Si la vida de Raffaelle Imperiale se llevara al cine probablemente todo lo que se viese en esa película parecería ficción, pero lo cierto es que todo lo que se cuente sobre Imperiale seguramente se quedaría corto. Este mes ha sorprendido a todas las autoridades italianas tras comenzar a colaborar con la justicia presentando varias declaraciones a la Fiscalía de Nápoles. Es muy interesante porque es uno de los narcotraficantes más importantes de la historia en Europa.
Nacido hace 48 años en Castellammare di Stabia, una localidad que se encuentra entre Nápoles y Sorrento, le mantuvo a la distancia perfecta para estar al margen de ciertas guerras de la Camorra en las que estaba plenamente involucrado por ser uno de los principales suministradores de cocaína del clan Amato-Pagano que se escindió del clan Di Lauro.
Con nombre de un posible central poderoso del Brescia de los 90 tuvo contacto con el fútbol porque su padre, Lucovico Imperiale, fue durante la década de los 70 y 80 copresidente de la Juve Stabia, el equipo de su ciudad, el otro presidente durante su mandato fue Renato Raffone. Raffone es un personaje histórico de la Camorra porque fue uno de los enemigos del capo de la “Nueva Camorra Organizada” de los 80 Raffaele Cutolo. Raffone era el lugarteniente del clan D'Alessandro de la Camorra de Castellammare. Fue un capo de la vieja guardia de la Camorra y mientras estaba de arresto domiciliario muchos medios de comunicación internacionales recogieron imágenes suyas en 2011. Durante la procesión del patrón de Castellammare el trono se detuvo bajo su balcón y le rindieron un homenaje al capo. La comitiva siguió su itinerario tras ordenarlo el mafioso. Aquello fue un escándalo que hizo que el alcalde del municipio abandonara la procesión.
Volviendo a los Imperiale, Lucovico Imperiale era un hombre adinerado que fue un constructor muy importante en Campania (la región de Nápoles). Sus negocios llamaron la atención de unos criminales y Raffaele Imperiale fue secuestrado siendo un crío. La familia entregó una buena suma de dinero para que fuera liberado sin sufrir daños.
Fue en el año 1996 cuando comenzó su periplo en el mundo de la criminalidad organizada tras emigrar a Ámsterdam y regentar el Coffeeshop Rockland que era propiedad de su hermano mayor que murió prematuramente. Allí gracias a la marihuana estableció relaciones con narcos de primer nivel como el holandés Rick van de Bunt al que un sicario asesinó en Chamberí (Madrid) tras cenar en un restaurante en febrero 2008, y también conoció a su principal socio napolitano Mario Cerrone que años más tarde le traicionaría porque colaboró con la justicia italiana. Allí, en esa cafetería otros narcos con los que mantuvo negocios eran en aquel entonces miembros de clanes de los Mocro Maffia, y en tan solo 6 años de periplo en los Países Bajos le permitió ser la figura más importante para el clan Amato-Pagano de la Camorra de Secondigliano. Imperiale consiguió tanto dinero con la droga que según un camorrista arrepentido quiso superar a su padre comprando en esa época la Società Sportiva Calcio Napoli, el Nápoles, pero finalmente ese negocio no salió adelante.
Amante del arte
La fría noche del 7 diciembre de 2002 el célebre ladrón danés Octave Durham y un compinche consiguieron introducirse en el Museo de Vicent Van Gogh de Ámsterdam, y en 3 minutos con 40 segundos robaron dos cuadros del genial pintor holandés por valor de más de 100 millones de euros. Las pinturas Congregación abandonando una iglesia reformista en Nuenen y Paisaje marítimo en Scheveneingen estuvieron en paradero desconocido hasta 2016 cuando tras un acuerdo con las autoridades italianas Imperiale las entregó mientras se encontraba en Dubai.
Los cuadros estaban en una doble pared de una casa de Castellammare di Stabia en un inmueble de propiedad de Lelluccio (así llamaban a Imperiale). A Durham se le detuvo en Marbella en diciembre de 2003, para esa época ya había vendido por 350.000 euros los dos cuadros a Imperiale. Pero no fue el primer comprador interesado, en enero de 2002 se reunió con Cor van Hout que fue uno de los secuestradores del rey de la cerveza Alfred Heineken. Durham se quedó sin ese comprador porque liquidaron a Cor van Hout un día después de reunirse con él.
Después de hacerse con los cuadros, Raffaele Imperiale comenzó a amasar más fortuna con la cocaína y por su habilidad con los idiomas probó suerte en España para iniciar sus contactos con narcos latinoamericanos. En 2006 abrió un restaurante en Madrid y en el verano de ese año apareció su nombre por primera vez en prensa española. En agosto de 2006 realizó una carrera ilegal en Marbella junto a su socio Mario Cerrone y un chico de Torre Annunziata (Nápoles) llamado Carmelo. Los tres conductores condujeron a velocidades altísimas dos Ferraris y un Lamborghini, pero aquella madrugada de verano acabó en tragedia porque Carmelo embistió a un coche que nada tenía que ver con la carrera que estaban realizando. En ese siniestro murió un chico portugués y otros 3 acompañante de ese vehículo acabaron heridos. Los tres narcos huyeron del lugar y luego fueron detenidos en un hotel de lujo en Estepona, pero Imperiale y Cerrone duraron poco en el calabozo porque abonaron 80.000 euros de fianza.
La tarde en Marbella
A Raffaele Imperiale le encantaba venir por Marbellacomo a los dos capos del clan de la Camorra para el que suministraba cocaína, esos eran Raffaele Amato y Cesare Pagano. En ese mismo agosto de 2006 el capo de la Camorra Cesare Pagano alquiló una villa en Marbella para disfrutar del verano con la familia. En una de esas tardes invitó a su principal socio y a Raffaele Imperiale. En la reunión el narco de Castellammare le confesó a los dos capos que había perdido los dos Ferraris en la carrera ilegal pero que no le importaba en demasía porque estaba ganando mucho dinero. Fue un año en el que Imperiale ya tenía establecido un pequeño imperio inmobiliario en España, Italia y en otros países junto a la ingeniería fiscal a través de sociedades en la Isla de Man. En ese año Imperiale se manejaba en coches de alta gama, tenía móviles encriptados que los compartía con sus colaborares y su visión de negocio era la de una persona bastante inteligente. En esa tarde de 2006 de Marbella Raffaele Imperiale ofreció a Amato y Pagano la posibilidad de blanquear su dinero en Dubai. Ahora es la capital del narcotráfico mundial pero en ese año serían casi los pioneros.
Dubai
Para huir de las autoridades italianas, Imperiale se estableció en 2010 en Dubai. Allí abrió varias sociedades con las que manejaba su imperio. En declaraciones actuales ha confesado que tenía en propiedad 100 millones de euros solo en cocaína que fueron vendidos por el clan Amato-Pagano de la Camorra de Secondigliano. Lelluccio está colaborando con la Fiscalía Antimafia, según él, para salvar a sus hijos. En Dubai ascendió al primer nivel del narcotráfico mundial porque fue proveedor de cocaína para los principales grupos criminales que existen. Allí asistió a la boda de Daniel Kinahan, el capo del clan Kinahan y actualmente es una de las personas más buscadas por la Interpol. También entabló amistad con Ridoaun Taghi, el principal capo de la Mocro Maffia y el criminal más peligroso de Países Bajos. En el Emirato conoció a los enlaces de Otiniel, el capo del clan del Golfo que es el grupo criminal más potente de Colombia. En esa amalgama de la criminalidad organizada se movía Imperiale, todo ello con la fachada de un empresario legal de chaqueta y corbata porque los mafiosos arrepentidos siempre hablaron bien de lo educado que era y que no llamaba la atención.
Para hacerse una idea de la capacidad económica de Raffaele Imperiale, en una ocasión contactó con la conocida arquitecta Zaha Hadid para que le diseñara diez villas en Dubai con un valor de 20 millones de euros. Pero en 2016 todo cambia para él cuando la Fiscalía Antimafia decreta el embargo de 23 villas de su propiedad en Nápoles y Latina, y también de 10 vehículos de alta gama. Por eso entregó los cuadros de Van Gogh, ya que gracias a ello llegó a un acuerdo con la Justicia italiana para rebajarle la pena a 8 años de un juicio que tenía pendiente por narcotráfico. Eso ocurrió porque se le juzgó en ausencia desde Dubai.
Los contactos reales de Imperiale probablemente nunca se sepan, pero han sido al máximo nivel y él mismo lo ha desvelado. Consiguió acceder a los archivos de Interpol para ayudar a escapar a un camorrista del clan Amato-Pagano que estaba viviendo en España. Se trataba de Raffaele Mauriello que ahora también está colaborando con las autoridades italianas.
Lejos queda esa vida de lujo para Raffaele Imperiale que ahora se enfrenta a otros dos juicios en Italia porque en 2021 fue detenido en Dubai y en el verano de 2022 fue extraditado a su país natal, pero ahora es el principal informante para la Dirección Antimafia y eso puede darle un giro radical a su vida para siempre.