La Gerencia Municipal de Urbanismo ha ordenado al magnate israelí Haim Tsuff, dueño del histórico edificio de Correos, el tapiado o clausura efectiva de todos los accesos que estén abiertos en el edificio.
Así lo dicta el informe que uno de los inspectores de Urbanismo ha realizado tras la visita al inmueble tras el aviso de la Policía Local, el pasado 21 de septiembre, que alertaba de la existencia de varias localizaciones por las que se podía acceder al interior de este edificio que se encuentra en total estado de abandono.
Asimismo, desde Urbanismo señalan otras medidas cautelares de inmediato cumplimiento por motivos de seguridad como la reposición de cristales rotos de carpinterías exteriores o la limpieza y desescombro. En caso de existencia de personas en el interior del inmueble, además, deben proceder al desalojo inmediato.
La ordenación se inicia tras apreciar graves incidencias como carpinterías exteriores con cristales rotos por las que ajenos acceden al interior y restos de escombros con falsos techos destrozados y cableado por todas las plantas.
Por otro lado, también se notifican grandes acumulaciones de basura, produciendo fuertes olores y alto riesgo de incendios en un espacio totalmente insalubre y se han detectado armaduras oxidadas en forjados en la planta baja y en la terraza de la segunda planta.
El informe también ordena al propietario del inmueble que proceda a reparar los elementos dañados en la estructura de este. Urbanismo requiere al magnate israelí que las obras, que tendrían una duración aproximada de catorce días, se inicien en un plazo de dos semanas. Respecto al presupuesto económico de las obras ordenadas, la Gerencia Municipal de Urbanismo las cifra en 9.821,70€.
Un edificio con historia
El edificio de Correos pasó a ser propiedad de la Junta de Andalucía como pago del Estado por la deuda histórica con la comunidad. En enero de 2020, la Junta lo vendía a un fondo inversor israelí por 23,5 millones de euros.
El israelí Haim Tsuff desembolsaba una cifra millonaria en subasta pública para hacerse con una de las costrucciónes más icónicas de la ciudad de Málaga que, hasta el momento, no ha dejado más que un constante vaivén de personas ajenas a la propiedad y grandes acumulaciones de basura, como este periódico denunció hace menos de un mes.
Sobre su futuro, poco se sabe. Un hotel, unas oficinas e incluso un hospital son algunas de las opciones a desarrollar en el edificio que han ido sonando a lo largo de este tiempo, pero ninguna ha llegado a fructiferar del todo.