"Hoy pareces Cristiano Ronaldo". El mensaje va dirigido a Antonio del Paso, un empresario malagueño que tiene el mérito de haber sido el primer comprador de uno de los 71 apartamentos de lujo de la torre construida por la promotora Sierra Blanca Estates en el litoral oeste de Málaga.
Nacido en el barrio de La Trinidad, Antonio lleva residiendo en su piso de la sexta planta desde hace poco más de un mes. Y, por tanto, testeando de primera mano las calidades "de diez" de este proyecto residencial, firmado por el arquitecto Carlos Lamela. "En 2019 estuve en Miami viviendo diez días en la casa de una amiga y cuando vi que en Málaga se iba a construir una cosa parecida a lo que hay allí decidí comprar", explica.
Aunque fue el primero en escriturar la compra, sin desvelar el valor final, no es el único que ya habita la torre de casi 80 metros. De acuerdo con los datos de la empresa, puede haber ya cerca de una veintena de vecinos. A algunos se les ve subiendo colchones en el ascensor, capaz de subir y bajar a una velocidad de 2,5 metros por segundo (lo habitual es 1 metro por segundo), y otros disfrutan ya de la comodidad de disponer de espacios coworking entre las zonas comunes.
Es propietario de un conocido rent a car de la capital, con unos 2.000 coches, así como de una fábrica de placas solares en el Parque Tecnológico de Andalucía. Y en su afán por diversificar la actividad, hace apenas un mes abrió las puertas del Hotel Vibes, en el distrito de Carretera de Cádiz. Un establecimiento que se levanta junto al Hilton de la misma zona.
La trayectoria vital de Antonio es digna de ser relatada. Cuenta a EL ESPAÑOL de Málaga que durante sus primeros años trabajó en una empresa familiar de puertas metálicas. Eso le permitió ahorrar algo de dinero. Y con eso en el bolsillo decidió emprender un viaje que le cambió por completo la vida.
"Aproveché el boom que había por los coches de importación y me fui unos ahorrillos a Bélgica, donde compré un vehículo. Me vine y lo vendí; después volví a comprar otro, después compré dos y fui poco a poco…”
"Empecé de cero, me apasionaba el mundo del motor y aproveché el boom que había por los coches de importación para irme con unos ahorrillos a Bélgica, donde compré un vehículo. Me vine con él por carretera y lo vendí; después volví a comprar otro, después compré dos y fui poco a poco…”, desgrana en la conversación.
Ese primer movimiento estratégico lo hizo cuando tenía 23 años. Durante los siguientes diez años fue consolidando el negocio de coches, incluyendo un gran rent a car, y abrió las puertas al negocio de la energía renovable por medio de placas solares.
Lo último en esta variedad de actuaciones ha sido el mundo hotelero. Esta entrada en el sector se ha formalizado con el Hotel Vibes y su intención es que no sea el único. Ya trabaja en la construcción de otro más en el mismo entorno.
"Málaga tiene un potencial bastante bueno; es una ciudad que tiene mucha seguridad y hay tanto turismo…", explica para justificar su decisión de abrir campo. Su confianza en la capital de la Costa del Sol es plena. "He vivido en Bilbao, en Vitoria, en Gerona, en Lérida, en Bélgica, en Alemania… Y, no porque sea malagueño, pero cómo se vive en Málaga no se vive en ningún sitio. La calidad de vida que tenemos no tiene precio", apostilla.
Un pensamiento que parece compartir otro de los compradores de uno de los apartamentos de la torre. Se trata de un trabajador del sector financiero, que si bien tiene su zona de actividad en Marbella, "preferiría vivir en Málaga".
Asegura, en cualquier caso, que no habría dado el paso si no llega a surgir Sierra Blanca Tower, del que pone en valor que es el primer proyecto residencial de lujo en la capital. "No hay ninguno como este, ya no sólo el edificio en altura, sino las zonas comunes... El proyecto es un reflejo de los proyectos que se están haciendo en Miami y Dubai", remarca.