"Soy un 'colgado' en el carnaval y en mi trabajo", responde en tono bromista Miguel Ángel Merchán cuando EL ESPAÑOL de Málaga le pregunta sobre su profesión. Tras la máscara, aunque dudamos de veras que se la quite en algún momento, es empresario en Team SL y especialista en trabajos verticales. Pinta, pega el palustre, "hago todo lo que me echen", dice entre risas.
El carnaval está presente con él las 24 horas del día y reconoce que no sabe si es por casualidad o porque lo hace aposta. "Mis compañeros de trabajo son en la gran mayoría carnavaleros. Mi hermano, Fali Merchán, que es mi socio, sale conmigo en la murga. Otro de mis trabajadores es mi guitarra y llevo 15 años con él. Otro es Tiriri. Hace poco también tuve a Kike de los Gallego conmigo. No sé cómo lo hago", confiesa.
Así, es fácil de imaginar que las conversaciones en horas laborales giran en torno al carnaval. "Por la personalidad que tengo, estoy todo el día inventando y cantando cosas y siempre les pido consejo e ideas. Es lo bueno de estar rodeado por personas que conocen el tema y les gusta", cuenta. Además, cree que él tiene una ventaja sobre otras personas y es que tiene un trabajo muy manual, por lo que su cabeza tiene vía libre para imaginar e inventar a lo largo de la jornada laboral.
"Tengo la suerte de que no he tenido que perderme ningún febrero por trabajar. Al ser mi empresa, no adapto el mes de febrero a mi trabajo, sino que adapto mi trabajo al mes de febrero", dice riendo Merchán, aunque reconoce que el año de '¿Pa' qué has venío cabesa?' estuvieron tan concentrados en la fiesta que a veces eso les jugó alguna mala pasada en el trabajo como el olvido de alguna que otra cita.
Su recorrido
Descubrió el carnaval gracias a Tolox, su pueblo. Allí, lo celebran de una manera muy especial. El Martes de Carnaval, siempre el previo al Miércoles de ceniza, celebran el Día de los Polvos, en el que todo el que entra a la localidad acaba totalmente rebozado en polvo talco.
Allí, que se vive tan intensamente el carnaval, hizo una "murguita" para pasar un buen rato con sus colegas haciendo "cuatro tonterías". "No teníamos ni idea, lo único que sabíamos era de haberlo escuchado en Cádiz", relata.
El salto al Concurso Oficial de Agrupaciones de Canto de Málaga lo da por una bonita coincidencia. Fili, uno de los amigos que les ayudaba con la murguita, salió en la murga del Montilla en 1998. "Él me dijo que tenía que probarlo, pero lo poco que había escuchado del Carnaval de Málaga no me enganchaba. Al final me animé en 1999 con 'Gente corriente con los cables cruzados'. Y aquí seguimos enganchado", recuerda con una sonrisa.
Así, cree que fue muy afortunado por llegar en aquel momento a la fiesta ya que fue un cambio generacional. Pariente ganó con PTL, llegaban los mu'ariscos e incluso ellos mismos empezaron a mejorar llegando a conseguir el oro con 'Sin Rodeos'.Desde entonces, Merchán y su grupo han ido tejiendo un estilo totalmente único en el Carnaval de Málaga, algo que a su parecer es muy complicado de conseguir.
"Siempre tenemos la sensación de que tenemos que dar el doble que el resto de grupos. Ha sido culpa nuestra. Hemos acostumbrado al popurrí movido, la coreografía clavada, los tipos ideales cuidando el efecto de los colores del disfraz... Si no llevo todo eso ya me dicen que estoy flojito", explica.
Es especialmente maniático con la puesta en escena. Todo tiene que ser simétrico y los colores de los disfraces deben buscar un efecto en el público. "Cuando estoy delante de la escena es como cuando veo un cuadro doblado y quiero que quede recto. Soy muy perfeccionista con esto", dice.
De cara a 2022, él espera que haya carnaval, como siempre, de toda la vida. "Yo hace muchos años que dejé de esperar nada del carnaval más que disfrutarlo. Cuanto menos busco, mejor me lo paso", resalta Merchán. Asegura que esta filosofía la lleva a rajatabla desde el año 2014 cuando eran tantas las expectativas que la gente de su alrededor les creó que el resultado le supo a poco.
"Hablé con mi grupo y dejé bien claro que quien no estuviera con una sonrisa en la calle al día siguiente no saldría más conmigo. Ahí estaban todos, porque el carnaval no es solo el concurso", dice orgulloso.
Test carnavalero
Año que más has disfrutado
Big Mac del Charleston. Fue un cambio en mi grupo, en el cual veníamos de un descanso. Nos costó retomar el año. Entró gente que nunca había cantado, empezamos a ensayar con tacones a mediados de noviembre para todos los bailes que teníamos y he de decir orgulloso que no hubo ningún esguince. Hubo muchas dificultades y que acabaramos por todo lo alto fue el mejor premio. Fue el inicio una etapa de disfrute absoluto.
Año que no te convenció del todo tu grupo
2009. Ese año no iba a salir, necesitaba descansar. Al final, me comprometí a echar una mano al grupo, que en aquel año se llamaba 'La terapia de grupo' y Chema sacaba 'La Terapia'. A mediados de octubre me llegó una información de que Chema llevaba la misma idea y el mismo tipo. Así que lo llamé y él mismo me lo confirmó. Me cagué en los muertos y le dije que íbamos igual. Me reuní con el grupo y decidimos cambiar el tipo porque creíamos que la competición se iba a reducir a los dos grupos a ver quién lo hacía mejor.
Al final fuimos de curas, pero no nos dio tiempo a llegar tan bien como nos hubiese gustado. Quedamos los onceavos después de haber quedado los primeros el año anterior. Sin embargo, después en los pueblos conseguimos muy buenos premios, porque pudimos trabajar bien el repertorio, cosa que a Málaga no nos dio tiempo, pero la calle fue un máster para el grupo.
Estribillo del que nunca te olvidarás
¿Qué dedo corto que no me duela? ¿A qué hijo no pongo en el testamento? (Risas)
Fuera de bromas, creo que me quedo también con el de las Big Mac, porque tengo un recuerdo bonito de mi niño cantándolo con lengua de trapo y un pijama de Spiderman. Y esos recuerdos siempre son muy bonitos.
Mejor momento que has vivido en la fiesta
En la calle, mi pregón, aunque fuese un desastre. Nosotros llevábamos micro de los que van pegados a la boca. Hice partícipes a mi grupo porque tenían que estar conmigo en un día tan especial después de que lleve casi 15 años juntos con la mayoría. Sin ellos no sería quien soy en el Carnaval de Málaga.
Bueno, pues resulta que era una parodia de Alicia en el País de las Maravillas, todo muy teatralizado. El problema fue que los micros no funcionaban y las conversaciones que teníamos sobre el escenario no se escucharon nada fuera de él, lo que fue una verdadera pena. Pese a ello, nunca lo olvidaré y fue un momento muy especial y creo que el momento cumbre con el que sueña cada carnavalero que lleva años en esto, ser el actor principal de la fiesta.
En el concurso, la primera vez que ganamos un primer premio. Fue un bombazo.
Mejor tipo que has llevado
Como concepto, el año del circo. Quedamos terceros porque a Pariente y Zumaquero aquel año iban espectaculares y no había quien los superara. Aquel año, 2012, fue el show más grande que yo he montado nunca. Las caras de la gente eran un poema cuando veían a nuestros hombres bala. Fue muy divertido, la verdad, porque la gente se creía que los lanzábamos de verdad. Además, en la presentación llevábamos mil detalles difíciles de encajar, pero lo conseguimos.
En cuanto al disfraz, '¿Pa' qué has venío cabesa?' o 'Esteoeste', incluso con los dientes siempre si no tengo que hablar. (Risas)