Narcos suecos, irlandeses, ingleses, belgas, holandeses, albaneses y españoles han tomado participación en alguno de los ocho tiroteos, conocidos, que han ocurrido en la Costa del Sol desde que comenzó este 2024. Cinco han sucedido en Marbella, dos en Mijas, y uno en Fuengirola.
Demasiados problemas entre organizaciones criminales y eso sólo se explica si están sucediendo robos de partidas de droga entre mafias. Y da igual que hayan ocurrido en Malmo, Marsella, Nantes, Tirana o en Santos, ya que Marbella es el punto de unión de una gran cantidad de mafias internacionales. Con estos primeros 4 meses se podrían rodar una nueva temporada de Marbella, la nueva serie que estrena Movistar Plus el próximo 2 de mayo. De día, o de noche, con discreción o a plena luz del día. Así actúa el crimen organizado aquí.
La primera noticia del año relacionada con mafias de cierta identidad ocurrió en enero, cuando una patrulla de la Guardia Civil intentando buscar una plantación marihuana se encontró un zulo en Monda. En él, una organización criminal había escondido un fusil de asalto soviético AK-47, versión AKMSU, y una pistola automática Skorpion vz. 61.
Le siguió el 10 de febrero, cuando un narcotraficante sueco de una banda de Estocolmo fue herido de bala en la calle Yedra de Nueva Andalucía (Marbella). Posteriormente, en la madrugada del 1 de marzo, un hombre de 34 años fue tiroteado alrededor de las 4 de la mañana cuando salía de una discoteca del paseo marítimo de Fuengirola. Más tarde, el 11 de marzo un pistolero irlandés y un inglés se dirigieron al restaurante Sala Banús en Marbella y abrieron fuego contra una de las cristaleras del local al mediodía.
Casualidades
En Torremolinos, el 14 de marzo dos agentes adscritos a Seguridad Ciudadana gracias a su buena intuición pudieron detener a dos supuestos asesinos que, a su vez, son narcotraficantes. Se trata de Mohamed-Amine Dardour y Youssef Jeddi, con nacionalidad belga, que se encontraban en la ciudad y que habían alquilado una vivienda en la Avenida Carlota Alessandri.
La patrulla observó la actitud sospechosa de estos tipos y al identificarlos descubrieron que portaban documentación falsa. Aunque hablaban entre ellos en francés, los agentes se percataron que se alertaron mutuamente de no decir nada sobre un vehículo alquilado. Y tenía sentido. Así que como los dos sujetos no colaboraron, y poseían unas llaves de un coche, los agentes comenzaron una batida por la zona hasta que un vehículo se abrió. En él descubrieron un revolver con munición, y tras solicitar con urgencia una orden judicial de entrada y registro, pudieron acceder al inmueble alquilado de estos fugitivos. Allí guardaban un subfusil automático británico Sten MK II con varios cargadores, y al menos 108 balas.
Los detenidos se fugaron de Bélgica en 2022 tras ser acusados del asesinato del joven Soufiane Benali en Forest (Bruselas) el 4 de julio de 2020, lo ametrallaron en la calle y la familia afirmó que no estaba relacionado con el narcotráfico. Jeddi y Dardour estaban en libertad en Bélgica localizados por una pulsera electrónica, pero en marzo de 2022 decidieron escaparse hasta el mes pasado que fueron localizados de nuevo. A Benali le dedicaron un banco en Forest, su familia ahora clama justicia.
Y las mafias retomaron su actividad. En la madrugada del sábado 16 de marzo tirotearon desde un vehículo a un hombre de 20 años que se encontraba en el Afendi Lounge de Puerto Banús, un lugar que hace una semana recibió la visita de agentes de la Policía Nacional para identificar a algunas personas que allí disfrutaban de la noche.
El 1 de abril un chico de 21 años recibió dos tiros tras forcejar por una bolsa, cuyo contenido se desconoce, en la urbanización de los Naranjos de Marbella. La víctima no quiso que los vecinos alertaran a la policía, quizás porque no quería que nadie supiese qué contenía la bolsa. Días más tarde, en la madrugada del 5 de abril dos tiroteos despertaron a los vecinos de Las Lagunas de Mijas porque dispararon contra una vivienda, y un local comercial. A esto le siguió el 9 de abril cuando el narcotraficante belga de la Mocro Maffia Adil El Abid se subió a un autobús en Marbella con un fusil de asalto modelo G-3, una pistola, tres cargadores, tres chalecos antibalas, un inhibidor de frecuencias, y con más munición. Su destino final era entregarle estas armas a un comando de sicarios en Nantes (Francia), pero fue detenido en la estación Méndez Álvaro en Madrid. La Policía Nacional también le encontró una buena cantidad de droga, y un fusil de asalto Kaláshnikov en un coche que estaba vinculado a él.
Y el último hecho conocido ocurrió el 13 de abril cuando tirotearon a un albanés de 34 años que se encontraba cenando en un restaurante del centro comercial de Guadalmina (Marbella).
La conexión
Todo lo anteriormente descrito tiene un punto en común: el narcotráfico internacional. Se ha aprobado un nuevo plan de seguridad de Marbella con el desplazamiento de agentes desde Granada y Almería hacia esta ciudad para que la Policía Nacional tenga más presencia aquí. Es la forma fácil de disuadir a los narcotraficantes menos discretos, pero se necesitan más medios y personal para investigar las tramas de blanqueos de capitales que acercan a las mafias a la Costa del Sol. No es el buen tiempo el que les vincula con el territorio. Es el dinero, y los tiroteos van a seguir sin que estos conflictos tengan consecuencias políticas.