El camino del Metro de Málaga hacia el entorno del Hospital Civil empieza a vislumbrarse. La ahora oficial adjudicación del primero de los tramos en los que la Junta de Andalucía ha dividido los 1,8 kilómetros que separan el equipamiento médico de la estación Guadalmedina, junto a El Corte Inglés, permite adivinar el arranque casi inmediato de los trabajos de construcción del esperado ramal.
Pese a que formalmente ha sido seleccionada la propuesta de Sando y Kerkros como la que mejores condiciones económicas y técnicas ofrece, todo hace pensar que habrá que esperar a principios de 2024 para empezar a visualizar la fase de construcción del tajo en la calle Hilera.
Una vez publicada la adjudicación y antes de que quede formalizado el contrato con esta unión temporal de empresas, la Consejería de Fomento ha abierto un plazo de 15 días ante la posibilidad de que se presente algún recurso administrativo por parte de algunas de las firmas que han participado en el presente concurso.
En caso de que hubiese alguna empresa que plantee observaciones al resultado de la licitación, el calendario podría dilatarse durante varios meses. En caso contrario, que es lo que esperan y desean en el seno de la Administración regional, la culminación del procedimiento será más ágil.
El movimiento final, en cualquier caso, está claramente condicionado por dos elementos importantes. El primero de ellos tiene que ver con la necesidad de que la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (Aopja) adjudique y formalice también todas las actuaciones relacionadas con los desvíos de tráfico que han de realizarse en la zona antes de que las máquinas tomen protagonismo en el tajo.
Esta fase, que fue activada a finales del pasado mes de abril, se encuentra actualmente en fase de estudio de las ofertas presentadas. Con todo, parece factible pensar que la resolución final se producirá en las próximas semanas.
A este primer factor hay que agregar otro de claro carácter social y ciudadano: la cercanía de la Navidad. Y ello, a la hora de impulsar cualquier obra de este calado, con una inversión próxima a los 45 millones de euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de tres años, se antoja relevante. Todo hace pensar que en el supuesto de que quede desbloqueada la primera de las tres piezas del futuro recorrido al Civil, la obra no se acometerá hasta después de las fiestas navideñas y de Reyes.
Lo que pone en evidencia el último paso dado por la Junta es la dificultad de cumplir con el compromiso de que la infraestructura del Metro hasta la zona norte esté completada dentro del año 2027.
Bien es cierto que si se toma como referencia el calendario de ejecución material, unos 36 meses, sería factible pensar en que la misma podría estar resuelta a finales de 2026 o principios de 2027. El detalle no menor es que el mismo proceso que ahora se sigue con el primer subtramo hay que repetirlo con los otros dos.
Pero más allá de los trabajos propios del túnel, de la ejecución de las tres estaciones soterradas programadas y de las vías por las que circularán los trenes, hay que tomar en consideración que Fomento tendrá que articular varios contratos más para, por ejemplo, todo lo relacionado con la arquitectura e instalaciones, así como con la señalización ferroviaria, procesos que requerirán un tiempo prolongado de desarrollo para la totalidad del trazado.
Y no hay que olvidar la necesidad de, como ha ocurrido con el tajo del suburbano al Centro, de 1 kilómetro de longitud, realizar todas y cada una de las pruebas necesarias para garantizar la viabilidad de la infraestructura y sus numerosos componentes, así como del material móvil. En el caso del tramo al Centro, inaugurado a finales del pasado mes de abril, en la antesala de la Semana Santa, este proceso necesitó de al menos 8 meses.
La primera pieza
La parte en la que ahora se avanza tiene apenas 637 metros de longitud, atravesando las calles Armengual de la Mota, Hilera y Santa Elena. En la misma se incluye una estación subterránea, la de Hilera. La construcción de la infraestructura se hará mediante el sistema de falso túnel entre pantallas (muros que delimitan longitudinalmente el túnel y el recinto de estaciones), y que ha sido el empleado en el conjunto de la traza subterránea de las líneas 1 y 2.
El proyecto recoge que el túnel del tramo Guadalmedina-Hilera constará de una profundidad media de 13 metros respecto a la cota de calle, y la profundidad de la estación Hilera será de casi 14 metros. La plataforma por la que circularán los trenes tendrá doble vía en placa, implantada sobre la contrabóveda de la estación.
La estación tendrá un edículo o boca de metro, vestíbulo intermedio, así como de andén (central), de 66 metros, para el acceso de los usuarios al tren. Su diseño será funcional e idéntico al resto de estaciones de la red.
El contrato de este primer tramo incluye la ejecución de la infraestructura (túnel y recinto de estación), los trabajos de reposición del viario público por el que discurre la traza, así como el suministro y montaje de la superestructura de vías, es decir, de los carriles y aparatos de vía por los que circularán los trenes.