Los costes de la limpieza y la recogida de basura en Málaga capital se siguen disparando. En una secuencia alcista que se mantiene fija desde hace casi una década, el Presupuesto General del Ayuntamiento para 2024 sitúa en 128,7 millones de euros la partida de gastos de la empresa municipal dedicada a estos menesteres y que se encuentra en funcionamiento desde mediados de 2020. Esto supone una media de 222 euros por habitante al año.
El parámetro económico antes apuntado es el mayor en la historia de este servicio. Nunca antes este capítulo había alcanzado estos valores y nunca antes había obligado a un esfuerzo tan elevado al Consistorio.
Sirva decir que del presupuesto de ingresos diseñado para el año que viene, ascendente a casi 129,5 millones, hay 115,6 millones que son aportados directamente por las arcas municipales en forma de transferencias, cuantía que se ve complementada por unos 13,8 millones que se esperan obtener por el cobro de impuestos y tasas.
Para establecer una dimensión adecuada del impacto que esto supone sobre las cuentas municipales se puede señalar que Limasam se lleva el 12% de todo el presupuesto para 2024, que rompe la barrera de los 1.000 millones y se sitúa en 1.068 millones.
Aunque la suma que se destina a la limpieza en Málaga sube de manera continuada desde los tiempos de Limasa, entidad mixta en la que la mayoría del capital estaba en manos privadas (51%), es cuando menos llamativo el incremento que se viene produciendo desde que la entidad pasó a ser cien por cien pública.
Tras un proceso dilatado y complejo, la nueva Limasam municipal empezó a operar el 1 de julio de 2020. Para ese ejercicio, según los datos oficiales, el presupuesto de la antigua Limasa era de unos 109 millones. Es decir, casi 20 millones inferior que en la actualidad.
En 2021, ya con Limasam plenamente operativa, sus gastos ascendieron a 113 millones, buena parte de ellos sufragados por los 100,5 millones transferidos por el Consistorio. Esto implica que el dinero que inyecta el Ayuntamiento para pagar al personal o para cubrir las inversiones necesarias crece en 15 millones en apenas cuatro ejercicios. Una conclusión que entra en conflicto con la idea que se trasladó en su momento para defender la apuesta por convertir la antigua Limasa en pública.
Atendiendo exclusivamente a los números de 2024 de Limasam, es de reseñar que del gasto completo, la mayor parte se destina a pagar a los trabajadores. En concreto, son 92,5 millones de euros (62,9 millones para la plantilla fija y 4,5 millones para el personal temporal). Esta cifra es 10 millones superior a la que se había presupuestado en 2021, el primer año de la municipalización de la entidad.
A este primer concepto hay que agregar el compromiso del Consistorio de afrontar inversiones por valor de casi 7,7 millones de euros el año que viene, partida que sube sobre los 4,15 millones asignados en las cuentas de este ejercicio. Pero del análisis del documento económico hay otro concepto que salta a la vista de manera casi inmediata: los 9,4 millones de euros que se vinculan al pago de tributos de las comunidades autónomas. Son casi 7 millones más que en 2023.