El frío ha llegado a Málaga y con él las ganas de comer platos tradicionales de “la abuela” para combatirlo y hacerlo más llevadero. La Guía Repsol ha reunido más de 300 Soletes de Carretera en España, 39 de ellos se encuentran en las carreteras andaluzas y cinco en la provincia de Málaga.
Los cinco establecimientos de la provincia son parada obligatoria para entrar en calor mientras observas la naturaleza que los rodea. En Los Montes de Málaga, Alameda, Casabermeja, Casares y Benaoján se encuentran estos bares y restaurantes de carretera que no te defraudarán.
Ventorrillo Patascortas
Ubicado en la MA-3101, km 21 en Casabermeja a poco más de media hora de la capital, es posiblemente la venta más antigua de Málaga. Su historia se remonta a 1490, año en el que le otorgaron el permiso para dar comidas.
Con una terraza a la sombra para los días de sol y un comedor con chimenea para las jornadas de invierno, es un viaje al centro de la sabiduría de las abuelas, tal y como lo describe la Guía Repsol.
Su gastronomía es tradicional, puedes pedir desde berzas, gazpachuelo, callos o puchero entre otros clásicos. A pesar de abrir solo los fines de semanas y festivos es todo un referente en la provincia.
Venta Galwey
"Pocas cosas más malagueñas que ir a las ventas de los Montes de Málaga", señala la Guía Repsol. La Venta Galwey está ubicada en la carretera del Colmenar en el kilómetro 547.
Su nombre se lo dio un señor de Irlanda que se encargó de la construcción del edificio y que procedía de Galway, al oeste de Irlanda. Con el paso de los años los malagueños fueron españolizando el nombre y acabó llamándose “Galwey” como su pronunciación.
La familia Montañez gestiona la venta desde 1993. Destacan entre sus platos las migas de magro con tomate y las albóndigas, entre otros. "Una venta que destaca por su comida casera, su buen ambiente y por ser toda ella un museo de la tradición", asegura la Guía.
La Cueva del Gato
El 'Hotel Cueva del Gato' se encuentra junto a la MA-7401, a 15 minutos de Ronda. Se encuentra en el paraje natural que le da el nombre. No se trata de un restaurante de pasada, sino que también es un hotel que puede alojar a sus visitantes en sus siete habitaciones junto al río Guadiaro en Benaoján.
Sus platos están hechos con productos de su propio huerto ecológico. La Guía destaca su "pan casero de trigo recio y aceite de oliva virgen extra Rapa –de Zahara de la Sierra– hasta la tabla de queso de cabra Sierra Crestellina –de Casares–, jamón de cerdo rubio dorado de la serranía y frutos rojos".
Restaurante Cándida
Ubicado a las afueras del casco urbano de Alameda, junto a la MA-702 y apenas a diez minutos de la autovía A-45, este restaurante destaca por su "excelente pescado, buenas carnes y amplios salones", resaltan.
Cándida, la madre de Javier Capitán, actual propietario del restaurante, abrió su primer establecimiento un pequeño bar en el centro de Alameda en 1958. El restaurante cuenta con una amplia variedad de platos. Su carta de sugerencias cuenta con hasta 30 platos fuera de carta. Además, se renueva prácticamente a diario incorporando productos de temporada.
Entre sus platos, destacan algunos como el tartar de atún rojo o el pulpo flor con mojo picón. Sin embargo también cuentan con carnes como los crepes de chivo lechal con verduras de temporada y queso de cabra o el chuletón de ternera rosada.
Venta García
El último Solete de la ruta finaliza en la Venta García, ubicada en Casares. Una venta trae al siglo XXI el concepto de venta malagueña, confirma la guía.
Su cocina es tradicional, destacan el tabulé o sorrentinos de calabaza asada. Entre sus carnes, el solomillo de buey al grill o su secreto ibérico de bellota con mojo picón. En cuanto al pescado, el más demandado es la pata de pulpo a la parrilla.