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Acaba el verano y el desempleo en Málaga vuelve a crecer. Es la tónica habitual de todos los años aunque escuece especialmente que Málaga sea la provincia española que lidera el aumento del paro. 

En octubre el número de parados se incrementó en Málaga en 2.274 personas según los datos publicados este martes por el Gobierno. Es casi un 2% más que en septiembre y, solo en Málaga, se apuntaron más personas al paro que, por ejemplo, en toda Castilla y León, donde el desempleo se ha elevado en 2.095 personas. 

El comportamiento del mercado laboral en Málaga ha sido, por tanto, peor que el de otras grandes provincias españolas como Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla o Vizcaya durante el mes de octubre. 

¿Es decepcionante? Sí. ¿Es preocupante? Lo justo y necesario. En estos momentos, en Málaga hay 119.906 parados. Son 12.121 personas menos que hace un año, lo cual es un dato positivo. 

Otro dato a destacar es que esas casi 120.000 personas desempleadas está lejos del volumen total de parados que hay en otras grandes provincias españolas. En Sevilla, por ejemplo, hay 157.000 desempleados y la diferencia de población no es elevada. En Madrid hay 292.000 parados y en Barcelona 247.000, aunque lógicamente tienen muchísimos más habitantes. 

No es agradable liderar la subida del paro, aunque también es cierto que no se está en los niveles de años anteriores con incrementos mucho mayores de paro en la temporada baja. 

Otro aspecto a tener en cuenta son las afiliaciones a la Seguridad Social. Han bajado en octubre en Málaga por el aumento del desempleo en 1.615 personas, pero, aún así, hay 725.181 personas cotizando, 26.000 más que hace un año. 

El paro en Málaga es así desde hace décadas. Baja en la temporada alta turística y sube en la temporada baja, con pequeños intervalos por la campaña navideña o la Semana Santa.

Es lo que tiene un modelo productivo basado en el turismo, aunque no es menos cierto que la economía malagueña, poco a poco, se va diversificando hacia otros sectores como el tecnológico y eso permite una menor estacionalidad del empleo.