La posibilidad de que los dos grandes partidos políticos de Málaga, el PP y el PSOE, construyan una alianza común en pro de reclamar inversiones y proyectos para la provincia se antoja lejana. El encuentro que los máximos dirigentes de ambas organizaciones han celebrado este lunes (tras la propuesta inicial de la presidenta de los populares, Patricia Navarro), no permite atisbar un acercamiento claro.
De hecho, a la conclusión del cara a cara (en el que han participado cuatro representantes de cada formación), tanto el PP como el PSOE han emitido de manera independiente sus respectivas notas informativas valorando el desarrollo de la reunión.
Destaca, eso sí, el tono de cada una de las comunicaciones. Según desvela el PP, la cita ha permitido a Navarro trasladarle al PSOE sus propuestas para la pretendida Alianza por Málaga, poniendo en valor su importancia en un momento "crucial" para la provincia.
Incluso, ha mencionado a modo de ejemplo lo ocurrido en los años 90, cuando dirigentes y cargos públicos de las dos formaciones alcanzaron un acuerdo "para sacar a Málaga del bloqueo" y para impulsar determinadas infraestructuras.
30 años después, ha resaltado Navarro, la pujanza de Málaga y la previsión de que antes de 2035 gane unos 300.000 habitantes, colocan a la provincia "en una encrucijada", en la que es clave el impulso de una serie de inversiones públicas, "especialmente por parte del Estado, con la ayuda de fondos europeos y con la coordinación del resto de administraciones".
De manera precisa, ha mencionado las mejoras en carreteras, en los Cercanías, el AVE, la Media Distancia, el Metro, el Eje Litoral, al tiempo que ha destacado la importancia de impulsar actuaciones para garantizar el suministro de agua. A su juicio, es "imprescindible" acometer los proyectos previstos "si no queremos estrangular el desarrollo de la provincia". En este contexto, el PP propone al PSOE una alianza para, "desde la legítima discrepancia ideológica y política", trabajar "por el desarrollo y progreso de la provincia".
Y en este sentido, ha trasladado la necesidad de acordar, en el marco de los primeros Presupuestos Generales del Estado (PGE), el impulso de proyectos e inversiones "imprescindibles para que la provincia pueda seguir respondiendo a las previsiones de crecimiento poblacional, así como a las aspiraciones de desarrollo sostenible, progreso y calidad de vida que tienen no sólo las instituciones, agentes económicos y sociales sino el conjunto de los malagueños".
En su comunicado, el PSOE ha sido mucho más reivindicativo, realizando numerosas exigencias a la Junta de Andalucía. Una de ellas relacionada con la desaladora que el Gobierno central se ha comprometido a financiar, con 100 millones de euros, en la comarca de la Axarquía.
A la espera de novedades por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez, el secretario general socialista ha instado al PP a que "decida ya" el terreno en el que se instalará esta planta, esencial para combatir a medio plazo la sequía que ya padece la provincia.
En su amplio listado de demandas, Pérez ha sumado la vivienda, reivindicando a la Junta un compromiso "firme" para construir viviendas de protección oficial, dado que, según sus datos, las últimas promociones de VPO han sido financiadas “casi en su totalidad por el Gobierno, con un 85% de aportación económica”.
Pérez también ha pedido al PP la implicación de la Junta para avanzar en los estudios para prolongar el Metro a El Palo y Rincón de la Victoria, para encargar la redacción del proyecto para extenderlo al PTA/Campanillas e impulsar la construcción de la autovía Ronda-Málaga, entre otros asuntos. Atendiendo a la nota informativa, el PSOE no recoge entre los proyectos a reclamar ninguno vinculado al Gobierno central, donde gobierna en coalición con SUMAR.