Ayer por la tarde se difundían, a través de redes sociales, varias fotografías de una pancarta con el rostro del ministro de Consumo Alberto Garzón, colocada en el edificio de Correos de Málaga. En el cartelón se podía leer una protesta contra el precio de la luz, que sigue encadenando récords día tras día, y, además, una reivindicación contra las casas de apuestas, que cada vez proliferan más en los barrios más humildes.
En la pancarta, además, se puede leer "construyamos el frente obrero" ya que, el Frente Obrero es quien ha realizado esta acción, como han confirmado fuentes de la organización tanto a EL ESPAÑOL de Málaga como a través de sus redes sociales. Hasta el momento, el cartel, de grandes dimensiones, sigue colocado en la fachada del inmueble, en el lateral más cercano a la Iglesia de San Pedro.
Fermín Turia, uno de los portavoces del Frente Obrero, ha desvelado el motivo por el cual se ha realizado el despliegue de esta pancarta. "Queríamos denunciar la hipocresía del Gobierno", dice. Así, desde el Frente señalan que el gobierno de Sánchez ha vendido durante toda la campaña electoral que iban a cerrar las casas de apuestas y que "el simple hecho de regular la publicidad del juego les parece una medida muy escasa". "Dicen mucho en campaña, pero a la hora de la verdad, acaban respetando el negocio al margen de la demagogia, eso es así", dice Turia.
Respecto al motivo de situar la protesta en Málaga responde que porque es la tierra natal de Garzón. "Allí es donde más conocen la demagogia. Igual que cuando los ERTE lo hicimos en Ferrol, los compañeros del Frente Obrero han elegido Málaga para denunciar esto. En Málaga querían presentarlo de candidato estrella y al final se lo han pensado dos veces. Igual no era tan estrella", cuenta riendo.
El edificio de Correos fue elegido por el Frente Obrero por ser un lugar icónico de la ciudad y "fácilmente referenciable". "No queríamos hacer la acción en ninguna sede. Queríamos generar polémica para que se empiece a hablar de esto. Muchas veces el Gobierno trata de generar la idea de que solo los que van en contra de esta dictadura progre son de derechas, o mejor dicho, nazis. Por ello, queríamos crear esta respuesta desde la izquierda obrera y revolucionaria".
Cabe recordar que el edificio de Correos pasó a ser propiedad de la Junta de Andalucía como pago del Estado por la deuda histórica con la comunidad. Hace un año y medio, la Junta lo vendió a un fondo inversor israelí. Hasta el momento se han barajado diferentes usos: oficinas, hotelero u hospitalario, sin haber fructificado ninguno de ellos.
Desplegar esta pancarta en un edificio como el de Correos tiene, además, un elemento simbólico de protesta social. Estas instalaciones fueron propiedad del Gobierno y hoy son soporte para una crítica contra la imparable subida de la luz y la presencia de casas de apuestas en barrios humildes.