La última operación de la UDYCO contra la criminalidad organizada vuelve a demostrar que las disputas internas entre las mafias irlandesas siempre se pueden saldar en la Costa del Sol. Se ha detenido a un grupo de seis sicarios que intentaron asesinar en el pasado septiembre a miembros de una de las organizaciones criminales más importantes de Dublín, un clan que dirige un tipo al que se le conoce como Mr. Flashy.

Estos sicarios estaban instalados en Marbella, Estepona, Coín y Fuengirola, y en una de estas viviendas uno de los detenidos encañonó a la policía tras irrumpir en ella, según explica J.J. Madueño en ABC. En los registros judiciales se incautaron cuatro pistolas, un revólver, un subfusil Skorpion, 300 cartuchos de diverso calibre, varios machetes, dos pistolas táser, chaleco antibalas, pasamontañas, bridas, GPS, inhibidor, un vehículo y 300 pastillas de éxtasis-MDMA. Por estas pruebas están acusados de pertenencia a organización criminal, asesinato, depósito de armas de guerra, tenencia ilícita de armas, falsificación y receptación.

La organización de Flashy lucha por el control de venta de droga en varios suburbios de Dublín y hay antecedentes en territorio irlandés de secuestros, asesinatos y ataques con granadas de mano para intimidarse entre sus rivales. Esa guerra que sufrió una escalada desde el pasado abril tras el asesinato de James Whelan por parte del clan de Flashy la trasladaron a la Costa del Sol.

Tres miembros de esa organización que se encontraban pescando en el Lago de la Tortuga de San Pedro de Alcántara fueron sorprendidos en la tarde del 20 de septiembre de 2022. Un grupo de sicarios abrieron fuego contra ellos con subfusiles y pistolas, pero solo hirieron a un chico de Finglas (suburbio de Dublín). Los vecinos oyeron las detonaciones de arma de fuego pero cuando acudió la policía al lugar solo pudieron recoger los casquillos de bala, ya que los irlandeses ya habían abandonado en el Hospital Costa del Sol de Marbella al hombre herido de Flashy.

Esa persona baleada es un socio fiable de Flashy y ya en 2019 sufrió otro intento de asesinato en Corduff (otro suburbio dublinés). Cuando lo tirotearon el pasado septiembre le advirtieron a través de mensajes de redes sociales que en el tercer intento no tendría tanta suerte.

La organización que trata de liquidarlo está radicada en Blanchardstown, otro suburbio dublinés. Ese conflicto entre bandas de narcos de la capital irlandesa sigue vigente y el pasado 5 diciembre tirotearon en Finglas a otro miembro de Flashy. A ese sujeto lo quisieron matar, no fue una advertencia. Los médicos que le atendieron en la misma calle que le balearon le salvaron la vida. Estas bandas irlandesas no son las únicas que últimamente se han ajustado cuentas en la Costa de Sol.

Entre cerveza bien fría en sus pubs de confianza y algunos tiroteos, con el paso del tiempo los poderosos clanes Kinahan y los Hutch han ido disminuyendo su presencia aquí. Estos últimos están inmersos en un juicio bastante mediático en Irlanda en el que se juzga entre otros hechos violentos el ataque del hotel Regency de Dublín en 2016 que ocurrió durante un pesaje de un combate de boxeo. Allí, un comando asesinó a un miembro de los Kinahan, pero pretendían acabar con Daniel Kinahan, el capo del clan Kinahan buscado actualmente por Interpol. Estas dos organizaciones han cedido el hueco en la Costa del Sol a organizaciones del norte de Londres, de Liverpool y de Irlanda.

La vida sigue igual

La semana pasada se comunicó por parte de la Policía Nacional una operación que vuelve a demostrar que los principales ejes del crimen organizado mundial no han cambiado: Colombia-Marbella-Dubai. Esos tres destinos son fundamentales para cualquier organización dedicada al narcotráfico, y así seguirá siendo todavía por bastante tiempo.

En Aranjuez (Madrid) se intervino en una finca 750 kilos de cocaína, una cantidad de droga que para ser incautada en España en tierra es más que considerable. En nuestro país tendría esa mercancía tal cual se encontró un valor de 25 millones de euros si se administrara a otras organizaciones para que la distribuyeran, por lo que quien se encarga del transporte y de financiar la operación debe tener un buen soporte detrás. Los responsables de coordinar esta operación son suecos y estaban asentados en la Costa del Sol.

Esta investigación judicial comenzó en 2021 por la colaboración entre el HSI y la policía colombiana. El HSI es el cuerpo de investigación del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU. En 2021 detuvieron a 3.574 miembros del crimen organizacional internacional e incautaron más de 6.500 kilos de fentanilo, por lo que es uno de los cuerpos policiales con mejor información directa de lo que se cuece entre bambalinas de la criminalidad organizada.

El HSI fue el que advirtió a la Policía Nacional de que estos sujetos preparaban un gran envío de cocaína y que desde Marbella lo coordinaban. Vivían a todo entre tren entre Colombia, Marbella y Dubai.

En otro orden de cosas

Han detenido al que fuera médico del capo de Cosa Nostra Matteo Messina Denaro, y como se advirtió en este artículo en Italia estarán muchos años deteniendo a colaboradores directos.

Alfonso Tumbarello que ejerce como médico de cabecera de Campobello di Mazara, lugar donde se detuvo al fugitivo más buscado por Italia desde 1993, dijo que no sabía quien era Messina Denaro pero parece que mentía porque le recetó medicinas y pruebas médicas al menos 137 veces para que el capo de Trapani pudiera sobrevivir a sus dolencias y derivarle a otros especialistas. Messina Denaro no tenía problemas con las listas de espera en la sanidad italiana, uno de los privilegios de ser un capo.

Tumbarello es masón, como otros dos sujetos a los que se les investiga por el mismo delito: competencia externa mafiosa. Un delito peculiar que puede abarcar muchos ámbitos y trata de perseguir a quien colabore con cualquier mafia sin pertenecer directamente a ella. Por ahora la Gran Oriente de Italia, la institución que agrupa a todas las logias masónicas italianas, ha formalizado la baja como miembro de Alfonso Tumbarello. Y esta historia continuará.