Los malagueños salieron bastante más a protestar en 2021 que el año anterior. Entre otras cosas porque en 2020 estuvimos confinados de forma estricta durante tres meses y la pandemia nos obligó a estar mucho más en casa. Los ciudadanos tuvieron bastantes motivos para manifestarse como el ERE de Unicaja Banco tras la fusión con Liberbank, el cierre del Tívoli World y el desalojo de la Casa Invisible. 

El número de concentraciones comunicadas ha sido hasta mediados de diciembre de 2021 un total de 1.465, frente a las poco menos de 600 en 2020 (hasta finales de noviembre). Por su parte, manifestaciones han sido este pasado año 164 frente a las 123 de 2020. La mejora de la situación epidemiológica, sumada al alivio y posterior supresión de las restricciones, ha hecho que muchos salgan a la calle.

Los trabajadores de Unicaja Banco se manifestaron varias veces antes de alcanzar un acuerdo por el Expediente de Regulación de Empleo que la entidad ejecutará estos meses tras la celebra fusión con Liberbank. El ERE del quinto grupo financiero más importante de España va a suponer el despido del 15% de su plantilla (unas 1.513 salidas previstas).

El calendario de movilizaciones contempló una primera huelga el pasado 26 de noviembre en toda España, además de otro parón el 1, 2 y 3 de diciembre. También se convocaron manifestaciones en otras partes del territorio nacional como Sevilla, frente a la Fundación Unicaja (avenida de la Palmera, 45), Albacete, Ciudad Real, Cuenca, León, Valladolid y Toledo.

Tampoco podemos olvidar a los empleados del parque de atracciones Tívoli World, en Benalmádena (Málaga), que han llevado a cabo varias protestas itinerantes por el cierre (a las puertas de un hotel en Mijas, también propiedad de Tremón al igual que el espacio de ocio; en Mijas pueblo, etc).

Mientras se produjeron estas concentraciones, la plantilla del parque está a la espera de la decisión del juzgado de lo Mercantil ante la solicitud realizada por el administrador concursal del cese total de la actividad. 

El secretario de Hostelería y Turismo de UGT, Sergio de Oses, reconoció "desde el juzgado de lo Mercantil desestimen la petición del administrador, puesto que si en su día nos trasladaron que no se podía abrir Tívoli, al no ser ese el objeto del concurso, tampoco es objeto del concurso cesar en la actividad y mandar al paro a las 90 familias que comen del parque".

Otra de las últimas convocatorias fue la promovida por la Casa Invisible ante su inminente desalojo el pasado sábado 27 de noviembre. Unas 1.600 personas, según la Policía Nacional, defendieron ese día "el espacio de cultura libre" y también centro social durante una marcha festiva, pacífica y llena de color que inundó las calles del centro de la capital.

La situación del edificio público, okupado en calle Nosquera de manera irregular hace 14 años, volvió a estar sobre la mesa en el Ayuntamiento de Málaga a principios de noviembre. Tras la renuncia del alcalde, Francisco de la Torre, a intervenir y a impulsar el desalojo del inmueble, que ha costado ya cuatro millones de euros a las arcas públicas, fue su socio de gobierno, Ciudadanos, el que tomó el relevo.