona sur de la antigua isla ha podido afectar a los restos de época fenicia de este sector", explica el profesor de la Universidad de Málaga.
En paralelo a la excavación de este año, está previsto continuar trabajando en la preservación del material arqueológico recuperado en campañas anteriores, redacción de memorias y estudios analíticos que permitan conocer en profundidad la naturaleza del asentamiento fenicio y su organización interna, así como las gentes que lo habitaron, sus actividades económicas y sus relaciones sociales y prácticas religiosas, entre otros aspectos.