Rozando de las diez de la noche, la afición del Sanluqueño aplaudía a los suyos y celebraba el empate a cero en La Rosaleda como un triunfo. Habían sido dominados durante noventa minutos, que fueron casi cien con el descuento, pero sobrevivieron a más de un cuarto de hora con un jugador menos y se llevaron el botín de un estadio malaguista mermado por las comidas de Navidad y por el frío que congeló las ideas al Málaga CF. Son ya cuatro partidos sin ganar como local. Demasiado lastre.
El Sanluqueño es el equipo con menor presupuesto de la categoría. El Málaga le hizo muy pocas ocasiones claras, de esas que se ven dentro. Los de Pellicer no remataron el dominio durante casi todo el partido, ni cuando volcaron el campo en los últimos veinte minutos del encuentro. Llegaron por las dos bandas las veces que quisieron, pero a este Málaga, con el paréntesis de Murcia, le cuesta mucho marcar un gol últimamente.
Pellicer tiró de lo que tenía y las sorpresas se las guardó para el banquillo, metiendo en la dinámica a Juanpe y al añorado Ramón. Del resto, alguno de los de arriba tendría que esperar su turno en la banda y fue Larrubia. El de Nules siguió apostando por Juan Hernández, que le dio la razón. Alfonso Herrero estuvo en la portería, Gabilondo y Dani Sánchez en los laterales, Galilea y Murillo en el centro de la zaga, el doble pivote fue para Manu Molina y Dani Lorenzo, que se adelantaba cuando el equipo tenía la pelota, una línea de tres por delante con Juan Hernández, Kevin y Dioni en la media punta, y Roberto en punta.
El Málaga le quitó la pelota al Atlético Sanluqueño durante prácticamente toda la primera mitad. Algo que llama la atención cuando enfrente está un equipo como el gaditano al que Abel Segovia está intentando moldear para que el balón no se eleve ni un palmo del suelo.
A los tres minutos llegó la que fue la ocasión más clara del primer parcial. Dioni llegaba al fondo por la derecha y se la ponía a Juan Hernández, que remató con la derecha algo forzado. A las manos de Samu Sánchez. Pero fue clarísima.
Hasta el cuarto de hora no fue capaz el Sanluqueño de salir con la pelota controlada de su campo. Estaba muy cómodo un Málaga que daba la sensación de que tenía una marcha más. Le faltaba acertar en el último pase, especialmente a Gabilondo y Dani Sánchez, que llegaban a posiciones de centro con mucha facilidad.
Manu Molina se movía como pez en el agua por toda la zona de creación, Dani Lorenzo se descolgaba del doble pivote recibiendo más adelantado. Pero faltaba lo último. Casi le sale la pizarra al Málaga en el 22, con un córner cocinado entre Juan Hernández, Dani Sánchez y Manu Molina, que desde el borde del área remató demasiado alto.
A le media hora se le acumularon las ocasiones a los blanquiazules, con una internada de Kevin que ya son marca de la casa y un disparo algo centrado; un cabezazo forzado de Juan Hernández y otra del mismo protagonista después que el equipo robara rápido. El 21 podría haber golpeado de primeras pero controló para meterse en el área. El disparo final lo mandó a córner Samu Sánchez.
Continuó el Málaga con el dominio pero sin el cuchillo entre los dientes en los últimos metros hasta el descanso.
Mwepu, bautizado como Paco, congeló más al público de La Rosaleda cuando a los cinco minutos de la reanudación enfiló solo la portería de Alfonso Herrero. El meta se hizo gigante para taparle los huecos y el goleador del Sanluqueño dudó. Decidió picarla y se le fue alta. El Málaga se había ido arriba desde el inicio. Fue la única vez que Murillo no estuvo cerca de él en todo el partido.
Se movió rápido Pellicer en el banquillo, que ordenó dos cambios en el 57'. Dani Sánchez que había visto amarilla y Hernández le dejaron el sitio a Víctor García y Larrubia. No eran buenos minutos del Málaga.
Hasta que tocó arrebato, con el empuje de la grada, y se volcó sobre el área del Sanluqueño, que no la portería. No terminaba de concretar ocasiones claras pero apretó arriba, intentó mover la pelota rápido de un lado a otro buscando la sorpresa y aculó al rival dentro de su área. Fue el momento que vio Pellicer para retirar a Manu Molina y Dioni y refrescar el equipo con Juanpe y Cordero. El joven canterano condujo la pelota al poco de entrar, provocó un córner, lo sacó en corto y soltó un zurriagazo que casi se cuela. Samu Sánche la tuvo que mandar a córner de nuevo.
Siguió insistiendo el Málaga por los dos lados. El Sanluqueño no sabía lo que hacer más que quitarse el balón de encima y perder tiempo a falta de muchos minutos. Eso sí, la amenaza de Mwepu arriba, uno de los máximos goleadores de la categoría, estaba presente.
En los últimos diez minutos Pellicer quitó a Gabilondo y metió Loren para jugar con tres atrás. Quemó las naves el de Nules con más efectivos dentro del área. Se perdieron, eso sí, las llegadas de Gabilondo por la derecha.
En el 83', Rojas vio la segunda amarilla. La falta la sacó Cordero y la pelota se le quedó muerta, muy encima, a Dani Lorenzo en el área pequeña, que remató mordida.
Tampoco fue el revulsivo que necesitaba el Málaga fue el cartelón del cuarto árbitro, que señaló 9 minutos de añadido. Tenía una vida extra el conjunto blanquiazul para hacer los deberes. Había perdido mucho tiempo el Sanluqueño.
Apunto estuvo Galilea de marcar el 1-0 con una falta en el córner que había provocado y sacado Kevin. Y tampoco iba a ser este el partido en que Loren Zúñiga acabara con el maleficio. Tuvo el gol en sus botas y remató muy endeble dentro del área.
Son cuatro partidos sin ganar en La Rosaleda, esta vez, contra un rival que está lejos actualmente del Málaga. Imperdonable para un equipo que aspira al ascenso.