El mes de los enamorados o el mes de las tractoradas. Ya me imagino a tu novio con la mejor excusa este San Valentín: “Cariño, los agricultores están de protesta, no han traído rosas”. Pero EL ESPAÑOL de Málaga te demuestra que el único impedimento que puede haber para no comprar un ramo es la vagueza, lo siento mucho.
Febrero tiñe de rojo pasión las aceras del centro de la ciudad. Las avenidas se colapsan de ositos de peluche, tartas en forma de corazón y turistas de escapada romántica -aunque de esto último hay durante todo el año-. La Alameda Principal es la calle de Málaga donde más pétalos y espinas podemos encontrar: 5 floristerías suman en total.
Con el más puro amor hacia los tulipanes, Nadia, a sus 34 años, abrió su floristería el pasado San Valentín. NF Arte Floral es el nombre del negocio más colorido del centro de la ciudad, convirtiendo un simple puesto en un cuadro de Monet. Ella confiesa que las tractoradas no le ha impedido llenar de ramos su puesto: “Tuve suerte de hacer el pedido hace una semana”, reveló a este periódico.
De origen ucraniano, Nadia llegó a Málaga hace 9 años, con alma artística y mucha ilusión. En esta tienda de la Alameda Principal hay de todo: imanes de cactus, ositos de peluche, plantas, cestas... Ella, con su moño recogido y un colorido delantal, sonrió al decir: “Este puesto es muy yo”. Se nota cuando alguien pone empeño en su trabajo, y ella está más que agradecida con lo que tiene.
“En Ucrania hay más cultura de flores, porque en España para las fiestas sobre todo regalan jamón, vino…”, comentó Nadia entre risas. Razón no le falta, el resto de Europa mira más por la estética; nosotros, por llenarnos el estómago y coger “el puntillo”. Si tu pareja está a dieta no te lo pienses, regálale rosas por San Valentín.
Saliendo de la Alameda, subiendo Calle Larios y caminando por Plaza de la Merced, llegamos a Calle Lagunillas; donde se encuentra La Victoria Arte Floral. Esta es una floristería que tenía apuntada en su agenda las tractoradas, es por eso que hicieron su pedido de San Valentín con la antelación necesaria.
Francisco, dueño de esta floristería, reveló que ordenaron sus rosas y orquídeas con tiempo de sobra, pero aun así se ven con algunas dificultades. Aunque para "sacar las castañas del fuego" están los distribuidores locales, quienes traen los encargos en sus propios coches. "Hay que seguir trabajando", pronunció con entusiasmo. Nada se les resiste a los floristas. Y es que un febrero sin rosas rojas no se siente igual.