El 11 de junio de 2021, el presidente de la Junta de Andalucía y el alcalde de Málaga se echaron un LoL. "Lo he intentado con Francisco de la Torre, pero no es lo nuestro. Seguiremos en ello!", tuiteó Juanma Moreno. La sorprendente inmersión gamer de los dos políticos populares sirvió para visualizar una apuesta de ciudad por el sector de los deportes electrónicos o esports, esto es, las competiciones profesionales de videojuegos.
La ocasión fue la inauguración de la nueva sede del club más laureado de España en el sector, Vodafone Giants, que es ya -por presupuesto y presencia en la ciudad- el tercer equipo de la ciudad después del Málaga de fútbol y el Unicaja de baloncesto. A la estela de Giants, han nacido startups especializadas en optimizar el rendimiento de los jugadores, la primera liga amateur presencial de esports en el país o la única cátedra de una universidad pública española especializada en el sector. Málaga apostó por diversificar más allá del sol y la playa, y se puso con la maquinita.
"Madrid, Valencia y Málaga"
Juan Antonio Tejada es CEO de Kaikoo, una plataforma de entrenamiento para jugadores y entrenadores de esports a través de los datos. Él nació en la localidad gaditana de Algeciras, la mayoría de la plantilla de 9 empleados de su compañía es catalana... pero es un auténtico creyente de la potencia del ecosistema malagueño en los esports. Ni siquiera residía en la provincia cuando ya decidió que su startup debía situarse en la Costa del Sol.
"Yo tenía claro que quería emprender aquí. En Algeciras no hay nada, no hay emprendimiento es muy tradicional. Durante casi un año me pegué todas las semanas viniendo los jueves por la mañana y volviendo los viernes, quedándome en casa de la familia de mi novia", relata en conversación con este periódico. Según su análisis, la marca de Málaga es "mayor de lo que los propios malagueños se pueden llegar a creer".
Antes de Kaikoo, Tejada ya tuvo una primera epifanía de la potencia del sector al participar en la organización del Málaga Open, parada del Circuito Tormenta de League of Legends, el mayor de toda España para aficionados. "Ahí es donde Kaikoo empezó a tener sus usuarios, donde nace la percepción de que hay un nicho", explica. El sector no trata solo de los clubes profesionales y sus espectadores, sino de todo los amateur que quieren llegar más lejos.
"Gracias a eso, podía tener una especie de foto de lo que era el panorama en Málaga. Nunca ha habido una opción que no sea aquí. La ciudad más potente en esports es Madrid, y luego Valencia y Málaga, que según a quién le preguntes cambian de posición. Málaga está incluso por delante de Barcelona en este sector. Hay tres cosas muy relevantes: el Málaga Open -otras ciudades tienen paradas del Circuito Tormenta pero no se llaman como la ciudad-, Vodafone Giants -que todo el mundo sabe que son de Málaga ya- y eventos como el festival de videojuegos Gamépolis", desarrolla Tejada.
Por algún motivo; en un sector en el que la mayoría de los actores prefiere situarse en el imaginario digital, con una procedencia indeterminada -Ibai y Piqué estudian recintos de toda España para presentar su nuevo club de esports, por ejemplo-; en Málaga todos parecen empeñados en hacer aterrizar lo virtual al territorio.
Detrás del Málaga Open está el Ayuntamiento de la ciudad, al igual que detrás de varias de las startup locales especializadas en el sector -también destacan Squarebox o Kronte, entre otros- está el soporte del Polo de Contenidos Digitales, que a su vez también es gestionado por el consistorio. No es solo el alcalde echándose un LoL esporádico, es que la administración local ha visto clara la oportunidad a medio-largo plazo.
La apuesta institucional
En 2018, de hecho, el Ayuntamiento impulsó la creación de seis cátedras universitarias especializadas en asuntos digitales y localizadas en el propio Polo; entre ellas, la primera de esports en una universidad pública española. Manuel Fernández Navas es su codirector:
"Esto es un sector en expansión. Si conseguimos que Málaga se sitúe en el panorama español de los esports -y de todos los trabajos asociados que arrastra- como uno de los enclaves principales de España; de aquí a dentro de diez años, ¿cuántos puestos de trabajo se pueden ir creando? Para gente joven, para un sector nuevo que te abre la puerta a futuros sectores...", reflexiona Fernández Navas en conversación con este periódico.
Entre las investigaciones llevadas a cabo por su cátedra, con la aquiescencia de Giants para convertirse en un laboratorio vivo, se encuentran estudios "que no se han hecho a nivel mundial", por ejemplo, sobre cómo cambia la percepción de la violencia en el cerebro de un jugador profesional de esports. Para sorpresa de algunos detractores de los videojuegos; no, no encontraron ninguna diferencia.
Fernández Navas también recuerda el peso de la recientemente extinta Liga Survival, la primera liga amateur presencial de esports de España; pero sobre todo destaca la vanguardia de Giants.
"Han hecho una apuesta muy importante por ubicarse en málaga, pero también una apuesta deportiva muy por profesionalizar los esports: hablo de incluir psicólogos deportivos, participar en investigaciones, fueron los primeros en abrazar la cátedra... Ellos han apoyado todas las iniciativas de esports que ha tenido la ciudad de malaga. Todas. Independientemente de si fueran unos chavalillos jóvenes que montaran una liga amateur o si fuera la universidad", relata, agradecido.
¿Y el futuro?
El codirector de la cátedra en esports entiende que justamente el éxito probado de ese club sirvió para acercar a las instituciones el sector y convertir el ecosistema en "puntero", pero incide en que se debe "mantener esta línea" ahora que "se ha clavado una pica".
"Este hub puede dar muchísimo de sí para la ciudad. Málaga empieza a ganar una presencia tecnológica muy importante y lo de los esports es un paso más. Lo que se está haciendo aquí no se está haciendo en el resto de España", defiende.
Giants también piensa que esto no puede haber hecho más que empezar. Facturaron 2,5 millones de euros en 2020, calculan que alcanzarán los 3,5 M este año y se consideran, en palabras de su copropietaria y co-CEO Virginia Calvo para un reportaje de EL ESPAÑOL de Málaga, "todavía relativamente pequeños respecto a lo que podemos llegar a ser". Quieren seguir haciéndolo desde Málaga.
"La apuesta ha sido clara aquí. En cuanto salimos a decir Aquí estamos, nos acogieron y nos apoyaron. (...) A mí me gustaría que todos los malagueños sintieran que tienen un equipo de esports que les representa por todo el mundo", subraya.