El Málaga CF se ha bloqueado en el estadio de La Rosaleda. Acumula cuatro partidos como local sin ganar y empieza a ver las consecuencias en la clasificación, donde ya ha sido superado por el Córdoba, aunque empatado a puntos, y siente el aliento del Algeciras, el próximo rival en Martiricos antes de despedir el año.
Tras empatar a cero contra el Atlético Sanluqueño, el Málaga vio el domingo cómo el Córdoba ganaba su partido frente al Melilla y lo empata a 29 puntos, superándolo en la clasificación. El conjunto de Iván Ania lleva mejor diferencia de goles. Los blanquiazules están estancados y los blanquiverdes, tras un inicio de liga dubitativo, llevan una trayectoria ascendente. Empataron a uno en La Rosaleda siendo mucho mejores que el Málaga ese día y ya se han colocado por encima en la tabla. Lo próximo, el asalto a los hasta ahora dos intocables de la categoría, Castellón e Ibiza.
Además, el Málaga no sólo puede mirar arriba. Por detrás ya viene el Algeciras, que en dos jornadas cerrará el año en La Rosaleda. Los del Campo de Gibraltar está con 26 puntos a tres del equipo de Pellicer, que eludió cualquier autocrítica tras el partido del sábado. El Algeciras ganó 0-1 en El Maulí y adelantó en la tabla al Antequera. El Málaga visitará Mérida el sábado y los gaditanos reciben al Ibiza en el Nuevo Mirador. De lo que suceda en esa jornada dependerá que el Málaga pueda verse superado de nuevo en la tabla antes de despedir el nefasto 2023.
De momento, el conjunto malaguista tiene un colchón de cinco puntos para mantenerse en la zona de playoff. El Antequera con 24 puntos está a las puertas de la quinta plaza, la última que da derecho a pelear el ascenso al final de temporada.
Insiste siempre Pellicer en que el Málaga sólo se tiene que mirar a sí mismo, y es cierto que todo dependerá del rendimiento que ofrezca en el campo. Queda más de media liga por delante y está todo por decidir. Pero es una respuesta que siempre da cuando se le cuestiona por los dos hasta ahora gallos del Grupo 2, Castellón e Ibiza. Pero pensar en los de arriba ahora es una quimera para este Málaga, al que se le han nublado las ideas en su estadio.
El Málaga, y sobre todo el malaguismo, empieza a mirar por el retrovisor.